REGGAETON FEMINISTA

Chocolate Remix: "Casi todos los estilos musicales son machistas"

Chocolate Remix

Chocolate Remix / periodico

NANDO CRUZ

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La cantante argentina Choco Remix, menuda, lesbiana y feminista, está revolucionando el reggaeton con un cancionero explícito y explosivo que invita a disfrutar del baile y del sexo, visibiliza las luchas por la igualdad de géneros y empodera a  las mujeres.

¿Quería dedicarse a la música o al activismo feminista? ¿Qué fue antes y, sobre todo, cómo acabó cantando precisamente reggaeton? La idea surgió como algo más político. Si bien me encantaba bailar reggaeton, todo pasó primero por el chiste: ¿qué pasaría si le doy la vuelta a esto? Escribí una letra, busqué tutoriales sobre cómo hacer reggaeton, armé una cosa medio monstruosa y lo grabé como pude. Esa canción era 'Nos hagamos cargo'. Ni me preocupé de que sonara musicalmente bien. Era un chiste con un mensaje.

¿Por qué aquello no se quedó solo en un chiste?  Porque hice otra canción, Lo que las mujeres quieren, con un contenido sexual súper fuerte y unas amigas me invitaron a hacer una presentación en vivo en una fiesta gay y lésbica. Yo entonces salía con una bailarina de reggaeton que tenía un grupo de amigas también bailarinas. Me flipaban esas tías porque hacían con su cuerpo cosas que ninguna de mis amigas, ni yo, nos atreveríamos a hacer. Mi canción me parecía un chiste, pero en ellas yo veía un empoderamiento. El discurso de los espacios que yo frecuentaba decía que chicas como ellas eran víctimas del patriarcado, pero yo no veía eso.

"Se critica más al reggaeton por los tabús sexuales y porque es una música propia de las clases populares"

¿Quizás en su entorno la liberación era más mental que física? Exacto. Incluso hoy sigo viendo mucho esta dicotomía. En ámbitos académicos todo pasa más por lo discursivo, pero en ciudades más pequeñas y alejadas de los discursos progres, pasa más por lo físico. No tiene un marco teórico, pero funciona. Son otras lógicas. Quien teoriza muchas veces no tiene esa vivencia.

Y usted afrontó esa dicotomía llevándose a esas amigas reggaetoneras a bailar en su concierto. ¿Cómo reaccionaron las asistentes a la fiesta? Unas cuantas hicieron esa lectura empoderante, pero muchas otras, al ver a las chicas en 'minishorts', les vino un bloqueo total. Siempre digo que antes, cuando se hablaba de objetivización, nadie nos quería, pero cuando se puso de moda el término empoderamiento, la gente empezó a decir: «¡Sos la hostia, Choco!». Poco a poco se va desarticulando esa visión, pero para que eso pase debe haber un sustento teórico que lo acompañe. Entonces se hizo muy popular un artículo de June Fernández (periodista y fundadora de la revista feminista Pikara) que hacía una lectura sobre el perreo y cuestionaba la idea de que la mujer baila para el hombre. El texto decía eso de «si no puedo perrear, no es mi revolución». Todas las feministas que teníamos muchas ganas de bailar reggaeton dijimos: «¡Al fin alguien lo dijo!».

Su canción ‘Muevan las cachas’ parece pensada para esas amigas feministas que aún no se atreven a bailar reggaeton. Sí, es una invitación. Y en ella está muy presente una situación de gozada entre mujeres. Cuando somos todas mujeres, las dinámicas son diferentes porque ninguna, en cuestión de género, goza de privilegios sobre la otra. La situación de bailar o de tener sexo es menos jerárquica. Por eso, cuando me pongo en el rol de un reggaetonero y eso genera contradicción en gente que dice que entonces actúo como un hombre, yo digo que nunca podría ocupar el lugar de un hombre porque no tengo privilegios de varón. Mi forma de relacionarme con otras mujeres no me pone en una situación de superioridad. 

"Muchas letras me parecen horrorosas, pero esos contenidos sexuales son igual de graves que las canciones que dicen 'eres mía y de nadie más'"

¿Usted ha sentido ese cruce de cables que se supone que padeces si te encanta bailar reggaeton pero no soportas lo que explica la letra? A mí la escucha me pasa por lo bailable y por lo que sucede musicalmente. Puedo obviar el contenido de la letra por completo. Pero hay gente que cuando la letra está diciendo tal cosa ya no la puede escuchar. Son maneras distintas de escuchar. Tengo amigas a las que no les importa que una canción suene muy mal si la letra les gusta, pero para mí es imposible.

Quizá deberíamos asumir que podemos disfrutar una canción por tres motivos y odiarla por otros dos. El ser humano tiene esa capacidad. Aunque, claro, puede ser más problemática una canción que normalice los feminicidios que otra con una base rítmica poco contundente. Claro. Muchas letras de reggaeton me parecen horrorosas, pero una canción que aborde esa jerarquía de género desde lo sexual es igual de grave en lo que genera socialmente que una de amor romántico que diga «sos mía y de nadie más». Cuando la canción es sexual, todo el mundo salta, pero ahí también hay una cuestión de tabúes muy fuerte que tiene que ver con otras cosas.

Por ejemplo, con una educación católica inculcada durante siglos. Sí, una educación católica propia de las clases medias progresistas que dice que debes ser una chica que estudia para mañana ser alguien en la vida y no una guarra que baila reggaeton. Eso dejémoslo para chicas de otras clases que no tienen acceso a la facultad y tendrán que atraer a algún tipo con pasta.

Se diría que en España tenemos serios problemas para distinguir entre una canción sexual y una canción sexista. ¿Sucede igual en Argentina? Sí. Sobre todo en las clases medias aspirantes a algo más. Cuando a mí se me decía que hablaba de sexo como los tíos, me parecía aún más machista que, por ser mujer, yo tenga menos legitimidad para hablar de sexo que un hombre.

Muchos rockeros atacan al reggaeton por ser machista. ¿Acaso es más machista el reggaeton que el rock? ¿Un género puede ser más o menos machista que otro? ¿Cómo? El machismo está donde se fomentan relaciones jerárquicas y de desigualdad de géneros. En el reggaeton apenas hay mujeres cantando, pero la cuestión jerárquica no se da porque se hable de sexo sino por cómo se habla de sexo.

Lo mismo sucede cuando se canta al amor. Hay que observar desde qué posición se habla. Si surgen las jerarquías, estamos en lo mismo. Probablemente, si hablas de amor o de sexo desde la misma lógica que venimos escuchando desde que nacimos, termines siendo machista aunque no tengas intención porque la lógica que conocemos lo es. Las relaciones, tal como nos las enseñaron, lo son. Los roles que debemos cumplir socialmente lo son. Muchas cosas caen en el machismo fácil e involuntariamente, pero siempre se le pega al reggaeton. Y es así por una cuestión moral y de tabúes con lo sexual y también porque es una música propia de las clases populares.

"En el último año, varias mujeres han empezado a explicar que sufrieron abusos por parte de músicos de rock. Hablo de chiquitas de 14 años. Y todo el mundo lo sabía"

Es decir, por motivos clasistas. Sí. Pasaba lo mismo con la cumbia en Argentina. Sin embargo, en el último año hubo varios casos de fans que empezaron a explicar que sufrieron abusos por parte de tal y tal músico de rock. Era moneda corriente en el rock que los chavones se levanten pibitas. Hablo de chiquitas de 14 años. Todo el mundo lo sabía. No hablamos ya de cantantes, sino de gente que lo hacía avalada por un circuito en el que todos eran cómplices de una situación aberrante. Aquí hablamos de situaciones muy concretas, no del mensaje de una canción.

¿Un género musical nace machista o se hace machista? Es raro identificar a un género como machista, si definimos los géneros por cuestiones de sonoridad o rítmicas. Pero hay otras cuestiones identitarias que van definiendo a un género. Yo puedo decir que el reggaeton suele tener una impronta machista, pero, ¿qué machismos vemos y cuáles no vemos? Casi todos los estilos musicales que tienen texto son machistas. Vivimos en una cultura enteramente machista y casi todas sus expresiones tendrán cosas machistas. Es como pararse a pensar qué es primero, si el huevo o la gallina. ¿El reggaeton nació machista y genera una cultura machista o tenemos una cultura machista y sus representaciones culturales lo son? ¿Por qué existe hoy reggaeton feminista? Porque nuestra cultura está cambiando y ya hay gente como yo, que piensa otras cosas. Las músicas van cambiando acorde con la sociedad. Por eso la pregunta del huevo o la gallina es: ¿qué es primero, la sociedad o su expresión cultural? 

En su disco ha regrabado Nos hagamos cargo, aquella canción que nació como un chiste. Hoy suena potente como las de Daddy Yankee. ¡Esa era la idea! Aunque tenga letras machirulas, el reggaeton no sería lo que ha sido sin Daddy Yankee y la 'Gasolina'. Yo no haría reggaeton ni me gustaría el reggaeton de no ser por él. Es el 'big boss'.

¿Acaso existe canción más importante en lo que llevamos de siglo XXI que la 'Gasolina'? Para mí, no. Y la mía es un homenaje a Daddy Yankee, aunque él no lo sepa.

Tal vez la contrate algún día de telonera. ¡Sería un honor! E implicaría que hemos llegado a un nivel de cambio cultural bastante profundo