La «persona especial» de Lula

«Mañana voy a buscarte». Los mensajes de amor tienen un núcleo imperturbable al cambio de los tiempos, los modos y soportes: se ha pasado de la carta al balcón, del móvil a las redes sociales. Lo que no cambia es la confianza y el deseo de las autoras y autores de los textos siempre de ser en algún momento. Y eso es lo que quiso hacer Rosângela Silva cuando se enteró que su «'namorado'», Luiz Inacio Lula da Silva, 32 años mayor que ella, salía de la cárcel después de 580 días. «¡Espérame!», escribió también Janja, como la llaman. El mensaje fue acompañado por 'hashtags' del tipo «nuestro amor vencerá», «nuestro amor nos aproxima» y «te amo para siempre». Ella quiso que Brasil entero supiera de su vigilia y sus ansias.

Lula hizo público su amor con Janja meses atrás. Por entonces, el horizonte de su libertad era nebuloso. De repente, los brasileños se enteraron de que el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) había comenzado a rehacer su vida sentimental entre rejas.

Lula había enviudado en dos ocasiones. Maria de Lurdes da Silva falleció en 1971. Maria Leticia Lula da Silva, su esposa por más de cuatro décadas y primera dama durante las dos presidencias, murió en el 2017.  Tuvo un accidente cerebrovascular letal que el exmandatario asoció con las humillaciones sufridas en el marco de la causa judicial por corrupción que lo llevó a la cárcel, a pesar de la debilidad de las pruebas en su contra.

Visitas, los jueves

El expresidente fue encarcelado en abril del 2018. Y en medio del encierro llegó esta socióloga paulista de 42 años, con posgrados en Historia y Gestión social, a quien apenas conocía desde los años noventa. Lo visitaba los jueves, después de que la familia de Lula se marchara. Solían conversar casi una hora, pero no tenían derecho al 'vis a vis', una situación de la que el preso solía quejarse.

Janja empezó a dar pistas de lo que les sucedía en las redes sociales. Primero comenzó reclamando con insistencia la liberación del hombre que había gobernado Brasil entre el 2003 y el 2011. En eso no se diferenciaba de millones de personas. El toque de distinción personal y a la vez revelador fue la frase: «El amor nos acerca, la luna sobre nosotros».

La boda, este año

El día que abandonó la prisión, y ya de manera formal, el expresidente les dijo a los asistentes de su primer acto público: «Quiero presentarles a una persona especial». Casi todos sabían de qué hablaba. «He logrado la proeza de, estando encarcelado, tener novia, enamorarme y que ella acepte casarse conmigo», contó Lula. Janja sonrió pudorosamente. Su novio le dio un beso y todos festejaron.

A sus 74 años, Lula quiere casarse antes de que concluya el 2019. Los medios de prensa aseguran que uno de sus padrinos será el cantante carioca Chico Buarque. El otro, su abogado Cristiano Zanin. De acuerdo con el semanario 'Isto é', Lula quisiera empezar su nueva vida en otra casa y por eso abandonará la que ocupó por cuatro décadas en São Bernardo do Campo, el cordón industrial paulista donde forjó su leyenda de líder sindical en la década del ochenta. «No tengo nada más que hacer en São Bernardo», le dijo al periódico 'Brasil de Fato'.

Señaló además 'Isto é' que personas cercanas lo han alentado a aprovechar su vínculo con Janja para cambiar los hábitos. «Los amigos dicen que durante décadas la vida social del expresidente ha estado ligada a la política. Estas personas piensan que Lula podría salir más si viviera en São Paulo».  Quizá Rosângela lo convenza.