Navidad en tiempos de incertidumbre

Enfocamos una campaña de Navidad atípica, pero no negativa. La situación político-social y la climatología han tenido una influencia notoria, con caídas de ventas de hasta el 20%. Pero el cliente no ha abandonado la decisión de compra; solo la ha aplazado

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MIQUEL DONNAY. PRESIDENTE DEL CONSELL DE GREMIS DE COMERÇ, SERVEIS I TURISME

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Este año viviremos una campaña de Navidad diferente a otras anteriores. No se pueden aplicar previsiones sencillas de «como fue el año pasado, la economía este año ha crecido un X% más, por lo tanto, teniendo en cuenta esto, más los indicadores de tendencia y la evolución de los meses para cada sector, la campaña registrará un incremento o descenso del Y%», que sería un cálculo habitual (segmentándolo y adaptándolo a cada sector, claro).

Enfocamos una campaña de Navidad atípica, pero no negativa. Los estudios realizados desde el Consell de Gremis, y los encuentros y reuniones con los gremios y los sectores del comercio y servicios, muestran que ciertamente la situación político-social actual, además de otros factores, como puede la climatología, que afecta a la disponibilidad y venta de productos en diferentes sectores, han tenido estos últimos meses una influencia muy notoria; factores que han incidido en que el mes de octubre y principios de noviembre hayan tenido menos ventas, con cifras que van desde el 0% al 20% en porcentajes totales de este último octubre.

En términos generales, la afectación no ha sido tan alta como la que se calculaba en un principio. El sector servicios ha mantenido la normalidad (se siguen instalando servicios para el hogar y comprando los servicios básicos y mantenimiento); el sector de comercio cultural no ha registrado una bajada en ventas, y otros sectores han variado entre el 5% hasta el 20%, como podrían ser los productos de temporada.

En suspensión

También los datos nos muestran, positivamente, que este descenso no procede de una falta de disponibilidad económica. Tampoco se debe a que el comprador/cliente no tenga intención de realizar la compra. Simplemente, se posponen las decisiones, el cliente no tiene la predisposición. Este mes ha habido una situación de suspensión. Por lo tanto, desde el comercio debemos activar medidas para fomentar que el consumidor haga el paso de compra convencido, y que la incertidumbre de las situaciones sociales o políticas no afecten a la economía doméstica o profesional de los catalanes.

La previsión del mercado y la economía depende de muchos factores y, hoy por hoy, no se puede hacer un pronóstico acertado con una fórmula como la que citábamos. ¡Ya nos gustaría! Pero en cuanto al comercio y la campaña de Navidad sí podemos lanzar una hipótesis fundamentada en los datos y opiniones citadas. Es evidente que la Navidad se seguirá celebrando, que las cenas se harán, y que Papá Noel y los Reyes vendrán cargados de regalos, y también parece que la climatología se ha adecuado a los meses que estamos, que también favorece las decisiones de consumo. Además hay que insistir en que existe una recuperación económica doméstica, y por tanto disponibilidad para hacer gasto, lo que permite afirmar que la campaña de Navidad se moverá en términos de normalidad positiva.

Ley de comercio y elecciones

Es evidente que no es un factor positivo que en medio de la campaña haya factores políticos, como una innecesaria intervención de la ley de comercio en un momento que no corresponde ni ayuda al sector; o que el 21 de diciembre haya una jornada electoral, ya que coloca en el horizonte un aspecto que afecta y del que participa toda la ciudadanía y puede desviar la atención de la ilusión de las compras. Pero, en cualquier caso, lo que puede alterar es la previsión y realización final de la compra, y ello puede provocar aglomeración de gente comprando los días previos a la Navidad. Por ello, recomendamos tomar conciencia cuanto antes y hacer las compras con tiempo, ya que después vienen las prisas. Centrémonos en que se acercan unas fechas que, por suerte, permitirán activar el comercio y con él la ilusión de los consumidores, que luego podrán celebrar y disfrutar con sus compras.

También este año son muy relevantes las compras 'on line', un factor que año tras año se va introduciendo más en el comercio catalán. Es una necesidad para el comercio dar cobertura a las expectativas del cliente, y las muestras de consumidores dejan claro que esta tendencia no solo se mantiene, sino que crece. Ya se están aplicando medidas útiles para adecuar nuestro comercio, y en los próximos años tendremos que hacer más esfuerzos aún para adaptarnos y complementar la actividad comercial tradicional con las ventas 'on line', pues cada una tiene sus ventajas, y también sus desventajas. Pero no voy a entrar en mayor detalle, pues esto nos llevaría un artículo entero, ¡o dos!

Recuperar la ilusión

Sea como sea, nadie cuestiona el modelo de comercio catalán y nadie duda de que es un modelo de larga tradición y sólido. Esta larga tradición seguirá y, como ha hecho siempre, se adaptará a los tiempos. Y así pondremos en valor la calidad de la experiencia de la compra, un término que particularmente siempre me llama la atención y que creo que no hay que perder de vista. El comercio de Catalunya no despacha productos, ofrece un abanico de productos con una experiencia de compra que tiene un efecto en nosotros y en las personas que finalmente disfrutan de aquellos productos. De ahí que en este artículo se hayan utilizado palabras como ilusión, porque detrás de una compra hay muchos rasgos de cada persona y su estado de ánimo, y ahora que llega la Navidad es necesario que recuperemos ilusión. Por ello, es necesario que activemos el comercio de Catalunya.