SECUENCIACIÓN GENÉTICA

El hongo que acaba con los anfibios es originario de Corea

Los científicos piden la prohibición total del comercio de ranas y otras especies desde Asia para tratar de contener la enfermedad

Sapillo Bombina orientalis

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Antonio Madridejos

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El hongo 'Batrachochytrium dendrobatidis', que desde hace décadas diezma gravemente las poblaciones de diversos anfibios en todo el mundo, tiene su origen en la península de Corea, por lo que es necesario prohibir el comercio de ranas, tritones, sapos y otros representantes de su clase procedentes de Asia oriental si se quiere asegurar la supervivencia de las especies más vulnerables. Así se pronuncian los científicos de 37 instituciones internacionales que han participado en la secuenciación genética de más de 230 cultivos del hongos de orígenes dispares.

El estudio, coordinado por investigadores del Imperial College de Londres y con participación del Museo de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC), se ha publicado en la revista 'Science'.

El 'Batrachochytrium dendrobatidis', conocido como el 'hongo asesino de anfibios', se transmite de animal a animal y se propaga rápidamente en el medio natural. El hongo causa una enfermedad llamada quitridiomicosis que ataca la piel del anfibio, afecta a su capacidad para regular los niveles de agua y conduce finalmente a un fallo cardiaco.

Cuatro linajes diferentes, pero un mismo origen

Los resultados del estudio revelan la existencia de cuatro linajes genéticos del hongo. Tres tienen una distribución mundial, mientras que el cuarto solo se encuentra en ranas nativas de Corea. Si los investigadores apuntan a este último linaje es porque es el que tiene mayor diversidad genética y se considera que es el más parecido al ancestro que originó todos los restantes linajes actuales.

"Los biólogos saben desde la década de 1990 que el 'Batrachochytrium dendrobatidis' estaba detrás del declive de muchas especies de anfibios, pero hasta ahora no habíamos sido capaces de identificar exactamente de dónde vino -subraya el primer autor del artículo, Simon O'Hanlon (Imperial College)-. En nuestro estudio resolvemos el problema y mostramos que el linaje que ha causado tal devastación se remonta al este de Asia".

Los investigadores concluyen que el comercio internacional de mascotas es el gran responsable de la propagación del patógeno

Las herramientas genéticas también han permitido descubrir que, contrariamente a lo que se pensaba, la enfermedad se ha extendido por el mundo fundamentalmente en los últimos 50-120 años, coincidiendo con la expansión del comercio global. "Paradójicamente, el mismo mundo globalizado que nos permite tener mascotas del otro lado del planeta en nuestras casas puede provocar que nuestros hijos nunca lleguen a conocer muchas de las especies que llevan miles de años conviviendo con el ser humano", se lamenta en una nota informativa el investigador del MNCN Jaime Bosch, descubridor del primer brote causado por este hongo en Europa y uno de los firmantes del estudio.

Daniel Fernández Guiberteau, herpetólogo de la Escola de Natura de Parets del Vallès, no implicado en el estudio, recuerda que la Unión Europea aprobó a finales de febrero una nueva normativa sobre comercio de mascotas que obliga a mantener los anfibios en cuarentena y a pasar diversos análisis antes de ser vendidos. "Muchas especies, incluido el tritón del Montseny, ya se encuentran en grave peligro por otros motivos, como la pérdida de hábitats, los insecticidas, el cambio climático o la introducción de competidores exóticos -advierte-. Hay que hacer todo lo posible para evitar que ahora el hongo les alcance".

"Mantener este mercado es extremadamente arriesgado dado el altísimo riesgo de que pueda extender nuevas formas del hongo"

Jaime Bosch

— Especialista en Herpetología. Investigador del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid)

La prohibición del comercio de especies no es un capricho", apunta Bosch. Hace menos de cuatro años se descubrió la existencia 'Batrachochytrium salamandrivorans', una segunda especie del hongo que está devastando las poblaciones centroeuropeas de salamandras. "Ese hongo llegó hasta Europa a través de la red de venta de anfibios como mascotas. Mantener este mercado es extremadamente arriesgado dado el altísimo riesgo de que pueda extender por el mundo nuevas formas de estos hongos desconocidas hasta el momento", continúa. "Haber descifrado el genoma y los linajes del hongo es un primer paso para intentar neutralizarlo, pero hasta que llegue ese momento, es imprescindible tratar de frenar su expansión", concluye el investigador del MNCN.