CONFLICTO ENTRE ADMINISTRACIONES

Ofensiva contra la extracción de coral rojo en la Costa Brava

coral rojo

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Antonio Madridejos

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Setenta organizaciones ambientales, científicas, deportivas y universitarias han solicitado por carta a la ministra de Agricultura y Medio Ambiente que derogue las 12 autorizaciones que su departamento ha otorgado recientemente para extraer coral rojo en la costa de Catalunya. Como destacan los firmantes, la especie no solo se encuentra incluida en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), sino que la Generalitat dictó el año pasado una moratoria temporal hasta el 2027 para impedir su extracción. Los grupos políticos de ERC, PDeCat e ICV en el Parlamento europeo también han pedido a la Comisión que tome medidas para evitarlo.

El 90% de los corales de la Costa Brava entre Begur y la frontera francesa, que es donde faenan los pescadores autorizados para la extracción, "se encuentran en estado crítico", recuerda Joaquim Garrabou, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (ICM-CSIC). "Necesitamos protegerlos si queremos seguir teniendo unas colonias sanas -insiste el científico-. Solo el cierre de la actividad podría recuperarlos". Las organizaciones firmantes del manifiesto, que esperan nuevas adhesiones, emplazan a la ministra Isabel García Tejerina a que ponga fin al "furtivismo y a la sobreexplotación" de la especie.

Las entidades

Entre los firmantes se encuentran Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO-Birdlife, WWF, Oceana, Depana, Fundación ENT, Submon, Iaeden, AccióNatura, Adenc, CRAM, ADDA, ANGirona, las universidades de Barcelona y Girona, el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB), la Institució Catalana d'Història Natural y 17 asociaciones de buceo y actividades subacuáticas, entre otras muchas entidades. 

El coral rojo está incluido como especie "en peligro crítico" en la lista roja de la IUCN para el Mediterráneo

El coral rojo fue incluido en 2015 en la lista roja del Mediterráneo elaborada por la IUCN en la categoría "en peligro de extinción", lo que motivó que en el 2017 la Generalitat decidiera prohibir su extracción durante una década. Como recuerdan los firmantes, las medidas tomadas por el Gobierno catalán para proteger las colonias de coral seguían las recomendaciones internacionales de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM), a la que pertenece España, para preservar el hábitat natural y las especies marinas en peligro en el Mediterráneo.

La medida de la Generalitat solo afectaba a las aguas de su jurisdicción, las llamadas aguas costeras interiores, pero no a las aguas exteriores, que es donde ahora el ministerio ha otorgado los permisos. "No solo son mucho mayores, sino que es difícil determinar los límites -lamenta la bióloga Lydia Chaparro, portavoz de Ecologistas en Acción-. La normativa española prevé que una comunidad autónoma pueda aplicar vedas y que éstas deben incluir las aguas adyacentes. "Lo de ahora es una distinción artificial. Todo es costa", añade en el mismo sentido Garrabou.

Los hábitats

Aunque se han observado corales en profundidades de hasta mil metros, precisa el especialista del CSIC, su ámbito "normal" se sitíua entre 15 y 120 metros. Si ahora se capturan a profundidades de unos 80-90 metros es porque en aguas más someras ya han sido esquilmados. "Ahora los coraleros tienen que bajar bastante más", añade.

Por si fuera poco, las nuevas autorizaciones son más laxas que los permisos que había con anterioridad a la veda: si antes de la decisión de la Generalitat solo se permitía extraer coral rojo durante seis meses al año, ahora se acepta los 365 días, dicen las entidades. "Se están omitiendo las recomendaciones científicas que alertan del grave estado de las poblaciones y de la urgencia de establecer una moratoria", insisten.

Falta de medios

Garrabou lamenta, además, que las administraciones no pongan o no dispongan de los medios necesarios para hacer frente al furtivismo y a la extracción de ejemplares juveniles, que a fin de cuentas ha sido uno de los grandes responsables del declive de la especie en Catalunya."No hay suficiente gente vigilando", dice. También reconoce que no todo el sector extractor actúa de la misma manera. "Aquí pagan justos por pecadores. Hay coraleros que trabajan correctamente, que respetan las tallas mínimas, pero hay otros que han ido a arrasar", concluye. De hecho, 3 de los 12 coraleros que ahora han obtenido permisos habían sido sancionados con anterioridad por capturas de ejemplares de talla pequeña. El especialista del CSIC reconoce haber recibido presiones y mensajes poco amistosos.