Balance del sistema eléctrico

Las renovables baten otro récord pese a las trabas del Gobierno

MANUEL VILASERÓ
MADRID

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La ofensiva del Gobierno contra las energías renovables no parece tener efecto por el momento en la producción. Al calor de unas condiciones meteorológicas favorables, la electricidad sostenible ha estado muy cerca en este inicio de año de lo que sería un hecho histórico: cubrir la mitad de la demanda. Cerró febrero con una cuota récord del 46,8%, después de que en enero alcanzara el 43,9%, y la energía eólica ha sido en estos dos primeros meses del año la primera suministradora (26,2%), por delante de la nuclear (20%). «Todavía estamos a tiempo de conservar el liderazgo en este sector estratégico si el Gobierno rectifica sus ataques o los tribunales le hacen dar marcha atrás», indicaron a modo de valoración las empresas productoras.

Quizá sea su particular canto del cisne, pero la demostración de fuerza de las renovables en este inicio de año ha sido impresionante. El pasado 16 de enero la eólica batió también el récord de producción diaria, con 345.011 MWh, y durante muchos momentos de las madrugadas ha suministrado más del 60% de la energía consumida. No solo en febrero, sino que en los últimos cuatro meses la electricidad generada por el viento ha estado a la cabeza de los sistemas de generación, desbancando a la nuclear, que ocupó el primer lugar del ránking el año pasado.

¿Cómo ha sido posible? Los efectos de las medidas del Gobierno empezarán a notarse más a medio plazo. La moratoria, por ejemplo, no impidió que el año pasado abrieran las instalaciones que ya disponían de licencia. La cifra, con todo, fue mucho más modesta que en años anteriores: 2.363 MW más, de los que la mitad fueron eólicos.

TEMOR AL 2013 / El sector pronostica que este 2013 podría ser su primer año de crecimiento negativo. El Gobierno ha reducido las retribuciones en cuatro ocasiones a través de sucesivos decretos y algunos productores quizá se vean obligados a abandonar por falta de rentabilidad. Las principales organizaciones que los agrupan (Anpier, APPA, Protermosolar y UNEF) emprenderán «todas las acciones legales en España y en la UE para defenderse» frente a lo que consideran «una falta de seguridad jurídica de las inversiones en energías renovables en España».

Para Greenpeace, los datos del inicio del año «demuestran el potencial de las energías renovables» y suponen un «quebradero de cabeza» para «el oligopolio eléctrico», cuyo objetivo es «acabar con la competencia de las renovables». Para su portavoz de Cambio Climático y Energía, José Luis García Ortega, las compañías agrupadas en la UNESA necesitan rentabilizar las fuertes inversiones que efectuaron en centrales de ciclo combinado en el momento de la burbuja eléctrica y quieren exprimir al máximo las centrales nucleares para que se alargue su vida útil. Ese es su «verdadero negocio» y por ello presionan al Gobierno «para sacar del mercado a las energías

sostenibles».

El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha abonado la teoría de que las renovables y las subvenciones que reciben son las culpables del abultado déficit de tarifa que se propone suprimir, pero el sector considera esto «una burda manipulación de la opinión pública», porque «entre el 2005 y el 2011 las renovables abarataron el sistema en 7.607 millones de euros».