EN AÑO ELECTORAL

El gobierno de Mataró consigue la cuadratura del círculo: cuatro presupuestos sobre cuatro en el mandato más convulso

A pesar de contar con solo 6 de los 27 concejales, David Bote ha conseguido sacar adelante las cuentas de todo el mandato gracias al éxito de la estrategia de la "geometría variable"

David Bote, alcalde de Mataró.

David Bote, alcalde de Mataró. / ANNA MAS

Joan Salicrú

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Nadie lo imaginaba posible en el que ha sido el mandato más convulso de la política municipal en Mataró en mucho tiempo pero a pesar de la altísima fragmentación política –aunque ahora se empieza a ver que probablemente es “gracias a ella”- el gobierno de David Bote ha conseguido aprobar los cuatro presupuestos municipales.

El pasado jueves por la noche, durante el pleno municipal de marzo, el ejecutivo en “minoría absoluta” del PSC -6 de 27 concejales- consiguió contra todo pronóstico y una vez más gracias a la “geometría variable” sacar adelante los presupuestos de 2019, que suman 145,55 millones de euros, y completar así la cuadratura del círculo.

Los socialistas contaron con el voto favorable del mundo de los comunes -ICV-EUiA y la concejala no adscrita vinculada a Podemos, que votaban a favor de un presupuesto municipal por primera vez en este mandato- y de Ciudadanos, que los apoyaba por tercera vez consecutiva, y la abstención de CiU, ERC-MES, VOLEMataró y el PP, que por primera vez en el mandato no votaba a favor de las cuentas. Votaron en contra Plataforma per Catalunya, la CUP y el concejal no adscrito Víctor Manuel Paramés.

Es una formula parecida, aunque no idéntica, a la que permitió sacar adelante las cuentas de 2018: votos favorables de PP y Ciudadanos y la abstención de CiU, ICV-EUiA y una concejala no adscrita.

Antes, cuando CiU aún estaba en el gobierno municipal con el PSC –aunque sin sumar mayoría absoluta-, el ejecutivo presidido por David Bote consiguió aprobar las cuentas municipales con el apoyo de PP y Ciudadanos y la abstención de Esquerra (2017) y con el apoyo del PP y las abstenciones de Esquerra, VoleMataró e ICV-EUiA (2016).

El éxito del gobierno socialista contrasta con el del anterior ejecutivo, presidido por Joan Mora, el cual solo consiguió aprobar unos presupuestos, los de 2012, gracias al apoyo del PSC, con quien sumaba mayoría absoluta en el pleno.

Este mismo partido, no obstante, bloqueó la aprobación de la resta de cuentas del mandato con sus ocho concejales y Mora solo fue capaz de aprobar otras cuentas –las de 2014- gracias a la posibilidad –actualmente no vigente, desde 2016- de aprobar en Junta de Gobierno unos presupuestos en el caso de no haber recibido el apoyo mayoritario del pleno y siempre y cuando el año anterior las cuentas se hubieran prorrogado.  

Aprobación inicial bloqueada

Cuando en el mes de octubre pasado el gobierno socialista llevó los cuartos presupuestos de la era Bote al pleno, ocurrió algo inesperado: según sus ex socios de CiU los socialistas no habían hecho los deberes y éstos votaron en contra de la misma tramitación, una cuestión que normalmente era un mero trámite.  

Todo el mundo, en aquel momento, daba por hecho que las cuentas de 2019 no saldrían adelante y que suficiente hazaña había sido conseguir aprobar tres cuentas municipales en un mandato muy convulso durante el cual el gobierno –que ya era minoritario- se desmembró a medio camino.

Pero el concejal de Servicios Centrales y verdadero hombre fuerte del alcalde David Bote, Juan Carlos Jerez, no se dio por vencido y poco a poco fue construyendo un bloque de alianzas –primero con ICV-EUiA y con el mundo de Podemos, presentada en el mes de diciembre, anunciado un giro a la izquierda de cara al próximo mandato- que este jueves se completó con el apoyo de los dos concejales del grupo de Ciudadanos (que actúan al margen del partido, pues Juan Carlos Ferrando no liderará la lista de los de Albert Rivera el 25 de mayo, cosa que podría explicar este enésimo voto positivo).

Por otra parte, Jerez se aseguró que Convergència i Unió se abstuviera en la votación final y que hicieran los mismo Esquerra –que en algún momento se llegó a plantear el voto afirmativo, puesto que ICV-EUiA apoyaba las cuentas por primera vez- así como de VOLEMataró y el PP, que ya había anunciado que no votaría a favor del presupuesto si este contaba con el apoyo del mundo de los ‘comunes’.

Un incremento de casi siete puntos de las cuentas municipales

El interés del gobierno socialista en aprobar las cuentas residía en que en este ejercicio el montante total sube casi siete puntos respecto el que se aprobó para 2018, que no es poca cosa. En concreto hablamos de 145,55 millones de euros. De éstos, 21,63 millones serán para inversiones, la cifra más elevada del mandato.

Así, se seguirán ejecutando proyectos plurianuales ya en marcha como la compra de activos de PUMSA (4,39M €); el Café Nou (1,51M €); el plan de alumbrado (1,03 M €); el plan de asfaltado (636.000 €), la pista polivalente cubierta en el barrio de Cerdanyola (385.000 €) o la Presó (309.000 €); y también nuevas inversiones como el proyecto del Centro de Acogida de Animales de Compañía (960.942 €); el Espai Jove de Rocafonda (250.000 €); la conexión de diferentes equipamientos educativos en el Tub Verd (206.969 €); el equipamiento cívico en el Palau (115.000 €) o la reparación de la chimenea de la Tíntex situada en la plaza de la Assamblea de Catalunya (100.000 €).

Además, el presupuesto destinará 2,2 M € a políticas vinculadas a la vivienda: 1,57M € al fondo de inversión de viviendas; 200.000 € para rehabilitaciones de viviendas en Cerdanyola y 200.000 € en Rocafonda; y 86.000 € para el fondo de fomento a la rehabilitación, aparte de los 200.000 € que se han incorporado para subvenciones para la rehabilitación de edificios con patologías en Cirera.

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