PERFIL

Johnny Depp: este muerto está muy vivo

Sus fans han llenado las redes con mensajes de preocupación. ¿Le pasa algo? ¿Por qué está tan desmejorado y delgado? No se creen que es por exigencias del guion

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Ramón de España

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Las recientes fotos de Johnny Depp luciendo un aspecto muy preocupante, como de víctima del sida de los años 80, han sembrado el pánico entre su club de fans y los aficionados al cine en general. Hay una teoría al respecto, según la cual nuestro hombre tuvo que adelgazar mucho para su última película, pero no acaba de colar, ya que el rodaje concluyó hace casi un año. 

El interesado lo achaca a la mala vida que ha llevado desde la adolescencia –nunca ha negado su afición a beber y a drogarse–, que ahora empieza a pasarle factura. Yo no descartaría tampoco el tormentoso divorcio de la actriz Amber Heard, tras una relación plagada de sinsabores según ambos miembros de la pareja: a él le molestaban las escapadas sáficas de ella –es lo que tienen los cónyuges bisexuales– y a ella la tendencia a la violencia del actor, sobre todo cuando iba cocido, que era casi siempre (parece que un día, en plena tangana, Johnny le arrojó a Amber un vaso en toda la cara, aunque también hay quien sostiene que se trataba de una botella).

Descendiente de un hugonote francés llamado Pierre Deppe, que se instaló en Virginia hacia 1700 huyendo de la persecución de sus compatriotas, John Christopher Depp nació en Owensboro, Kentucky, en 1963. Se metió a actor –aunque lo que le molaba de verdad era el rock & roll– porque se estaba convirtiendo en un delincuente juvenil, y la suerte le sonrió bastante rápido. Tras sendos papelitos en 'Pesadilla en Elm Street', de Wes Craven, y 'Platoon', de Oliver Stone, se convirtió en el capricho de las nenas gracias a la serie de televisión '21 Jump Street'. Y a partir de ahí, todo fue hacia arriba.

Fama de excéntrico

Su relación profesional con el director Tim Burton –ocho películas juntos– lo situó en una órbita especial de Hollywood, la del actor con fama de excéntrico al que le gusta meterse en proyectos de una comercialidad algo dudosa. En las películas con Burton hay de todo, proyectos más logrados que otros y hasta algún éxito de taquilla. Personalmente –y sin hacerle ascos a 'Sleepy Hollow' o 'Charlie y la fábrica de chocolate'–, creo que 'Ed Wood' fue lo mejor que hicieron juntos, gracias a un guion soberbio y a un personaje central de traca, el tal Ed Wood, responsable en los años 50 de unas películas tan malas que hasta eran buenas (como sabrá todo el que haya visto la indescriptible 'Plan 9 from outer space'). Al meterse en la piel de aquel majareta bienintencionado que se travestía en la intimidad, Depp consiguió una de sus mejores interpretaciones.

No puede decirse lo mismo de las tropecientas entregas de 'Piratas del Caribe', pero, ¿qué se puede esperar de una historia inspirada en una atracción de Disneylandia? La saga ha recaudado una millonada y cuenta con detalles graciosos –Javier Bardem haciendo de malo en un episodio o Keith Richards como padre del pirata encarnado por Depp–, pero nuestro hombre se ha limitado a cumplir con su extraño papel de pirata moñas con los ojos pintados. 

Se metió a actor, aunque lo que le 
molaba de verdad era el rock, porque se estaba convirtiendo en un delicuente juvenil

Algunos proyectos personales, desarrollados a través de la compañía que gestiona su hermana Christie, han sido auténticos desastres de taquilla, como 'Black mass' o 'Mortdecai'. Sobre sus intenciones de interpretar a Hemingway en un largometraje, hace tiempo que ni se oye hablar. Perdida el aura de galán alternativo –¿a quién se le ocurre hacer de indio en 'El llanero solitario'?–, Depp da la impresión últimamente de aburrirse con lo que hace. De ahí que haya formado el grupo Hollywood Vampires, que al principio contaba con luminarias como Alice Cooper o el guitarrista de Aerosmith, Joe Perry.

Las novias

Su vida sentimental es un cirio. De joven disfrutó de Winona Ryder –recordemos el famoso tatuaje 'Winona forever', que tuvo que borrarse cuando la cosa se acabó– y Kate Moss. Su relación más larga la tuvo con la cantante y actriz francesa Vanessa Paradis –su hija, Lily Rose Depp, ya se busca la vida en las pasarelas–, y se lanzó de cabeza al desastre con Amber Heard –se la ha visto últimamente con el magnate de Tesla, Elon Musk, pero parece que ya pintan bastos–, quien mucho 'lesbian chic', pero a la hora del divorcio se portó como cualquier esposa heterosexual de Hollywood y le sacó hasta las tripas antes de firmar los papeles. 

La última vez que se vio contento a Johnny Depp fue en el concierto de homenaje a Shane McGowan, ilustre borrachuzo y líder de los estupendos The Pogues, que se celebró en Dublín hace unos meses (McGowan es la versión fea y desdentada de Depp). Yo creo que el hombre anda un poco perdido, la verdad.