CONTRA LA CONDENA A LOS LÍDERES INDEPENDENTISTAS

"Yo soy español, pero estoy aquí por mis amigos"

Dos chavales, uno con una estelada y otro con una 'senyera', cortan una carretera en Mataró.

Dos chavales, uno con una estelada y otro con una 'senyera', cortan una carretera en Mataró. / MANUEL ARENAS

Manuel Arenas

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Una fotografía de la manifestación del pasado miércoles 16 de octubre en Mataró (Maresme), donde unos 2.000 ciudadanos se pronunciaron contra la sentencia del 'procés', retrata con nitidez el gran logro del independentismo en las masivas movilizaciones a lo largo y ancho de Catalunya estos días. En ella aparecen dos adolescentes prácticamente de la mano, uno con una estelada y otro con una senyera, caminando al unísono y decididos a cortar una carretera, concretamente la autopista C-32, que bordea la costa del Maresme.

La instantánea representa dos realidades de estas movilizaciones. La primera, la complejidad catalana: las impresionantes concentraciones contra las condenas a los presos independentistas respiran como la cristalización de que hayan convergido dos maneras de ver Catalunya, a días contradictorias, que a su vez no contemplan a una tercera, ausente e incluso crítica y contraria. La segunda, que el mantra independentista de "ensanchar la base" no sólo tenía que ver con seducir al votante no independentista, sino también al que todavía no tiene edad de votar.

En ese sentido, la concentración de Mataró -convocada en la plaza Granollers por el CDR Mataró y culminada tras dos horas de marcha en los cortes de la C-32 y la C-60- la lideraron manifestantes jovencísimos, muchos de ellos en edad estudiantil, tanto que por momentos equipararon el acto político a una juerga adolescente, a un botellón: unos cantaban y fumaban porros; otros bebían cerveza y se apartaban puntualmente de la marcha para orinar en plena carretera, a pocos metros de los Mossos y la Policía local mataronense implicada en el operativo. 

Esa tónica pacífica y festiva de la concentración la sintetizó la proclama al aire de un chaval menor de edad al rato de cortar la C-32: "Yo soy español, pero estoy aquí por mis amigos", espetó entre las risotadas de sus colegas justo antes de alegrarse por poder saltarse cole hoy.

Buena comunicación entre CDR y Policía

Algo destacable de la movilización mataronense, la más numerosa de esta semana de protestas en la capital del Maresme, fue la buena comunicación entre los integrantes del Comité de Defensa de la República (CDR) de Mataró y los cuerpos policiales que cubrían la marcha.

"Al llegar a la rotonda tenéis que ir por la derecha, donde tenemos las motos", le decía un policía local a uno de los chicos que encabezaban la concentración. Este actitud dialogante contrasta con la idiosincrasia de otras manifestaciones en grandes ciudades próximas a Barcelona -donde los hechos son notorios-, por ejemplo Sabadell (Vallès Occidental), donde el pasado martes hubo una batalla campal, informa Àlex Rebollo.

Después de que sonara en la plaza Granollers 'Serem Ocells' -"No hi haurà gàbies per tants ocells"-, de 'Oques Grasses', uno de los himnos de las movilizaciones independentistas, la marcha cogió músculo en la Via Europa, donde los cientos de manifestantes congregados en un principio pasaron a ser miles, al punto que desde la primera pancarta no había posibilidad de ver la última. "Els carrers seran sempre nostres!", cantaban a una única voz los manifestantes mientras avanzaban hacia la C-32.

Concentración desconvocada tras el corte de la C-60

Tal y como contó en directo la edición local de EL PERIÓDICO en Mataró, el momento culminante de la movilización fue cuando una veintena de manifestantes consiguieron cortar la autovía C-60 a la altura de Mataró. Tras poco después del corte, que como el de la C-32 bloqueó el paso de los coches -cuyos conductores, en algún caso aislado, mostraron su enfado-, la marcha fue desconvocada por el CDR Mataró.

Más allá de las fronteras independentistas en Mataró, también ayer fue el día elegido por la plataforma 'Mataró se queda en España' para convocar una manifestación antiindependentista para el próximo 26 de octubre, que pretende reeditar la afluencia de otra anterior -1.800 personas-, "la primera gran manifestación por la unidad", reivindican los convocantes, como contraposición a las movilizaciones contra la sentencia del 'procés' de estos días.

Más noticias de Mataró en la edición local de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA