CONCIENCIA ALIMENTARIA
La start-up antidesperdicio
Un tercio de la comida producida en España acaba en la basura. Industria, comercio y restaurantes tiran a diario kilos y kilos de alimentos y otros productos aptos para el consumo. Desde el momento en el que se obtiene una materia prima hasta que llega al usuario final, se forma una cadena de desperdicio que incluye todas las fases del proceso de producción. También en el caso de los cosméticos, por ejemplo, un cambio de 'packaging' es razón suficiente para tirar a la basura miles de productos que podrían ser utilizados.
En nuestro país vecino, Francia, las empresas tienen prohibido tirar productos aptos para el consumo humano o animal. De la mano de esta regulación surgió Phenix, una start-up social que trabaja para acabar con el desperdicio de comida y otros productos. Su labor consiste en poner en contacto empresas con asociaciones para que donen los productos que van a ser tirados. La startup trabaja con cadenas de supermercados como Carrefour y Alcampo, y gestiona la reutilización de productos de todo tipo. "También hemos trabajado con hoteles que han hecho reformas y nos han donado los muebles que iban a ir a la basura, los cuales hemos cedido a asociaciones”, explica Marc Tudó, responsable de la delegación de Phenix en Catalunya.
Obstáculos para donar en España
Esta empresa, que solo en el 2018 salvó un total de 30 millones de comidas en Francia, donde cuenta con la colaboración de más de 1.700 establecimientos, ha llegado recientemente a España. Aquí, no obstante, realizar su labor es algo más complicado. Los principales obstáculos son una población poco concienciada y una desfavorable regulación fiscal de las donaciones.
De hecho, en algunos casos a las empresas españolas les sale más a cuenta destruir los productos que donarlos. Parece ilógico, pero lo cierto es que, fiscalmente, las donaciones materiales se consideran artículos de “autoconsumo” y están sujetas al IVA. Por el contrario, los productos que se destruyen pasan a considerarse “pérdidas” y no suponen ningún coste para las empresas. “En España es necesario un cambio en la regulación fiscal de las donaciones. No tiene sentido que merezca más la pena destruir que donar”, dice Tudó.
A las empresas españolas a menudo les sale más a cuenta destruir productos que donarlos
A pesar de los impedimentos, Phenix España cuenta con nueve empresas colaboradoras, entre ellas L’Oréal, que recientemente ha realizado una donación de productos cosméticos como cremas solares o hidratantes. Estos productos, aseguran, tienen mucho valor para las oenegés que trabajan en África por los daños cutáneos que sufre la población a causa del sol.
'App' contra el despilfarro
Para que los ciudadanos también puedan colaborar contra el desperdicio de productos, Phenix ha creado una ‘app’ para dispositivos móviles. En ella, los establecimientos pueden publicar anuncios de productos que no van a aprovechar para que los usuarios puedan comprarlos a precios más baratos.
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