GRAN RECAPTE

10 años de conciencia y acción contra el hambre

Los próximos 30 de noviembre y 1 de diciembre (viernes y sábado) 2.500 supermercados y mercados volverán a facilitar el gesto ciudadano que asegura 3 meses de alimentos para necesitados. El Gran Recapte recogió el pasado año 4.656 toneladas

Imagen de la última edición del Gran Recapte d'Aliments

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Carme Escales

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Sabemos que la pobreza es algo transversal en el mundo y que a cualquiera puede alcanzar en un momento u otro de la vida. Que esa pobreza sea solo algo circunstancial es la misión de fundaciones y oenegés como Bona Voluntat en Acció. Desde su local, en el número 70 del paseo de Montjuïc, en el Poble Sec, un pequeño equipo de personas empleadas y 95 voluntarios –mayoría jubilados– aseguran que cada jueves por la tarde 160 familias tengan listo un lote de productos de alimentación y limpieza básicos para pasar la semana. Los receptores que no tienen trabajo, a cambio de ese lote semanal, se adhieren a un plan de trabajo para hacer de sus capacidades el gran puente a su inserción laboral. «El pasado año, 262 personas encontraron trabajo, 160 de ellas puntual», expone la coordinadora de Bona Voluntat en Acció, Mercè Amat. «No hacemos asistencia, buscamos con ellos una ocupación remunerada para su progreso personal y social para que algún día sean ellos quienes puedan donar alimentos si es necesario», añade.

Los próximos viernes 30 de noviembre y 1 de diciembre, voluntarios de esta oenegé barcelonesa vestirán en un supermercado el chaleco del Gran Recapte. Son manos que durante todo el año reciben alimentos de diferentes entidades, como el Banc d’Aliments. A esa llamada especial antes de Navidad que despierta conciencia social sobre el hambre en casa, se suman también cada año voluntarios de la Fundació Xiprer de Granollers, otra de las entidades receptoras de productos del Banc d’Aliments. A lo largo del año alimentan a 900 familias.

LA RESERVA EXTRA DEL GRAN RECAPTE/ En el caso de la Fundació Xiprer, cuyos voluntarios –y quien desee contribuir, pues se necesita cubrir 27.500 turnos en toda Catalunya, www.granrecapte.com– serán también parte activa los dos días del próximo Gran Recapte, la mayoría de bañeras de su ciudad –entre 80 y 100– en mercados y supermercados, irán a parar a naves de 600 metros cuadrados de almacén que tiene esta fundación del Vallès. «Los dos sábados siguientes a la recogida popular, nuestros voluntarios –durante todo el año colaboran con ellos unos 140–, clasificarán los productos», explica la gerente de la Fundació El Xiprer Vallès Oriental, Natàlia Sanchís.

Los cuatro Bancs d'Aliments de Catalunya atienden a más de 200.000 personas a través de 646 entidades sociales.

Como esta organización, que de lunes a viernes procura alimentos a personas necesitadas, 645 entidades sociales en Catalunya reciben a lo largo del año productos de diferentes puntos. Algunos son directamente excedentes de supermercados o de productores, otros llegan a través del Banc d’Aliments. Los cuatro Bancs d’Aliments de Catalunya atienden a unas 202.000 personas, según el último recuento,  a través de las entidades que trabajan de cerca con quienes conviven a diario con necesidades básicas.

    Los 2.500 puntos de recogida de alimentos que activará el Gran Recapte este año, el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, se espera que permitan garantizar productos para cubrir la atención a las familias durante tres meses.

    «A lo largo del año desde el Banc d’Aliments aseguramos a las entidades sociales una entrega regular de alimentos cada mes», precisa el director del Banc d’Aliments, Lluís Fatjó-Vilas. «Y el Gran Recapte es el extra que nos da la oportunidad de lograrlo, junto a otros tres repartos durante el año que realizamos en febrero, entorno a mayo-junio, y en octubre, de producto básico y seco como aceite, arroz, pasta o leche», añade el director de la Fundació Banc dels Aliments, entidad que el pasado año celebró sus 30 años de vida.

DIEZ AÑOS DE ESPECTACULAR MOVILIZACIÓN/ «El Gran Recapte no tiene precedentes. Es un fenómeno sociológico brutal», sentencia Pere Pujadó. Él ha sido durante 6 años director del Banc d’Aliments, pasó su relevo a Lluís Fatjó-Vilas, pero continúa vinculado a la entidad en sus tareas de responsabilidad. En este décimo aniversario del Gran Recapte, con él echamos la vista atrá: En la provincia de Barcelona, en el 2009 se recogieron 139.650 quilos de alimentos y participaron en los dos días de reclamo social 370 voluntarios en 169 puntos de recogida. El pasado año se superaron las tres toneladas de alimentos donados, 3.398.000, gracias a la ayuda de 19.750 voluntarios ubicados en 1.968 lugares.

"Aceite y leche son los productos que más faltan. Pasta y arroz siempre sobran", afirma el responsable de logística Oriol Dolader

«La crisis ha dejado una bolsa de pobreza cronificada, por lo que hay que continuar con el Gran Recapte y congregando entusiasmo», expresó Pujadó. Un entusiasmo protagonizado por los voluntarios, que el próximo viernes 30 de noviembre (y el día siguiente) los clientes de supermercados y mercados de toda Catalunya encontrarán desde primera hora de la mañana a la entrada de estos centros comerciales a punto para recibir su donación de productos.

    Aceite y leche son prioritarios. «De pasta y arroz no nos faltan nunca, al contrario, pero leche y aceite no nos llegan al Banc d’Aliments, porque no se producen excedentes, por lo que interesa que en los dos días del Gran Recapte se donen más», puntualiza el responsable de logística del Banc d’Aliments, Oriol Dolader. La logística, esa laberíntica y estudiada estrategia para hacer que todo esté listo en los puntos de recogida y ágilmente vaya llegando a la nave donde también voluntarios –más de 6.000 se precisan de a partir de 16 años– realizarán la clasificación de productos. Una nave que cada año hay que buscar que alguien ceda y acondicionarla, algo que un emplazamiento estable evitaría.

13,2% de pobreza en Catalunya

<span lang="ES-TRAD">Pobreza alimentaria es la que no permite a una persona tener una <strong>alimentación suficiente, segura y saludable</strong>. En Catalunya el año 2016 un total de <strong>990.318 personas</strong>, lo equivalente al 13,2% de la población, se encontraba en situación de <strong>pobreza.</strong> Dentro de este colectivo, se diferencia un segmento definido como pobreza severa, formado por 320.816 personas. Esa pobreza más acentuada representa el 4,3% de la población censada en Catalunya. </span>. Incluye a las personas que perciben <strong>poco más de 300 euros al mes. </strong><span lang="ES-TRAD">Actualmente, los alimentos distribuidos por las cuatro sedes del Banc dels Aliments, en Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona, se destinan a ayudar a cubrir las necesidades de alimentación de 202.025 personas. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del <strong>Instituto Nacional de Estadística </strong>(INE 2017)<strong>,</strong> la alimentación y las bebidas no alcohólicas suponen el 14,1% del gasto de las familias, que en el caso de las familias con menos ingresos aumenta hasta un 20,3%. Estas últimas lo que no destinan a alimentación lo procuran a vivienda y energía.</span>