Desmontando tópicos de la transformación digital

Ha llegado el momento de hablar menos y de adoptar la transformación digital, considerando que no es más que un nuevo conjunto de herramientas diarias de productividad que nos ayudan a competir globalmente mejor y de forma más ágil

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EZEQUIEL NAVARRO. PROFESOR ASOCIADO DE EADA BUSINESS SCHOOL

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Estamos siendo bombardeados por expertos sobre transformación digital. Esto no es nuevo y los medios de comunicación lo saben bien. Su tan cacareada crisis es fruto de ésta, de su bala digital. Ha llegado el momento de hablar menos, de aceptarlo y de adoptarla, de hacerla sencilla y simple y considerar que la tan famosa transformación no es más que un nuevo conjunto de herramientas diarias de productividad que simplemente nos ayudan a competir globalmente mejor y más ágilmente.

Llevamos varios trimestres en los que todas y cada una de las compañías antaño consultoras e incluso auditoras han hecho su ‘aggiornamento’, han construido sus ‘digital labs’, han incubado alguna ‘start-up’, se han comprado algunos cascos, gafas y ‘apps’ de realidad aumentada y se han reconvertido en apóstoles de la transformación. No hay institución que se precie, ni consultora que no participe, organice o patrocine, congresos, mesas redondas, diálogos con cuatro o cinco expertos sentados en sillones de diseño en un escenario, o traigan a los famosos ‘keynote speakers’, verdaderos ‘showmen’. ¿Demasiados? Quizá.

Importante, pero hinchado

La transformación digital es un poco lo que en la jerga se llama un ‘hype’ (importante, pero hinchado) y todo el mundo sabe, es experto y nos vende ayuda con un ‘payback’ muy razonable, aunque con la modalidad de ‘x- as-a-service’, otra moda de la era que nos obliga a pagar recibos mensuales por cosas que ya no son nuestras porque ahora todos son servicios, y si están en la nube, mejor. Prepárense para cómodos pagos mensuales por todo, el CRM, el Office, el ICloud, el MRP, (¡Ah! sí, es cierto todo son acrónimos…) Y si queremos evitar el impacto de la bala digital que acabará con nuestro negocio de siempre tendremos que contratar un super experto. Hace unos meses la compañía telefónica por excelencia nos ofrecía el concepto One-Stop-Shop a nuestra empresa. Mucho más allá de su oferta tradicional de servicios de conectividad y telecomunicaciones, nos ofrecían ‘big data’, ‘analitycs’, ‘intelligence’, SW de ofimática en la nube, todo convenientemente empaquetado en un infinito pago mensual. Alguien ha descubierto el valor de una renta perpetua y lo está implantando en todas partes.

Y de nuevo, todo es bueno, conveniente, fantástico y además debe ser liderado por el CEO, ya que es estratégico y, por tanto, una responsabilidad indelegable. Claro, si es estratégico y lo dice el CEO ya se puede pasar de puntillas por la lógica de lo racional, y de los costes y del valor real que crea. En este caso, ya no hay que mirar tanto los costes de implementación y la capacidad de la organización para digerirlo. La transformación digital justifica casi cualquier coste, cualquier salvajada para neutralizar la amenaza de la muerte digital. ¡Seamos serios!

En estos momentos en una empresa mediana estamos usando SAP, Salesforce, Zoho, IoT y soluciones industria 4.0 en fábrica, ‘data mining’, gestión de fiabilidad y test, sistemas avanzados SQL y Click parta bases de datos, múltiples herramientas de ingeniería, simulación y análisis por elementos finitos y hasta un piloto con Watson de IBM. La gestión de documentos se hace en la nube con Share Point y Office 365, la gestión de la innovación se hace en una plataforma compartida en la nube. Cada uno puede ver en su ‘smartphone’ lo que sucede en tiempo real en la compañía en todo el mundo. Además trabajamos la ‘ciberseguridad’, la seguridad física, la integridad de datos y las copias con conectividad multiplataforma, para 1.000 personas, más de 500 máquinas, en cuatro continentes con SDN sobre MPLS que nos conectan mediante cables virtuales con Boonder.

¿No es suficiente? Probablemente no, pero miren, no hacemos todo eso, y todo lo que vendrá, porque nos lo ha dicho un gurú. Empezamos hace muchos años y no teníamos ni idea. Necesitamos todas esas herramientas para competir mejor, para continuar creciendo. Cuando veo que el mismo equipo que hace unos años gestionaba 18 millones de euros y ahora más del doble con mejores indicadores, vamos bien.

Durante 56 años en el mercado hemos hecho lo mismo con la automatización, la robotización, la fabricación aditiva, la visión artificial, el ‘outsourcing’, la calidad total, el márketing digital, el ‘design thinking’, el ‘lean innovation’, la internacionalización y, recientemente, el crecimiento apalancado en ecosistemas. Simplemente cogemos lo que hay disponible para competir en una era de hipercompetencia.

Mejora continua y rápida

Para hacerlo fácil: cojan lo que necesiten para competir y desbancar a sus rivales y olvídense del resto. El ‘hype’ actual son las herramientas digitales, pero hace 180 años era cambiar de la tracción animal al vapor y luego a los motores de combustión y a la electricidad. Pasar de la Olivetti al ordenador y de este a las redes y de las redes a internet y de conectar personas a conectar cosas han sido mantras en su momento: una parte de moda y otra de necesidad/oportunidad. No se centren en las tecnologías, estas pasarán, vigilen sus modelos de negocio y adáptenlos a lo que estas tecnologías permiten. La clave de Amazon o Uber no es internet, ese es el medio, la clave es la desintermediación. Los verdaderos retos están escondidos y confundidos por las marcas y la tecnología. La externalización de los procesos clave, la innovación abierta, la co-creación, la colaboración hombre-máquina y la aportación de servicios ágiles a usuarios informados, conectados y exigentes que exigen transparencia y nos escrutan en las redes permanentemente es la clave: mejora continua y rápida... ese es el foco.

La transformación y la evolución no son un paso, no son un acto. Son una actitud. He empezado desmitificando a los gurús. Era una provocación. Para resarcirles, termino mencionando una frase de un célebre artículo sobre transformación digital de McKinsey en relación con lo que dicen los pilotos de F1 sobre la velocidad de la transformación: "Si sientes que tienes todo bajo control es que no conduces suficientemente rápido”. Pisen el gas. Buena suerte y buenas ventas.