Una manifestación "contra la inseguridad y la violencia" en Mataró acaba con gritos de 'arriba España' y saludos fascistas

Más de un centenar de vecinos de Mataró se han manifestado este martes por las calles del barrio de Cerdanyola para denunciar "la inseguridad y la violencia" que, aseguran, se vive desde hace meses en esta zona de la capital del Maresme. El punto de encuentro ha sido la plaza Onze de Setembre (popularmente conocida como Can Morros). Aunque el partido no se ha postulado como convocante, tres concejales de Vox en el Ayuntamiento de Mataró han encabezado la marcha, tras una pancarta en la que se leía 'Basta de miedo en nuestras calles'. Durante la protesta, que ha discurrido hasta la próxima plaza de Illa Cristina, se han escuchado repetidas peticiones de dimisión tanto del alcalde, David Bote (PSC), como de la concejal de seguridad, Núria Moreno.

Unos metros más atrás, un grupo vestido con estética neonazi ha proferido durante la marcha frases como 'Deportación, reimigración', y, con el paso de los minutos, sus consignas han ido arreciando hasta llegarse a escuchar gritos de 'Arriba España' y verse saludos fascistas cuando la marcha ha llegado a su punto final, en la plaza de la Illa Cristina. Durante el recorrido, que ha transcurrido por la calle Rosselló, muchos comerciantes y vecinos (en su mayoría de origen migrante) se han asomado, atraídos por la multitud y los cánticos. Entre los vecinos que veían pasar la comitiva abundaban las caras de pasmo, aunque otros reían sonoramente al escuchar lemas como 'Esto no es Marruecos, esto es Mataró'.

Parlon defiende la actuación policial en Mataró y llama a trabajar con los menores implicados para ayudarles a "canalizar la rabia"

La concentración ha venido marcada por los altercados que tuvieron lugar en el barrio durante la primera mitad del mes pasado. El pasado 9 de abril, dos individuos intentaron ocupar una vivienda en el barrio de Cerdanyola de Mataró, pero la actuación de Mossos y Policía Local lo impidió. Esa misma noche, en respuesta al operativo policial, se produjeron algunos altercados con la quema de contenedores y papeleras. Disturbios que se sucedieron prácticamente cada noche, hasta llegar a su culmen el 14 de abril, cuando unas sesenta personas recibieron a los Mossos d'Esquadra con el lanzamiento de objetos.

Días más tarde, el 23 de abril, tres menores propinan una brutal paliza a un niño de 13 años en las inmediaciones de dos centros educativos de la capital del Maresme. La escena queda grabada y, tres días más tarde, el video se hace viral. Las puertas de la escuela La Llàntia se llenaron de pintadas con mensajes racistas y xenófobos contra el islam, en alusión a la nacionalidad de los agresores, que fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía de Menores. El 29 de abril, una pelea con armas blancas en un piso del barrio de Cerdanyola acaba con un herido grave.

Así, casi un mes después de que prendiese la chispa de la tensión social en el barrio, y aunque en las últimas dos semanas no se han registrado incidentes nocturnos, la llamada 'Plataforma Veïnal per la Seguretat de Mataró', apoyada por entidades como 'Deport Them Now' ('Deportémoslos ahora', traducido al castellano) ha convocado la protesta para este martes con el lema 'Hoy es Cerdanyola, mañana puede ser tu barrio'. En sus redes sociales han asegurado que la protesta "va de poder vivir en paz y seguridad, va de no tener miedo cuando salimos a la calle, va de que nuestros hijos puedan ir tranquilos".

Los Mossos investigan una pelea con un herido en el barrio de Cerdanyola de Mataró

Manifestación contraria el jueves

Dos días después, la plaza de l'Onze de Setembre será el inicio de otra manifestación, en esta ocasión de signo diametralmente opuesto. Una red de entidades, de entre las que destaca el Sindicat d'Habitatge de Mataró, han convocado una protesta para el 8 de mayo "contra el racismo y los desahucios". La marcha comenzará en Can Morros y se dirigirá hasta el Ayuntamiento (donde se estará llevando a cabo el pleno ordinario del mes de mayo) para denunciar la "insostenible" situación del acceso a la vivienda en la capital del Maresme: "En los barrios de Mataró, la gente de clase trabajadora no puede acceder a un piso―señalan en una publicación en X―, alquileres carísimos, familias compartiendo una habitación en pisos minúsculos, gente viviendo en trasteros e infraviviendas, desahucios cada día de la semana".

Fue el alcalde de Mataró, David Bote (PSC), quien aseguró a mediados de abril (justo en el momento de máxima tensión social en Cerdanyola) que la situación en el barrio se estaba viendo agravada, precisamente, por las acciones tanto de los activistas por la vivienda ―a quienes acusó sin mencionarlos de "justificar la violencia"―, como por los partidos o grupos que "están aprovechando el miedo" para extraer rédito político. Tanto a unos como a otros, Bote pidió que "cesasen inmediatamente en su conducta".