LA CONFERENCIA DE KATOWICE

Solo la declaración política frena el acuerdo de la Cumbre del Clima

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Manuel Vilaseró

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Los negros nubarrones que se cernían cobre la cumbre del Clima que la ONU celebra en la ciudad polaca de Katowice parecen despejarse. El acuerdo en la cuestión más relevante que debía abordar, la adopción de una reglas de aplicación del Acuerdo de París (2015), está bien encarrilado. Sin ellas, el pacto de la capital francesa, que entra en vigor en el 2020, se convertiría en papel mojado. Otras cuestiones menos de decisivas aún por resolver, sobre todo la declaración política, harán probablemente que la negociación se alargue toda la madrugada del sábado o incluso más allá, pero es muy difícil ya que hagan naufragar la conferencia.

La principal discrepancia que mantienen los delegados de los 190 países se centran en el acento que la declaración final debe poner en la necesidad de incrementar la ambición en la reducción de emisiones. Los últimos informes de la ONU, en especial el del IPCC del pasado octubre (Panel Intergubernamental  de Expertos de la ONU) han revelado la necesidad de tomar medidas “urgentes y sin precedentes” contra el cambio climático y de contener el aumento de las temperaturas a 1,5ºC, pero los países del ‘imperio del petróleo’ (Estados Unidos, Arabia Saudí y Kuiwait) se niegan a que tan siquiera figure en la declaración de esta COP24.  

Acelerar París

La denominada Coalición de Alta Ambición, un grupo de países entre los que figura la UE y a la que se ha sumado España tras la entrada del nuevo Gobierno, es partidaria de que el texto recoja la necesidad de limitar la subida de las temperaturas a los citados 1,5º, dado que es lo que “indica la ciencia”. Eso comporta marcarse objetivos más ambiciosos de reducción de emisiones dado que con los actuales estas alcanzarían más de 3ºC. Estos países creen que es necesario “hacer visible” en Katowice que en París se acordó “un proceso que se debe acelerar”.         

El representante polaco que preside la cumbre, acompañado de forma inédita por el secretario general de la ONU, António Guterres, se reunió durante la tarde-noche de este viernes con los delegados de los grupos de países discrepantes para intentar limar las diferencias que luego deberá resolver el plenario.

No da la impresión de que las posiciones vayan a ser irreconciliables. Los países más ambiciosos parecen priorizar la aprobación de las reglas. “Será una pena sino reflejamos lo que nos dice la ciencia que debemos hacer pero lo fundamental son las reglas”, ha admitido la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ha actuado de ‘facilitadora’ de las negociaciones de una parte clave de ese ‘reglamento’, la de la transparencia.

Declaraciones cambiantes

La que fuera principal muñidora del acuerdo de París, la francesa Laurence Tubiana, está convencida que el éxito del fracaso de Katowice no va a medirse porque haya una declaración política más o menos avanzada. “Las reglas las vamos a tener para siempre, las formulaciones políticas van a ir cambiando durante los próximos dos años”, ha advertido en declaraciones a este diario.

Dos años es el plazo del que disponen los países para ofrecer sus contribuciones para que la temperatura quede por debajo de los 2º que marca el acuerdo de París. Durante estos dos años se podrá o no intentar alcanzar el objetivo más ambicioso de los 1,5º que señala el informe del IPCC. “El informe está ahí, fue aprobado por todos los miembros y no desaparecerá porque no le demos relevancia en esta conferencia”, considera Turbiana, que ahora está en la cumbre como  actual CEO del ‘think thank’ más importante de Europa en cambio climático, la European Climate Foundation, y como reconoce a su entorno ha venido a “ciudar de su bebé”.

Los países partidarios de una mayor ambición también cuentan con una cita que será clave el año próximo. La cumbre de jefes de Estado que el secretario general de la ONU ha convocado en Nueva York para septiembre del próximo año, donde “se les pedirá que vayan con propuestas de mayor ambición en la reducción de emisiones”. Será el año siguiente, cuando entre en vigor Katowice, cuando tienen la obligación de presentar sus compromisos sobre todo de cara al 2030, el punto final de la década clave.