Las penurias de un 'influencer'

Movistar+ estrena el documental 'Guapos de Instagram', sobre un aspirante a ídolo juvenil

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Juan Manuel Freire

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El mejor y más sorprendente eslogan de 'Guapos de Instagram' (muy libre traducción española de 'Jawline', es decir, 'Mandíbula') podría ser: "Un influencer te hará llorar". Y no llorar de rabia, sino de pena. Y no de pena irónica, sino real. Otra buena forma de convencer para conectar Movistar CineDoc&Roll este domingo, día 27, a las 22.00 h.: con esta película, Liza Mandelup se hizo con un premio especial del jurado a directora revelación en la sección de documental autóctono del último Sundance.

Con ella hablamos sobre este fascinante retrato de, sobre todo, un guapo, y no tanto de Instagram como de YouNow, plataforma para la retransmisión de vídeos en vivo. "En el principio, lo que quería hacer era una película sobre lo que significa ser adolescente hoy en día, cuando la tecnología se ha convertido en una extensión de uno mismo", explica Mandelup vía telefónica. "Explorar todas las diferentes emociones que trae consigo el hecho de vivir a través de las pantallas".

Mientras buscaba historias vinculadas a ese terreno, Mandelup descubrió un fenómeno, cuanto menos, curioso: algunas chicas preadolescentes pagaban por conocer a chicos que hacían retransmisiones sobre sus vidas a través de la red. "Me preguntaba si esto podía ser cierto", dice. "Y también quiénes eran esos chicos. El nivel de idolatría hacia ellos era extremo, casi superior al reservado a las estrellas del pop".

Su película acabó girando en torno a esa rama de 'influencer' adolescente masculino que se gana las atenciones y, más tarde, los dólares de las 'tweens' gracias a plataformas de 'livestreaming' como YouNow o Musical.ly (ahora llamada TikTok). Para triunfar, no parecen necesitar grandes talentos, solo capacidad para prestar atención o saber simularla. Y, claro está, una buena mandíbula.

La obra explora
esa rama de
'influencer'
adolescente
masculino que
se gana las
atenciones de preadolescentes

En el intento de llegar al corazón de la cuestión, Mandelup buscó un personaje, a ser posible "genuino", "alguien por quien me pudiera preocupar". Lo más sencillo al hacer un documental de 'influencers' es adoptar una postura crítica. La visión de Mandelup es distinta, más abierta y generosa: en lugar de juzgar, trata de entender. "No me interesaba criticar este universo. Me parecía mucho más interesante contar la historia de una persona auténtica metida en este mundo. Y saber si realmente alguien sin contactos, salido de la nada, tenía opciones de hacerse famoso a través de las redes… Si todo era así de aleatorio".

Cuando Liza encontró a Austyn

Liza llevaba ya un año explorando y filmando este mundo cuando alguien le habló de Austyn Tester, un chico de 16 años que estaba empezando a tener cierta fama como locutor emocional. Nada más conocerle, supo que aquí había una historia, un protagonista: "Su vida me parece realmente cinematográfica. Es alguien que no tiene a nadie para apoyarle y que lucha como puede para escapar de su vida". Tester representa a la perfección, explica Mandelup, el "nuevo sueño americano: salir de tu ciudad de fábricas persiguiendo tus sueños a través de las redes sociales".

A través de YouNow y otras plataformas ("he estado metiendo cosas de poesía en Twitter", comenta en el filme), Tester aspira a dejar atrás su tediosa existencia en Kingsport, en el Tennessee rural, en una casa donde se respira la ausencia de un padre drogadicto y casi todo lo que oye de su madre son sermones. Ha empezado a convertirse en líder virtual gracias, en parte, a su lenguaje motivacional. Lanza al éter eslóganes de pensamiento positivo como "si tienes un sueño, has de protegerlo". Según Mandelup, "cuando repite una y otra vez estos eslóganes, lo hace para llegar a creérselos él mismo".

Al parecer, Tester es igual con o sin una cámara delante. "No podíamos dejar de grabar porque, en el momento en que lo hacíamos, se perdía una gran escena". El equipo era pequeño y nunca se entrometió en exceso en la acción; se trataba, sobre todo, de estar ahí. "Quería seguir su viaje, donde quiera que llegase. Como siempre que retrato a alguien, busqué el modo de colaborar con la persona. Le preguntaba a Austyn qué le apetecía hacer ese día. Qué clase de escena querría grabar".

Entre esas escenas hay algunas de relativa gloria, como ese 'meet-and-greet' en un centro comercial –en el que Tester accede a que le hagan fotos subido en una especie de burrito– y todo lo relativo a su gira con otros 'influencers': Mario y Cat Selman, el dúo de gemelos 99GoonSquad y Juwany 'Flamingeos' Roman.

El protagonista 
es un chico de
16 años que
intenta dejar
atrás su tediosa
vida en el
Tennessee rural

"Después, 'boom', de vuelta donde soy pobre", como dice el propio protagonista. Nuestro héroe descubre que no es sencillo abrirse paso en la industria de los 'influencers' de redes sociales, siempre al borde de la sobresaturación y en perpetua autofagocitación. Aquí el talento no puede ser más fácil de reemplazar. Es la naturaleza del negocio.

"En esos momentos, Austyn me decía cosas del estilo de 'oh, de acuerdo, supongo que vas a contar una historia que no acaba bien'. Y yo le aseguraba: 'Eso tampoco es malo'".   

Adolescentes como todos

A quienes ya peinamos canas nos puede costar entender que tantos jóvenes de hoy en día tengan como ídolos a gente que no sabe escribir, cantar ni batir récords deportivos. La película de Mandelup arroja una luz a menudo cálida sobre el fenómeno de los 'influencers' y sus seguidores; nos recuerda que, en el fondo, estos adolescentes no son tan distintos a los adolescentes que éramos nosotros; solo se expresan y buscan dar significado a sus vidas a través de las nuevas herramientas a su disposición.

"Tampoco buscaba cambiar la opinión de nadie sobre este universo", dice Mandelup. "Lo que quería era explorar. Enseñar lo que pasa. Ahora mismo, cada adolescente del mundo está lidiando, de un modo u otro, con las redes sociales, y uno puede elegir ignorar eso o tratar de entenderlo. Yo sentía la necesidad de documentarlo".

«Después, 
'boom', de vuelta
a casa, donde
soy pobre»,
asegura el chico
tras irse de gira
con otros
'influencers'

Cualquier persona con sangre en las venas acabará empatizando con Tester, el 'influencer' más o menos frustrado. Le pregunto a Mandelup cómo le va al chico ahora mismo, si tiene planes para hacer algo con su vida. "Ya ha acabado el instituto, lo que está muy bien. Estábamos preocupados por si no llegaba a hacerlo. Ahora trabaja en un Starbucks. Supongo que está tratando de saber qué quiere hacer a continuación. En cierto modo, creo que todavía tiene el instinto de querer ser motivacional".

Pero… no hace mucho tuiteó: "Ojalá me pagaran por hacer el vago por casa todo el día". ¡Eso no es tan motivacional! "Es cierto, Austyn tiene ese lado. Yo quiero seguir siendo un apoyo para él. Creo que este documental le ha ayudado mucho".