INVESTIGACIÓN DE UNA UNIVERSIDAD BRITÁNICA

Las arañas, al auxilio de las abejas

Un pesticida a base del potente veneno de tarántula protegerá a las colonias de las polinizadoras, cuya población está disminuyendo vertiginosamente

Una abeja, en un almendro en flor.

Una abeja, en un almendro en flor. / periodico

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Un equipo de investigadores de la universidad británica de Newcastle ha propuesto un nuevo pesticidad 'natural' que podría salvar a las abejas, cuyas colonias disminuyen a un ritmo vertiginoso en los últimos años.

La valiosa fórmula se llama Hv1a/GNA y está hecha a base de veneno de tarántula y una proteína de narciso de las nieve. Los investigadores dicen que "ofrece una alternativa" a los muy controvertidos insecticidas neonicotinoides (que actúan sobre el sistema nervioso central de los insectos) actualmente comercializados en el mundo entero.

Pruebas positivas

Para probar la toxicidad del veneno se hizo que un grupo de abejas consumiera dosis de este producto mucho más elevadas que las que podrían encontrar en la naturaleza. Sorprendentemente sus efectos muy leves e "indetectables" sobre su capacidad de aprendizaje y memorización. Al parecer este último aspecto es clave en la supervivencia de estos insectos polinizadores, según publica este miércoles la revista científica 'Proceedings of the Royal Society B'.

"Las larvas también resultaron indemnes tras ser expuestas al Hv1a/GNA", precisa Géraldine Wright, una de los autores del artículo.

"Casi el 90% de las plantas de todo el planeta dependen directa o indirectamente de los polinizadores para poder sobrevivir", subraya.

Desde hace unas décadas, las poblaciones de abejas han disminuido en todo el planeta, un fenómeno denominado síndrome de colapso de las colonias. Le tasa de mortalidad de las abejas es del 30% anual desde el 2007.