NOVEDAD EN MENTORÍA ACADÉMICA

Proyecto 'Horitzons': derribar el mito de la Universidad también desde Mataró

Sergi Berlanga y Sergi Llusà, mentores del proyecto Horitzons, en el INS Miquel Biada de Mataró.

Sergi Berlanga y Sergi Llusà, mentores del proyecto Horitzons, en el INS Miquel Biada de Mataró. / periodico

M. Coll

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“Me llamo Sergi y estoy en cuarto curso de Medios Audiovisuales en el Tecnocampus de Mataró. Estamos aquí para ayudaros a encontrar vuestro camino. Nos podéis preguntar todo lo que queráis. Os comprendemos porque todo lo que estáis viviendo ahora vosotros, nosotros también lo hemos pasado”.

Con esas palabras se presentaba hace unos días uno de los mentores del Proyecto 'Horitzons' a una clase de primero de Bachillerato del Instituto Miquel Biada de Mataró, primer centro fuera de la ciudad de Barcelona donde llega esta iniciativa.

El proyecto 'Horitzons', promovido por la Uninversitat Pompeu Fabra (UPF) y el Tecnocampus, es un programa de innovación y transferencia social que pretende acercar la Universidad a los alumnos de Bachillerato: exponerles qué supone realizar estudios superiores y cómo hacerlo. Un programa pensado para aquellos alumnos que “son los primeros de su familia que quieren ir a la Universidad, que viven en un entorno complicado o en familias con falta de recursos económicos”, según explicó Fàtima Prat, directora del centro de secundaria.

Adolescentes que, según puntualizó Carme Hernández, del Centro por la Innovación en Aprendizaje y Conocimiento de la Universitat Pompeu Fabra, “no se plantean hacer educación superior por falta de referentes universitarios en su entorno”. Referentes que, en este caso, y esta es la originalidad del proyecto, son estudiantes universitarios, jóvenes que se convierten en mentores de los alumnos de secundaria justo en el momento que deben decidir su futuro.

Sin referentes a quienes consultar dudas

“He decidido ser voluntario de este proyecto porque, cuando yo era estudiante de Secundaria, no tuve ningún referente claro o alguien que me respondiera las dudas reales que tenia”, reconoció Sergi Llusà, estudiante de segundo curso de Turismo del Tecnocampus. 

Una situación de desamparo que en su momento también vivió Sergi Berlanga, ahora a punto de terminar la carrera de Audiovisuales,  y que con este voluntariado intenta subsanar: “Siempre que con mi experiencia pueda ayudar a gente que esté en un momento difícil, a nivel personal o académico, lo haré”.

“Soy voluntario de este proyecto porque cuando yo era estudiante de secundaria no tuve ningún referente", explica un mentor

Esta iniciativa se puso en marcha en la UPF el curso 2014/2015 en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona, pero los resultados positivos han propiciado su proyección más allá de la capital catalana, donde cinco institutos ya lo aplican.

“A nivel de ciudad estamos muy contentos del inicio de este proyecto porque una de nuestras prioridades es combatir el paro juvenil y para ello la educación es clave”, valoró Miquel Àngel Vadell, concejal de Educación del Ayuntamiento de Mataró.

Universitarios y voluntarios

Ahora únicamente han sido Sergi Berlanga y Sergi Llusà quienes se han presentado por primera vez en las tres clases de primero del INS Miquel Biada, pero en total son seis los mentores que durante siete sesiones orientarán a los adolescentes e intentarán reducir la sensación de miedo que produce el paso a la enseñnza superior. “Esta es una época de dudas, pero ir a la universidad no deja de ser un curso más; el cambio más grande es en la metodología de trabajo”, avanzó Llusà.

Para hacer este voluntariado, los jóvenes han recibido dos días de formación ya que “ninguno de ellos estudia Pedagogía o Educación”, puntualizó Montserrat Vilalta, directora de servicios y proyectos del Tecnocampus, unos conocimientos no imprescindibles ya que en está ocasión solo cuenta la experiencia. “Como los voluntarios también han pasado por esta misma situación, pueden ofrecer a los jóvenes buenos consejos, pero también información práctica, por ejemplo, cómo solicitar una beca”, explicó.

“Seguramente, las universidades nos equivocamos en la orientación y por eso es mejor que sean los propios alumnos los que asesoren a los futuros estudiantes”, certificó Vilalta; pero también insistió: “No se trata de un programa de captación de alumnos ni de asesoramiento de estudios”, sino de una propuesta para “acabar con el distanciamiento” que supone pasar del instituto a la universidad.

En estos momentos, solo la mitad de los alumnos que cursan segundo de Bachillerato en el INS Miquel Biada de Mataró, centro ubicado en el barrio de Cerdanyola, zona de muchas familias inmigrantes, siguen estudiando. El resto no lo hacen “porque tienen mitificada a la universidad o porque no consideran que ellos no pueden tener esta posibilidad”, según la directora Fátima Prats; un porcentaje que con el proyecto 'Horitzons' se pretende aumentar.

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