REPÚBLICA DE TWITTER

Bukele gobierna a golpe de tuit

El nuevo presidente de El Salvador recurre a las redes sociales para dar órdenes a sus ministros y 'vender' a la población una imagen campechana y moderna de sí mismo

zentauroepp49967821 el salvador s president nayib bukele speaks with the media a190925140705

zentauroepp49967821 el salvador s president nayib bukele speaks with the media a190925140705 / periodico

Sebastián Fest

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En la madrugada del pasado 17 de julio a muchos salvadoreños peleados con la almohada les corrió el frío por la espalda. El presidente Nayib Bukele les acababa de mostrar, vía Twitter, aprovechándose de la aplicación Face App, el rostro del futuro que algunos temen: «Bukele forever». Eran las dos y el joven jefe de Estado de El Salvador (38 años) se divertía ofreciendo como nueva foto de perfil a un Bukele canoso, pero con la banda presidencial aún cruzándole el pecho. 

Los salvadoreños observan con atención los movimientos de su nuevo presidente. Unos cuantos lo ven con desconfianza e irritación. Muchos otros, la mayoría del país según las encuestas, no tienen en estos primeros meses de experiencia bukeliana ningún problema en imaginar que el presidente vaya sumando canas en el palacio de gobierno de San Salvador. Así lo sintetiza Cristian, un chófer de turistas de 28 años: «El presidente anterior (Salvador Sánchez Cerén) no es que fuera malo... Es que no hacía nada, ¡pero nada! Este nuevo presidente está siendo muy valiente, sobre todo en el tema de la seguridad. Les dio 72 horas a las telefónicas para que cortaran la señal en las cárceles, desde donde los jefes de las pandillas ordenan los asesinatos».

Cierre de la guerra civil

Las maras son el tema central en un país de seis millones de habitantes que tiene otros cuatro viviendo en el exterior, la mayoría de ellos en Estados Unidos. Bukele difunde que su presidencia marca el cierre real de la guerra civil que destruyó el país entre 1979 y 1992. Descendiente de palestinos provenientes de Belén, es el primer presidente que no pertenece a Arena (Alianza Republicana Nacionalista, el partido de derecha) ni al FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), que encarnan los dos bandos de aquella contienda que se estima que dejó más de 75.000  torturados, asesinados o desaparecidos, en su gran mayoría civiles. 

Bukele fue parte del FMLN antes de llegar a un acuerdo con un pequeño partido para poder presentarse a las elecciones de febrero del 2019. Ganó en primera vuelta con el 54%. Usó Twitter e Instagram para hacerse con la presidencia, pero esas redes le sirven ahora sobre todo para gobernar, en especial Twitter, que es una asombrosa ventana a (lo que quiere mostrar de) su gobierno. 

Tiene 1,1 millones de seguidores en Twitter, una cifra impactante en un país tan pequeño. Fernando Palomo, estrella de la programación de deportes de ESPN y también con aproximadamente un millón de seguidores, es uno de los salvadoreños más reconocidos. Palomo está convencido de que buena parte de los seguidores de Bukele son 'fake', pero el presidente actúa como si no lo fueran y manda mensajes como este en su cuenta de Twitter:

–«Todo el sistema de protección civil debe estar alerta toda la noche mientras la población duerme».

El mensaje fue emitido en las horas posteriores a un terremoto de nivel 6 en la escala de Richter, y lo dirigió a la cuenta de protección civil de El Salvador. La respuesta de Mario Durán, ministro de Gobernación y Desarrollo Territorial, no se hizo esperar.

–«Así será, presidente».  

En las primeras semanas de su gobierno, Bukele habló de «medicina amarga» para curar al país y se la recetó a muchos. Siempre vía Twitter. Despedía empleados y luego remataba el tuit con su fetiche: «Medicina».

–«Se le ordena a la ministra de Vivienda, Michelle Sol, que remueva al hijo del expresidente de la República de su plaza en Fonavipo (una institución que facilita vivienda a salvadoreños de recursos escasos) y que sus 4.000 dólares de salario pasen a la institución».

La ministra respondió: 

–«Ahorita mismo, presidente».

Despedidos

En el primer mes como presidente, despidió a decenas de personas. Muchos parientes de expresidentes que encontraban los más inverosímiles acomodos en todo tipo de instituciones en el país. Bukele apeló también al humor, a combinar palos con sonrisas.

–«Se le ordena al secretario @ecastro71sv remover a José Miguel Ramirios Guevara, hijo de Norma Guevara, de su cargo como director de Innovación Tecnológica en la Casa Presidencial, con un salario de 3.325 dólares mensuales. Con ese presupuesto, contrate tres técnicos de 1.100 cada uno».

–«De inmediato,  presidente».

Así respondió el cargo, que prometió ahorrar los 25 dólares sobrantes.

–«Con los 25 que sobran compre una cafetera para que trabajen hasta tarde».

Yamil Bukele, hermano del presidente, al que designó al frente del INDES, que controla la política deportiva del país, ha dicho que las críticas por el gobierno vía Twitter no tienen razón de ser. «No sé si es por ser su hermano, pero en todos los encuentros que tengo me mencionan los cambios que se están dando. Todos ven con optimismo lo que está sucediendo. Yo no me voy a fijar en la forma o el modelo de comunicación, él lo administra de la mejor manera posible. Los que critican son gente mayor o que no son funcionarios ya. Pero el mismo funcionario le está respondiendo, y el pueblo hoy sabe lo que está haciendo cada funcionario. El presidente se adelanta a los noticieros, a los medios».

No es precisamente la impresión de Paolo Luers, un alemán que llegó en los años 70 al país como enviado especial del 'Tageszeitung', para cubrir la guerra civil. La cubrió, se sumó al bando guerrillero y se quedó a vivir en El Salvador. Hoy es un influyente columnista en la prensa local, y sus excompañeros lo acusan de haberse derechizado. «Esto es un 'show', todos los días. Es la primera vez que veo un gobierno que piensa primero en el impacto y luego en las decisiones», razona. «Hay una diferencia conceptual entre un gobierno con una buena estrategia de comunicación y otro como este: aquí la comunicación está en el origen de la política. Hago lo que se deja vender bien. Es decir, populismo». 

Según el periodista, Bukele excede por mucho al Trump de las redes sociales. «Lo más sorprendente que habíamos visto era a Trump tuiteando en la madrugada. Nayib hace en gran parte lo mismo. Lo más controvertido sale de madrugada. Por ejemplo: ‘es sábado’, dijo una vez a las dos de la mañana. ‘Que nadie piense que el gobierno no trabaja en sábado, trabajamos 24/7’. El primer ministro que reaccionó lo hizo a las seis. Es algo humillante para los ministros. Les está diciendo que no son plenipotenciarios en sus áreas, que dependen de él. Es un tipo que no quiere tener gente que brille a la par de él».

Temor a las maras

Uno de los grandes problemas del país es el temor a las maras. Lo reconoce el propio hermano del presidente: meterse con las pandillas es peligroso, incluso si se es el jefe del Estado.

«La gente le dijo al presidente en campaña que afrontara la inseguridad del país. Y lo está haciendo pese a cualquier situación que le pueda pasar a él o a sus familiares», afirma Yamil Bukele.

–¿Qué quiere decir?

–El tema de las maras es muy delicado. Y el que las está combatiendo es él. En los últimos días ya se registran dos homicidios al día, que ni siquiera (se dieron) en el tiempo de la tregua... Tuvimos hasta 25 o 26 diarios.

–¿Puede resumir lo violentas y peligrosas que son las maras?

–Tienen un modus operandi con códigos de respeto que implican atacar al otro para ser aceptado y respetado en la pandilla. A veces tienes que atacar a uno de los tuyos, de tu familia, para ser aceptado. 

–¿Existe el peligro de que se enfurezcan?

–Por Twitter ya dijo el presidente que no dará su brazo a torcer. Y les dijo a las pandillas que él no quiere atacarlas, pero que dejen las armas, que vuelvan a sus casas, que sean gente de bien.

Ajusticiamiento polémico

Juan José Dalton lleva un apellido que es un hito en el país. Roque Dalton, su padre, fue un poeta, ensayista y periodista involucrado activamente en la guerrilla. Miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), fue ejecutado por la dirección del grupo armado tras ser acusado de «revisionismo». Este ajusticiamiento es aún motivo de agrias disputas. El hijo explica por qué.

«Para nosotros fue muy traumático que en el 2009,  Mauricio Funes, primer presidente proveniente de la izquierda en El Salvador, contratara a uno de los asesinos confesos de mi padre. Luego llegó a la presidencia Salvador Sánchez Cerén, que fue mi jefe en la guerrilla, y mantuvo ese nombramiento». Por eso, ahora su familia le está agradecida a Bukele. Nunca olvidarán su tuit del 3 de junio del 2019.

–«Se le ordena al ministro de Gobernación, Mario Durán, que remueva al director de Protección Civil, acusado del magnicidio de nuestro poeta Roque Dalton».

Bukele es heterodoxo también en otro aspecto: se lleva excelentemente bien con la embajada de los Estados Unidos y se ha propuesto agradar a Trump. Tanto es así, que cuando el drama migratorio golpeó, como en el caso del salvadoreño que se ahogó en el Río Bravo con su hija, Bukele hizo una declaración para el asombro: «Podemos culpar a cualquier otro país, ¿pero y qué de nuestra culpa? ¿De qué país huyeron? ¿Huyeron de Estados Unidos? Huyeron de El Salvador, de nuestro país. Es nuestra culpa».

Tiene entre ceja y ceja reducir al mínimo la violencia y cambiar una realidad que marca que 300 salvadoreños dejen el país a diario. Además de decisión política, precisa tecnología y dinero para hacerlo, y eso se lo puede ofrecer EEUU. Pelearse con Trump arruinaría su presidencia.