Ensenyament condiciona la segunda línea en el Angeleta Ferrer de Mataró al cierre de un grupo de Antonio Machado

En la escuela que estrena edificio se han preinscrito 37 familias mientras que en el centro del barrio de Cirera hay 26 peticiones de padres

Imagen de la plaza Ventura Ametller, que queda justo delante del nuevo edificio de la escuela Angeleta Ferrer, en Mataró.

Imagen de la plaza Ventura Ametller, que queda justo delante del nuevo edificio de la escuela Angeleta Ferrer, en Mataró. / periodico

JOAN SALICRÚ / MATARÓ

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Una segunda línea en la Angeleta Ferrer, que en septiembre estrena nuevo edificio cerca de la estación, a cambio de cerrar otra en el Antonio Machado, en el barrio de Cirera.

Ésta es la propuesta del Departament d’Ensenyament en relación a las reiteradas demandas del Concejal de Educación, del AMPA y del conjunto de la comunidad educativa de inaugurar el nuevo edificio de la Angeleta Ferrer con dos líneas y no solamente con una, como había previsto el Departament.

La posición del Departament se entiende desde un punto de vista del mercado: Antonio Machado ha recibido “solamente” 26 peticiones de inscripción mientras que el Angeleta Ferrer tuvo 37, una cifra que en su momento demostró la necesidad de abrir la segunda línea.

Pero la noticia ha molestado profundamente al concejal de Educación, Miquel Àngel Vadell. “Nos parece un chantaje condicionar la apertura de la segunda línea en el Angeleta Ferrer a cerrar otra en el Machado. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?”, se pregunta.

Además, según el concejal, esta propuesta incumple la promesa hecha por el director de centros, Lluís Baulenas, en una reunión con el alcalde de Mataró David Bote, en el sentido de que no iba a cerrarse ni una sola aula de P3 el próximo curso en la ciudad, de las 56 que hay entre centros públicos y privados.  

UNANIMIDAD ENTRE LOS NUEVE GRUPOS MUNICIPALES

Así las cosas, los nueve grupos políticos con representación en el pleno municipal se reunieron el pasado viernes con la delegada de Serveis Territorials d’Ensenyament, Carmina Pinya, para expresarle que no pensaban “entrar en el juego”.

Ésta, según fuentes presentes en la reunión, echó balones fuera y derivó las quejas hacia sus superiores.

El año pasado ya cerró un grupo en la escuela de Cirera, de forma que si se consumara la voluntad del Departament respecto la Antonio Machado “llovería sobre mojado” en el barrio.

A lo que sí que estaría dispuesto el Ayuntamiento, en el marco de su voluntad de mancomunar escuelas en Cerdanyola y Rocafonda para que funcionen como Institutos-Escuela, es a cerrar un grupo en la escuela Tomàs Viñas, una de las que formaría parte del instituto-escuela de Cerdanyola. De hecho, el Departament ya dio su visto bueno a la puesta en marcha de esta iniciativa pero la aplazo al curso 2018-2019.      

CAMBIOS EN LA CONSIDERACIÓN DE NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES

Éste, no obstante, no es el único punto de fricción que aparece en el horizonte entre la Concejalía de Educación de Mataró y la delegación territorial de Ensenyament.

De forma extraoficial, a raíz de las llamadas de algunos directores de centro, la Concejalía ha tenido conocimiento de que a partir del próximo curso Ensenyament ha decidido cambiar los criterios por los cuales un niño se considera que tiene “Necesidades Educativas Especiales” (NEE).

En concreto, dentro de la tipología C de los niños con NEE –que se refiere a aquellos que tienen necesidades por motivos culturales, o sea, a los inmigrantes- a partir de ahora se considerará que si los padres hablan uno de los dos la lengua castellana, sus hijos ya no serán NEE. Hasta ahora, como mínimo uno de ellos tenía que saber hablar en catalán para no ser incluidos como NEE.

¿Cuál es el efecto que provocará esta decisión, aparentemente muy técnica? Pues que hasta ahora, explican fuentes de Les Figueretes, al otorgar este calificativo a un mayor número de niños, éstos se repartían más entre los diferentes centros –públicos y privados- de la ciudad, contribuyendo a su integración.

A partir del próximo curso, como una parte de los que ahora eran considerados NEE pasarán a ser “estudiantes ordinarios”, no habrá una distribución del alumnado por toda la ciudad tan importante como hasta ahora, de forma que se concentrarán más niños con problemas de integración en los centros de los barrios donde ya residen, cosa que preocupa especialmente los responsables de la Concejalía, donde no dudan en señalar que esto ayudará a “guetizar” aún más a determinados centros.

SE ROMPE UNO DE LOS ELEMENTOS DEL MODELO MATARÓ

Pero esto no es todo, pues a partir del próximo curso habrá otro cambio: se aplicará estrictamente la ley catalana en relación al número de plazas reservadas en cada aula para NEE.

Ésta dice que hay que reservar solamente dos plazas en cada aula, pero hasta ahora Mataró guardaba tres más, hasta cinco, de forma que los alumnos con NEE acababan aún más  repartidos en el conjunto de la ciudad.

La voluntad de repartir los alumnos con dificultades de integración era una de las bazas del llamado Model Mataró de educación, reivindicado en su día por el Síndic de Greuges a tenor de la capacidad de integración demostrada por el sistema escolar.

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