Fiestas en pandemia

Las grallas y los gigantes devuelven el ambiente de fiesta a Mataró

La tradicional ‘Gegantada’ de Sant Jordi se transformó en un baile de gigantes sin pasacalles

El público sentado sigue el Baile de Gigantes de Mataró, el 24 de abril de 2021.

El público sentado sigue el Baile de Gigantes de Mataró, el 24 de abril de 2021. / ACN / Jordi Pujolar

ACN

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El sonido de las grallas volvió a resonar en Mataró este fin de semana, después de más de un año de pandemia. El día de Sant Jordi ha servido a la ciudad para recuperar algunos actos de cultura popular, adaptados a la situación sanitaria, y recuperar el ambiente festivo que reinaba en la capital del Maresme hasta antes de marzo de 2020.

La Gegantada de Sant Jordi, con una historia que se remonta al 2000, se transformó este fin de semana en un baile de gigantes sin pasacalles en el parque Central de Mataró. "Esto es el súmmum. Hace un año que no salimos a la calle y teníamos muchas ganas de celebrarlo", aseguró Yolanda Navarrete, miembro de la Coordinadora de Grupos Gigantes de Mataró.

A diferencia de la Gegantada tradicional, el baile de gigantes de este Sant Jordi -con pases también este sábado- se hizo en un recinto cerrado, con control de acceso, cita previa y distanciamiento. Además, los grupos que participaron también incorporaron un protocolo covid-19 que comportaba, entre otras cuestiones, que sólo pudiera haber un portador por gigante en cada pase.

"Que estemos en pandemia no significa que no podamos ver bailar gigantes o escuchar buena música, si lo hacemos desde un formato de cultura segura", defendió Navarrete. Desde la Coordinadora defienden que formatos como el estrenado este fin de semana se puede continuar haciendo si el contexto sanitario no mejora.

Las ‘nuevas Gegantades

El embrión de las 'nuevas Gegantades’, aseguró Navarrete, ha demostrado que "dentro de un formato seguro se puede disfrutar de la cultura. Este es el primero", insistió. Los miembros de los grupos celebraron también la respuesta del público, que también hacía más de un año que no veía los gigantes bailar al son de las grallas y los tambores.

"La gente tiene muchas ganas de disfrutar del momento y de disfrutar de los gigantes. Aunque están sentados y no se pueden levantar, también bailan desde la silla con nosotros. Es muy satisfactorio", celebró la miembro de la Coordinadora de Grupos de Gigantes de Mataró después de ver la reacción de los asistentes al primer pase del baile de gegants.

A parte del formato, otra diferencia del baile de gigantes con la Gegantada tradicional fue la ausencia de algunas figuras. En esta versión experimental del acto, se contó con la participación de trece grupos de diferentes barrios y escuelas, de la treintena que hay en total en la ciudad bajo el paraguas de la Coordinadora.

Entre las ausencias, la más destacada fue la de las figuras institucionales, la Familia Robafaves. Durante el fin de semana de Sant Jordi, las figuras oficiales han quedado expuestas en la planta baja del Ayuntamiento de Mataró, que también se ha abierto a la ciudadanía para que pueda ir a ver. Para volver a verlos bailar, pero, aún habrá que esperar.

Regresa la Fogonada

Este año, Mataró pudo volver a cerrar el día de Sant Jordi con su acto más emblemático. Después de un 2020 negro para el sector cultural, la guinda la ha vuelto a poner este viernes la Fogonada, una adaptación de la leyenda de Sant Jordi que tiene al Drac de Mataró como protagonista y que este año cumple su 25 aniversario.

El Drac de Mataró, durante la 'Fogonada', el 23 de abril de 2021.

El Drac de Mataró, durante la 'Fogonada', el 23 de abril de 2021. / ACN / Jordi Pujolar

En esta historia, el cautiverio de la princesa está en manos del boc, un macho cabrío, un personaje siniestro que también tiene dominado al Drac bajo un hechizo. El caballero Sant Jordi los libera a ambos y el Drac se convierte en un ser querido en una ciudad en la que promete proteger para siempre. El fuego del dragón, los foguers y las diablesses iluminan el fin de fiesta con los tradicionales voltafocs y al ritmo de La Coixinera.

El espectáculo, de unos 40 minutos de duración, se adaptó este año a las restricciones sanitarias y toda la representación de la leyenda se concentró en la plaza del Ayuntamiento. En las 24 ediciones anteriores, la Fogonada había recorrido las calles y plazas de Mataró, donde se iban representando las diferentes escenas, combinando teatro de calle, leyenda, fiesta y fuego.

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