EL PERSONAJE DE LA SEMANA

Kevin Hart: los chistes de gais no son para los Oscar

El cómico negro renunció a presentar los Oscar a las pocas horas de haber sido elegido tras desatarse una polémica por su pasado, salpicado de sexismo y humor homófobo

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Idoya Noain

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Quizá en España Kevin Hart no sea un nombre fácil de identificar, pero la Academia de Hollywood sabía bien lo que intentaba con su selección para presentar la 91ª edición de los Oscar, el 24 de febrero. Este cómico negro de 39 años es uno de los más exitosos de EEUU, el que más, en términos de ingresos en los últimos años, gracias a especiales de 'stand-up' como 'What now?' y una clara visión estratégica y empresarial que ha roto moldes. Sus películas –'Escuela para fracasados', 'Jumanji: bienvenidos a la jungla' o 'Un espía y medio'– suelen ocupar los infiernos en las listas de los críticos, pero han recaudado globalmente 3.500 millones de dólares. Pocos en redes sociales hacen sombra a su legión de seguidores: 33 millones en Twitter y 66 millones en Instagram. Y una mirada al público que abarrota sus masivos espectáculos revela el santo grial que buscan unos Oscar de audiencias menguantes: gente de todas las edades y razas.

El humorista pidió disculpas, pero asegura que no repetirá explicaciones que ya ha dado

La apuesta de los productores de la gala, así, era clara: una estrella de masas con un humor normalmente alejado de cuestiones peliagudas como la política o la raza, que alguna vez ha explicado que cuando está en el escenario su filosofía es, «por ese breve periodo de tiempo, alejar los problemas que hay en el mundo». Los Oscar, además, tras polémicas nominaciones recientes que subrayan la falta de diversidad en Hollywood y que dieron origen a la etiqueta #OscarSoWhite, sumaban con él a un presentador negro a una lista en la que hasta el momento solo aparecían Richard Pryor, Whoopi Goldberg Chris Rock.

Chistes y tuits sobre gais

La Academia, no obstante, pasó por alto otros elementos suyos controvertidos. Hay quien denuncia el sexismo de su humor. Hay quien vuelve el foco a sus problemas matrimoniales, especialmente a los que tuvo con su primera esposa, que incluyeron peleas «violentas» según reveló el año pasado en sus memorias, pero también a la infidelidad con la segunda cuando ella estaba embarazada de ocho meses, de la que indirectamente habló en redes sociales cuando le intentaron extorsionar con un vídeo. Pero, sobre todo, hay ejemplos numerosos de chistes, películas y declaraciones donde la homofobia es latente o abierta.

En el 2008, por ejemplo, Hart rechazó un papel en 'Tropic Thunder' porque el personaje era gay, y explicó en estos términos que nunca podría interpretar a un homosexual: «Lo que pienso que la gente va a pensar mientras intento hacer esto me impedirá interpretar al personaje como debo». Dos años después, en su especial 'Seriously funny', centró una de sus bromas en el miedo a que Hendrix, el mayor de sus tres hijos, fuera gay, una idea que también abordó en varios tuits. Y años más tarde, en una entrevista con 'Rolling Stone' en el 2015, trató de justificar lo dicho como una referencia a sus propios miedos. «No repetiría la broma porque cuando la hice los tiempos no eran tan sensibles como ahora», explicó, sugiriendo que se crean «grandes polémicas sobre cosas que no lo son». En ese mismo año estrenó 'Dale duro', una comedia con Will Ferrell centrada casi exclusivamente en el miedo al sexo anal, y 'El gurú de las bodas', una cinta que un crítico denostó como «un chiste sobre gais de 100 minutos».

"Se premia a los trolls"

Cuando este martes se anunció su selección para los Oscar, la comunidad LGTBI, las redes y diversos medios se encargaron de repasar, recordar y denunciar. La Academia le pidió que se disculpara y aunque el cómico, desde Australia, usó las redes para ofrecer «sinceramente disculpas por palabras del pasado» y pedir «perdón por hacer daño», también anunció que renunciaba a presentar la gala. Dijo que no quiere ser una distracción, que ha evolucionado y sigue haciéndolo, y que no va a seguir «volviendo atrás» y dando explicaciones que siente que ya ha dado. Denunció, además, que «se premia a los trolls de internet».

El cómico, que suele evitar la política o la negritud, cuenta con un público muy transversal en edades y razas

 Los Oscar están, de nuevo, en búsqueda de presentador y para Hart el revés es innegable. Ya había presentado otros premios, como varios de MTV, pero la gala del cine era una meta que se había marcado. Y no suele fallar en sus objetivos.

Hart empezó su carrera en los 90 en los clubes de su Filadelfia natal y dio el salto a Hollywood en el 2000 tras ser descubierto en Nueva York por Dave Becky, el mánager y productor que ayudó a lanzar a Louis CK, Amy Poehler o Aziz Ansari. Su primera serie como protagonista se canceló tras solo seis episodios y sus primeros trabajos en cine no dieron los frutos esperados. Fue rechazado en un cásting de 'Saturday Night Live' en el 2001. Pero ya en ese momento, antes de que le llegara el éxito, decidió ser su propio jefe y dueño, productor y emprendedor, y ha acabado convertido en un magnate.

Productora influyente

Así, impulsó en el 2009 HartBeat, una compañía de producción con la que crea pero también gana fuerza negociadora con los estudios; ha lanzado proyectos como Laugh Out Loud Network, que produce contenido cómico para plataformas digitales, y entre las compañías que le pagan por publicitar y promocionar sus productos están Nike, Coca Cola y Ford.

Cuanto más abrió su obra a su experiencia personal, como la adicción de su padre a la cocaína, mejor le fue

La comedia de Hart bate récords. Su estilo mantiene buena parte del foco en la rapidez verbal, en elementos muy físicos y algo histriónicos que le conectan con predecesores admirados como Eddie Murphy. Una clave de su trayectoria, no obstante, ha sido la evolución en el contenido. Cuanto más fue abriendo su obra a su experiencia personal, integrando elementos como la adicción de su padre a la cocaína, los problemas de pareja con su primera esposa o la muerte de su madre por cáncer de ovarios en el 2007, mejor le fue.

«Cuando das pasos pacientemente y no te aceleras eres capaz de ponerte en una posición para ganar», le decía hace unos meses Hart a 'Entrepreneur', revista sobre emprendedores que dio parte de su apabullante éxito empresarial. «Tanta gente quiere hacer todo en un día... No es cosa de un día. Yo esperé hasta el momento adecuado para perseguir lo que puedo». Lo que no ha podido es borrar el pasado.