Emprendedor, pon un mentor en tu proyecto

La experiencia es un grado y muchos emprendedores encuentran valiosos consejos en el asesoramiento de buenos mentores.

Es imprescindible que el emprendedor confíe en el mentor y en sus consejos, y para ello, le ha de respetar profesional y personalmente.

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De las aproximadamente 60 aceleradoras de ayuda a los emprendedores que hay en España, se pueden contar con los dedos de una mano las que tienen un alto impacto en el ecosistema. Una de las claves, en mi opinión, reside en el buen asesoramiento que puedan proporcionar los mentores.

La experiencia es un grado y muchos emprendedores encuentran en el asesoramiento de buenos mentores valiosos consejos que les ayudan sino a no cometer errores (cosa imposible e incluso poco deseable), si a equivocarse menos veces, a asumir los riesgos adecuados, a buscar alternativas, a liderar mejor equipos, a organizarse mejor, y a algunas otras cosas de gran valor. Es por ello que en IESE hemos empezado un programa de mentoría para emprendedores, con una red de mentores formada por empresarios y directivos de primer nivel, que constituirán por un tiempo una especie de consejeros independientes que les ayuden a orientar mejor la estrategia de la empresa y alcanzar unos objetivos determinados.

La palabra 'mentoría' no existe en el diccionario. ¡Propondré que la incluyan! El mentor es consejero, guía. Su trabajo suele ir más allá de los aspectos relacionados con el proyecto emprendedor, pudiéndose adentrar en temas personales.

Los emprendedores, en muchas ocasiones, además de falta de experiencia, experimentan una cierta soledad. Aún más, en proyectos liderados por un solo emprendedor. Es la soledad que también puede sentir el director general de una empresa. Si bien puede estar acompañado de un buen equipo, incluso de un gran equipo, la persona de vértice, como es el caso del emprendedor, puede necesitar de otras personas que le aconsejen. Añadamos aquí el hecho de que en muchos casos, por falta de recursos o por estar el proyecto muy en sus inicios, el equipo es escaso. La inexperiencia y la necesidad de poder comentar temas para obtener otros puntos de vista son dos buenas razones para buscar la ayuda de un mentor.

También para personas ya con experiencia, un mentor es de gran ayuda, por dos razones: nadie sabe de todo y el mentor, al estar menos pegado al proyecto, puede dar una visión desde fuera y menos emocional que puede ser de utilidad.

Para que así lo sea, el emprendedor ha de confiar en el mentor y en sus consejos, y para ello, le ha de respetar profesional y personalmente. El emprendedor es quien decide, pero debe estar dispuesto a dejarse aconsejar. Hay ocasiones en que la relación entre mentor y 'mentorizado' (palabra tampoco admitida, aún, por la Real Academia de la Lengua Española) no funciona porque el mentor aconseja y el 'mentorizado' hace lo que le da la gana… siempre. Es fundamental que el emprendedor escuche y luego decida; y también que comparta esas decisiones con el mentor.

Emprendedor y mentor debieran consensuar, al empezar su relación, lo que esperan de ella: lo que el emprendedor cree que necesita y lo que espera que le aporte el mentor, y sobretodo, lo que el mentor cree que puede aportar al emprendedor y la actitud que espera del mismo. Y definir el ámbito de esa 'mentoría' que, como comenté anteriormente, puede exceder al ámbito del proyecto y adentrase en aspectos como la capacidad de dirigirlo e incluso ámbitos más personales. En el caso del emprendedor, más que en ningún otro trabajo, los ámbitos profesional y personal se entremezclan sin solución de continuidad. Diferentes relaciones se focalizan en distintos aspectos. Por ejemplo, un emprendedor puede esperar de un mentor que le proporcione contactos con potenciales clientes o inversores para su proyecto.

Solicitados o impuestos

Los mentores pueden ser solicitados por los emprendedores, que buscan asesoramiento de personas en las que confían. Pero en muchas ocasiones, los mentores vienen impuestos o sugeridos dentro de programas de ayuda al emprendimiento, aceleradoras, u otro tipo de ayudas a los emprendedores. En este segundo caso es, si cabe, más importante la labor previa de mutuo conocimiento y acuerdo, así como saber el rol que la organización que ha solicitado la ayuda del mentor quiere y requiere.

Mentor y 'mentorizado' han de establecer las reglas del proceso de 'mentorización'. Por ejemplo, la periodicidad de las reuniones, su duración, dónde se van a llevar a cabo, información que el mentor requiere del emprendedor, etc. No significa esto que no se pueda ser flexible, cosa necesaria cuando nos referimos a proyectos emprendedores, pero establecer las bases de la relación es importante para evitar malos entendidos posteriores, para obligarse mutuamente a una relación que, aunque puede incidir en temas personales, ha de ser una relación profesional. También es recomendable, en mi opinión, establecer la duración de la relación, que no debe ser eterna. Puede ser recomendable tener diferentes mentores en diferentes etapas del proyecto emprendedor.

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Me gustaría recalcar la importancia de que el mentor reciba la información que solicita para que la relación sea efectiva. El no recibir información suele ser por una de estas tres razones: falta de confianza por parte del emprendedor en el uso de la información, falta de confianza en los consejos del mentor, o bien, falta de capacidad de elaborar la información. Cualquiera de los tres casos representa un grave problema y una señal de alarma para el mentor.

Ser mentor no es tarea fácil. Requiere también ser un poco psicólogo para dar el consejo adecuado en la forma correcta en el momento justo. El mentor también ha de saber escuchar y leer entre líneas, para poder ejercer bien su trabajo de consejero. Acabo remarcando la necesidad de una buena conexión personal, así como respeto mutuo entre mentor y emprendedor, mucho más importante que, por ejemplo, el conocimiento del sector. Y la necesidad de compromiso y disposición por ambas partes: por parte del mentor de dedicar tiempo y esfuerzo a su labor, y por parte del emprendedor de escuchar e interiorizar la valiosa información que seguro recibe.