Tensión máxima en el seno del gobierno que forman en Mataró el PSC y CiU

Tensión máxima en el seno del gobierno que forman en Mataró el PSC y CiU como reacción a los sucesos acaecidos ayer martes en la capital catalana y después de que el primer teniente de alcalde de CiU, Joaquim Fernàndez, exigiera al alcalde socialista David Bote una condena de los hechos durante una concentración que tuvo lugar al mediodía ante el Ayuntamiento: "No queremos el alcalde al lado de los represores". 

El primer teniente de alcalde hizo este llamamiento durante la concentración que unos 400 personas llevaron a cabo ayer a las puertas del Ayuntamiento de la capital del Maresme y en la que tomaron parte los ediles de su grup, CiU, así como los de ERC, VoleMataró, ICV-EUiA y CUP, mientras una parte de los manifestantes instaban a los antiguos convergentes a llevar a cabo una moción de censura contra David Bote. 

Una movilización que se repitió a las 20 horas en el mismo sitio con la asistencia de 700 personas, según la Policía Local, que ocuparon el tramo central de La Riera.

"No permitáis que os hagan cómplices de la represión. Siempre la hemos combatido juntos", tuiteó el primer teniente de alcalde al cabo de un rato, cuando ya se encontraba en Barcelona, participando junto a los concejales de CiU en las movilizaciones. 

Una fórmula: paralizar en parte la actividad municipal

En estos momentos, los dos grupos municipales estarían negociando una salida a la situación: CiU pide un gesto al alcalde David Bote para poder mantenirse en el gobierno aunque los socialistas ven "muy difícil" poder satisfacer las necesidades de sus socios.

De todas formas, una fórmula que se baraja en este sentido, según ha confirmado el primer secretario del PSC Juan Carlos Jerez, sería atender la petición que el grupo municipal de Esquerra ha entrado por registro -y que el de CiU comparte- de paralizar en parte la actividad municipal. Una propuesta que iría en la línea de lo que ha decidido la Junta de Portavoces de Terrassa, que decidió esta mañana suspender el próximo pleno municipal.  

El máximo responsable del PSC también asegura que su formación trabaja para dar respuesta a las demandas de su socio para darse más tiempo a la hora de abordar aspectos polémicos de la gestión del bipartito como el futuro del Corte Inglés, la ampliación del Mataró Parc o la reorganización de PUMSA. 

¿Fin al periodo de reflexión autoimpuesto?

Sea como sea, las declaraciones de Joaquim Fernández se pueden leer como un punto y a parte -o como un final- del periodo de reflexión que se había planteado la propia CiU para decidir, después del 1 de octubre, si mantenía el pacto de gobierno municipal con el PSC o, por el contrario, lo rompía. 

La gravedad de la situación generada este martes en Barcelona parece impulsar a los ediles del grupo de CiU -con el visto bueno absoluto del PDEcat local- a accelerar la decisión, en medio de los rumores sobre una moción de censura que ninguno de los posibles protagonistas confirma. 

En este sentido, Francesc Teixidó, el jefe del grupo municipal de ERC, uno de los grupos que harían falta para hacerla efectiva -y que ya la descartó el viernes-, cree que no tiene ningún sentido abrir este debato mientras los exconvergentes sigan en el gobierno municipal.

"Aunque es obvio que es una opción que podríamos llegarnos a plantear, el factor número -los números no salen- y la presencia de CiU en el gobierno actual la imposibilitan", ha explicado desde la concentración ante el TSJC, en Barcelona. 

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