Tensión social

Una semana de disturbios en Mataró: cinco claves para entender qué pasa en el barrio de Cerdanyola

Tras seis noches de altercados, las fuerzas policiales han realizado nueve detenciones y se han quemado casi treinta contenedores

Noches de disturbios en Mataró: el alcalde Bote asegura que el dispositivo policial se mantendrá "hasta que sea necesario"

Cuatro menores más detenidos por disturbios en Mataró: “Muchos de ellos no saben por qué tiran piedras”

Despligue policial en el barrio de Cerdanyola de Mataró

Despligue policial en el barrio de Cerdanyola de Mataró / ACN

Gerardo Santos

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Mataró
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El barrio de Cerdanyola de Mataró vive desde hace una semana escenas crecientes de tensión social. Los altercados que se suceden prácticamente noche tras noche han dejado, por el momento, casi una decena de detenidos y una treintena de contenedores han quedado reducidos a cenizas. Detrás de estos hechos se encuentran vecinos muy jóvenes de esta zona de la capital del Maresme, una de las más empobrecidas tanto de la ciudad como de Catalunya. Tras seis noches de altercados, las fuerzas policiales y los dirigentes políticos implicados hacen bascular sus opiniones entre la urgencia de mantener el orden público y la necesidad de enfocarse en las causas sociales que pueden explicar la degradación de la situación en el barrio.

El pasado miércoles 9 de abril, por la tarde, dos jóvenes intentaron ocupar un piso (vacío, y propiedad de una entidad bancaria) en los bajos del número 64 de la calle València del barrio de Cerdanyola de Mataró. Agentes de los Mossos d'Esquadra, apoyados por la Policía Local de Mataró, frustraron el intento. Hacia las 20:00 horas, uno de los dos individuos que había entrado al piso saltó por el balcón y la policía catalana le redujo y detuvo, ante la mirada de decenas de vecinos. Esa misma noche, ardieron seis contenedores y papeleras y se produjeron altercados, en respuesta al operativo policial. Los Mossos anunciaron que reforzarían su presencia en la zona, durante dos semanas, con unidades ARRO y patrullas conjuntas con la Policía Local. Desde entonces, los disturbios se han sucedido prácticamente cada noche.

La tensión social en el barrio continuó degradándose con el paso de los días, hasta llegar a la noche del lunes 14, momento en que se produjeron los altercados más graves. Los bomberos sitúan a las 20:15 horas el aviso del primer contenedor quemado. Fuentes policiales explican que un grupo de encapuchados lanzó objetos a los bomberos que procuraban apagar las llamas, lo que provocó la intervención policial. Unas sesenta personas recibieron a los agentes lanzándoles objetos como "mandarinas o huevos".

Los disturbios estuvieron precedidos por una asamblea convocada por el Sindicat d'Habitatge de Mataró, entidad que desde hacía días criticaba la muy numerosa presencia policial en el barrio y hablaba de un "ambiente de excepción policial" en que "de noche, cualquier joven racializado en la calle es parado e identificado". Los activistas por la vivienda declaran ante la prensa que ya hacía tiempo que la situación en el barrio estaba "muy caldeada" y los conflictos, "a punto de estallar".

Agentes de la unidad ARRO de los Mossos d'Esquadra desplegados en el barrio de Cerdanyola de Mataró

Agentes de la unidad ARRO de los Mossos d'Esquadra desplegados en el barrio de Cerdanyola de Mataró / ACN

Durante la mañana siguiente, la del martes 15, el líder de Vox en Catalunya, Ignacio Garriga, se desplaza al barrio de Cerdanyola, uno de los ocho barrios mataronenses donde la formación de ultraderecha fue el segundo partido más votado en las últimas elecciones municipales, por detrás del PSC. Allí, Garriga señala a la inmigración como el principal origen de la situación. Por otro lado, el portavoz del PP en el Parlament de Catalunya, Juan Fernández, pide la comparecencia de la consellera de Interior, Núria Parlon, para dar explicaciones sobre los altercados.

El alcalde de Mataró, David Bote (PSC) ―vecino precisamente de Cerdanyola― atiende a la prensa a media mañana. En su mensaje destacan tres ideas. La primera, que para la "tranquilidad" de los vecinos la presencia policial en el barrio se mantendrá "hasta que sea necesario". La segunda, que la escalada de violencia se explica por el papel desempeñado por "gente muy vinculada a la defensa de las políticas de vivienda", en una referencia muy poco velada al Sindicat d'Habitatge local, con quien Bote asegura haber tenido ya "algún encontronazo en el pasado". Asimismo, el edil socialista acusa a Vox de querer "sacar rédito político" de la situación y les reclama que dejen de "utilizar el miedo para generar aún más confusión".

Una vez la situación en el barrio trasciende las fronteras de la política meramente local, miradas lejanas ponen su interés en Cerdanyola, la demarcación local más pobre de Mataró (8.275 euros de renta media por persona en su sección sur) y la decimotercera más pobre de Catalunya según el Idescat. En el contexto de una ciudad cada vez más dual, en que los precios de la vivienda se polarizan y una parte de los vecinos se sienten excluidos del sistema, las fuerzas del orden implicadas indican que las raíces de la delicada tesitura que se vive en Cerdanyola responden a un problema más bien social y comunitario que no de orden público.

No en vano, los protagonistas de los altercados acaecidos en la última semana son, en su mayoría, muy jóvenes. En una entrevista concedida a 'RAC 1' este miércoles, el intendente de los Mossos d'Esquadra Toni Rodríguez ha señalado la "fractura social importante" que marca el barrio mataronense, en que "la percepción de desigualdad es activa". Rodríguez ha indicado asimismo que "si se les pregunta, muchos de esos jóvenes que tiran piedras no saben por qué lo hacen". En síntesis, para Rodríguez la solución a la creciente tensión social en el barrio "no puede ser solo policial", más allá de que los Mossos d'Esquadra "son los responsables de impedir que personas o colectivos organizados impongan dinámicas que dificultan la convivencia".

Las primeras palabras de la consellera de Interior, Núria Parlon, sobre los disturbios en Mataró han llegado este miércoles. Si bien la máxima responsable política de la policía catalana ha explicitado que ahora mismo "hay un problema de orden público", también ha señalado que una vez la situación se haya "normalizado", se tendrán que llevar a cabo "todos aquellos programas de carácter social, de acompañamiento, y de refuerzo en algunas de las conductas que se puedan observar", ha recogido la Agència Catalana de Notícies.

Así, al filo de cumplirse una semana desde que comenzasen los incidentes, entre Mossos y Policía Local han realizado nueve detenciones, cinco de las cuales corresponden a menores de edad (uno de ellos, menor de 14 años, es inimputable y ha tenido que ser entregado a sus padres). Los contenedores quemados desde el día 9 ascienden a 27 (20 de los cuales, en el barrio de Cerdanyola) y los vehículos calcinados son tres.

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