Can Fàbregas no se reconstruirá en su emplazamiento original de Mataró si no lo pide explícitamente un juez

Del dicho al hecho hay un trecho. Una cosa es que el Tribunal Supremo no haya admitido a trámite los recursos de casación presentados por el Ayuntamiento de Mataró, la Generalitat y El Corte Inglés respecto la sentencia de anulación del planeamiento urbanístico de toda la zona de Can Fàbregas donde tenía que ir el centro comercial dictada por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. El alcalde de la capital del Maresme, David Bote, lo anunció este lunes en Junta de Portavoces.

Otra, muy distinta, es que la nave vaya a ser reconstruida en su emplazamiento original, en la esquina de la calle Biada con la actual Ronda de la República, como algunas interpretaciones han sacado a relucir estos días, puesto que ningún juez lo ha pedido específicamente y de forma ejecutiva.

“Si un juez no lo pide explícitamente, Can Fàbregas no volverá a Can Fàbregas. Con la decisión del Supremo se confirma la anulación de los distintos planeamiento urbanísticos, sí, pero no hay que confundir las cosas; por el momento no contamos en tener que reconstruirla”, afirman fuentes municipales.

De hecho, estas mismas fuentes recuerdan que en ninguna sentencia vinculada a Can Fàbregas se explicita que haya que reconstruir la nave en su emplazamiento original. “En todo caso dice que en su momento se debería haber hecho compatible la presencia de la nave con la del centro comercial”, aseguran, señalando que una cosa es la teoria jurídica y la otra la "ejecutabilidad" de la misma.  

Sentencia del Supremo esperada

Además, el gobierno municipal de Mataró, que tiene como concejala de Urbanismo a una abogada, Núria Moreno, era perfectamente consciente que las posibilidades de que los recursos de casación interpuestos prosperaran eran muy pequeñas. No obstante, se decidió recorrer a todas las posibilidades jurídicas para defender los intereses municipales e intentar no dañar más la ya maltrechas relaciones con El Corte Inglés.   

También es verdad que el tiempo transcurrido entre la presentación del recurso –septiembre 2017- y la respuesta alimentaba la posibilidad de que finalmente se tomaran en consideración.

Sea como sea, obviamente, la decisión del Supremo supone un imponderable definitivo para la llegada de El Corte Inglés a la ciudad, posibilidades de por sí ya muy disminuidas a raíz de los varios problemas que ha acarreado en los últimos tres lustros esta cuestión, convertida en un auténtico culebrón para la vida política, económica y social de la ciudad.   

Los técnicos municipales reemprenden el camino

Así las cosas, si se quiere posibilitar la llegada del equipamiento comercial, habrá que volver a rehacer todo el planeamiento urbanístico de la zona. De hecho, el ejecutivo de David Bote ha asegurado que técnicos municipales ya trabajan en el posible encaje urbanístico del ámbito. Es decir, que no se dan por vencidos. Todo esto suponiendo que la denominada “locomotora comercial” quisiera seguir viniendo a la ciudad, cosa que a estas alturas de la película no parece nada clara.

Para aclarar la situación, el gobierno municipal anunció este martes su voluntad de reunirse con representantes de El Corte Inglés, propietaria del solar, para conocer sus planes de negocio en la ciudad teniendo en cuenta la situación jurídico-administrativa.

Más noticias de Mataró