LA CAPITAL DE ESPAÑA ABRE CAMINO

Madrid se descubre con el centro casi vacío el primer día de las restricciones

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lainz 20181130 sociedad Callao madrid central DAVID CASTRO / periodico

Manuel Vilaseró

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Pitidos, atascos sin fin y autobuses atrapados en el colapso. Ese es el caos que se adueña todos los viernes a las 15 horas de la tarde del centro de Madrid. O más bien se adueñaba. El primer día de la puesta en marcha de las restricciones de Madrid Central ha sido todo lo contrario. La Gran Vía era un remanso de paz que podía cruzarse (lo hemos hecho en vehículo eléctrico) en cinco minutos.

La causa del éxito inicial de la medida puede haber sido el pánico de los conductores a quedar atrapados en el apocalipsis automovilístico que auguraba la oposición. O quizás el gran civismo que debían tener muy escondido los madrileños. O ambas cosas la vez. Sólo el tiempo lo dirá. Lo cierto es que sin necesidad de colocar guardias en las entradas ni empezar a multar (no se hará, como mínimo hasta febrero) la gran mayoría de la gente ha obedecido.

Autobuses más rápidos

No. El Madrid semivacío no es solo una impresión visual, amasada fuerza de dar vueltas con el vehículo eléctrico. Los datos de la Empresa Municipal de Transporte de Madrid no arrojan dudas: los autobuses han tardado la mitad del tiempo habitual en cruzar Madrid Central. El descenso de tráfico en el conjunto de sus calles interiores ha oscilado entre el 10% y el 45%. La calidad del aire también ha mejorado en la zona, según el portal municipal.

Tampoco en el entorno inmediato de esta gran área de bajas emisiones se ha generado el caos preconizado por los agoreros. Atascos ha habido,  pero quizás incluso menores que un viernes normal.

Aunque solo haya sido en el arranque, la operación ha salido redonda. No es de extrañar que la alcaldesa Manuela Carmena, con la sonrisa en los labios, haya considerado “histórico” el día. "Dentro de muchos años, en algún medio se hablará de lo que pasó el 30 de noviembre de 2018 en la ciudad de Madrid, donde empezó un proceso para tener una ciudad mejor, un día que la gente buscará en las hemerotecas”, señaló, antes de acabar proclamando que la ciudad ha optado por “la vida” frente a “los humos”.

"Ya era hora"

La mayoría de los peatones e incluso coches que pasaban por la Gran Vía manifestaban que “ya era hora” o se mostraban “aliviados”. Costaba encontrar trestimonios que estuvieran en contra. Algo que sufrió en sus propias carnes un reportero de Telemadrid, la cadena del Ejecutivo regional, que durante una emisión en directo de más de dos minutos no logró encontrar ninguno pese al empeño que puso en ello, lo que le valió las burlas de Podemos en un tuit.

A los contrarios había que buscarlos, por ejemplo, entre los transportistas, uno de los cuáles lamentaba las restricciones porque él “estaba haciendo” su trabajo. O en un comerciante que aseguraba haberse quedado “boquerón”.

La Plataforma de Afectados, que aglutina a los descontentos, ha apagado por la tarde las luces de una calle para visibilizar el estado en el que, en su opinión, va a quedar la vida de la ciudad.

Un tercer bloque estaba formado por los despistados. “¿Que pasa aquí?” le preguntaba un pareja a uno de los escasos informadores que el consistorio había deplegado sobre el terreno.

Otro mujer advertía muy seria que ella “quería cumplir las normas” pero que estaba hecha un lío y no sabía “lo que tenia que hacer”. No será porque los medios no lo hayan contado hasta la saciedad. El índice de lectura y de comprensión lectora siguen en caída libre.

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La Comunidad cambia de argumento

"Hoy no está funcionando Madrid Central, sino una parodia más de las que nos tiene acostumbrados el Ayuntamiento", ha reaccionado el presidente de la Comunidad de Madrid, el popular Ángel Garrido, para quien "Madrid Central no ha entrado en vigor hoy, sino el día que en se empiece a sancionar a los conductores". Se trata del mismo político que ha presentado varios recursos judiciales para que se aplace una medida "improvisada" pese a que se había advertido que no se aplicarían sanciones hasta como mínimo febrero. Fuentes de Presidencia, han confirmado que no va a retirar las impugnaciones pese a que considere que las restricciones no han entrado en vigor.

Garrido también ha jugado sucio al incumplir su promesa de aumentar la frecuencia del metro para que pudiera absorber el aumento de viajeros. No solo no lo ha hecho si que ha reducido el número de trenes.

Ha sido también un político del PP el que se ha adentrado en la puja de a ver quién hace las comparaciones más disparatadas. La escritora Carmen Rigalt iba por delante con su alusión al gueto judío de Varsovia, pero con el alcalde de Alcorcón, Javier García Pérez, le ha salido una seria competencia. En un tuit ha equiparado la medida con la construcción del Muro de Berlín. "A los comunistas les gusta mucho levantar muros e impedir a la gente moverse libremente", ha comentado junto a imágenes de la valla que simbolizó la Guerra Fría.   

El coche ha empezado a abdicar este viernes de su reinado de décadas en Madrid. Bienvenida sea la capital de España al Siglo XXI podría decir cualquier ciudadano europeo acostumbrado a este tipo de medidas.

Cañete metió un cajón la ley que obligaba crear áreas de bajas emisiones

<span style="font-family: PTSerif-Regular; font-size: 1.6rem;">La ley de <strong>Calidad del Aire</strong> aprobada por el último Consejo de Ministros del expresidente <strong>Rodríguez Zapatero</strong> establecía la creación obligatoria a partir de 2012 de áreas de bajas emisiones en las ciudades más importantes, pero el ministro que ocupó la cartera de Medio Ambiente en el siguiente Gobierno, <strong>Miguel Arias Cañete,</strong> la metió en un cajón y hasta hoy. Sí, el mismo Cañete que, como comisario de Energía de la UE, se ve obligado ahora a anunciar el fin de los combustibles fósiles, algo que nunca hubiera pensado que saldría de su boca.</span>