Memoria histórica

Mataró reconoce los fortines construidos durante la Guerra Civil

Actualmente se tienen documentados ocho búnkeres, situados de forma ordenada a lo largo de la franja litoral de su término municipal

Búnker situado en la playa de Mataró.

Búnker situado en la playa de Mataró. / periodico

El Periódico

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Mataró ha decidido reconocer los fortines o búnkeres construidos durante la Guerra Civil en el litoral de la ciudad, recuperados actualmente por iniciativa de la Comissió de la Memòria Històrica de la Gent Gran. El acto de reconocimiento tendrá lugar este sábado 1 de diciembre a las 12 del mediodía, durante el cual se presentará la nueva señalización de los búnkeres.

A parte de las autoridades, también participaran en este acto los Dansaires d’Iluro que escenificarán el Baile de los pescadores de la Ermita de San Simón y el gigante "El Ferm", figura que representa Domingo Castellà, quien durante años vivió en el fortín situado junto al Centro Natación Mataró.

Con esta celebración la ciudad cierra un trabajo de años de recuperación de este episodio de su historia. En 2001, la Comisión de la Memòria Històrica de la Gent Gran de Mataró impulsó la iniciativa de recuperar los búnkeres de la Guerra Civil y realizó un trabajo de investigación y divulgación sobre los diferentes fortines de la ciudad para mejorar el conocimiento público del patrimonio bélico del siglo XX.

En el año 2010 se realizó un inventario para estudiar el estado de conservación, la situación geográfica y las posibles funciones específicas y técnicas constructivas de los fortines y, en 2013, el Ayuntamiento catalogó los cinco fortines conservados como Bien Cultural de Interés Local. El último de los fortines, el octavo, se localizó más tarde hundido en el mar.

Ocho fortines

Actualmente se tienen documentados ocho fortines o búnkeres, situados de forma ordenada cada 600 metros, a lo largo de la franja litoral del término municipal. De estos, hay cinco situados entre la playa del Varador y el torrente de Vallgiró que siguen en pie, aunque en diferentes estados de conservación.

Construidos durante la Guerra Civil, los fortines eran utilizados como punto de vigilancia para avisar de las incursiones en la comarca del Maresme y Barcelona y también para la defensa ante posibles bombardeos enemigos realizados desde el mar por barcos como el Canarias, que bombardeó Mataró el 8 de junio y el 22 de julio de 1937. Posteriormente fueron utilizados por la Guardia Civil para vigilar el contrabando y, hacia los años 50, fueron habitados por algunos emigrantes.

Todos los búnkeres tienen la misma estructura y fueron construidos con los mismos materiales: hormigón armado sobre un cimiento de piedra, y con un acabado de arena en la parte externa que favorecía su camuflaje con el entorno. Algunos fortines tienen la puerta de entrada a la zona de levante y, otras, a la de poniente. Parece que también podrían haber sido equipados con armamento antiaéreo.

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