UN GRAVE PROBLEMA DE SALUD

Muchos kilos de espectáculo televisivo

Personas obesas muestran en los canales autonómicos de Andalucía y Aragón su lucha contra la balanza. 'La báscula' convierte en un 'show' de gran audiencia el día a día de los concursantes que quieren perder peso.

Muchos kilos de espectáculo televisivo_MEDIA_1

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JULIA CAMACHO

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«Esta pesada va por mi tía, que me ha ayudado mucho esta semana». Cual torero, una de las participantes en el concurso 'La báscula' de Canal Sur brinda las horas de esfuerzo y ejercicio con el objetivo de perder peso, traducidas en poco más de 600 gramos de grasa. Uno a uno, los 16 participantes del programa van desfilando por una enorme báscula central y exhibiendo al público sus logros y, a veces, sus debilidades. El programa, que también se ha emitido en la cadena Aragón TV, va ya por su quinta temporada, algunas de ellas con audiencias superiores a la media de la cadena.

«No estamos hablando de un concurso de televisión al uso, sino de un programa donde se anima a cambiar de hábitos de vida nocivos a otros más saludables», aduce el director del programa, Manuel Rodríguez. Y presume de que «tan mal no lo estaremos haciendo» cuando al éxito de público se suman varias menciones de la ONU por sus contenidos divulgativos. Una explicación oportuna por cuanto el programa, a simple vista, no se diferencia de otros realities que hacen espectáculo de la desgracia ajena.

La dinámica es sencilla: cuatro grupos de personas con sobrepeso y alguna relación entre ellos (familiares, amigos, compañeros, vecinos…) muestran durante la semana su esfuerzo para cumplir un reto (perder una cantidad determinada) y dejar atrás los kilos con rutinas de gimnasio y pautas para una alimentación más sana. En la gala comprueban si ha valido la pena sometiéndose al veredicto de la báscula, y si ganan peso reciben una penalización para el siguiente reto. La humillación pública no hace mella en el ánimo de los concursantes, que van acumulando puntos que a final de temporada canjearán por un viaje que traduce en kilómetros los kilos perdidos.

TUTELADOS MÉDICAMENTE

Todos participan del espectáculo: dietista, psicólogo, endocrino y un entrenador deportivo. La idea es demostrar que la pérdida de peso, además de estar a la vista de toda la audiencia, se basa en interiorizar un nuevo estilo de vida más sano, física y mentalmente. «Muchos han hecho antes otras dietas sin éxito, y es justo esa frustración lo que les motiva», comenta el director del programa. La ansiedad como justificación de la ingesta descontrolada de calorías.

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La productora busca participantes que sean un espejo de la sociedad andaluza, una de las que cuenta con mayor tasa de obesidad del país (24,5%), la tercera por detrás de Asturias (26%) y Galicia (25%). Así, los espectadores pueden ver casos casi extremos, rondando los 200 kilos, pero también parejas que disfrutan con la comida y a cuya salud no le vendría mal perder 10 kilos. Esa es precisamente una de las claves del éxito del programa, subraya Rodríguez: gente con la que los espectadores se puedan ver identificados, compartan cuitas y vean como propios sus triunfos diciendo adiós a los kilos.

De hecho, gran parte de la audiencia congenia con el programa porque puede seguir sus pautas. «La gente nos reclama la dieta, pero les explicamos que nosotros no damos un papel con un estricto menú a seguir, sino que les enseñamos a comer, a leer etiquetas de los alimentos, la proporción de grupos alimenticios que deben introducir en su dieta, a compensar cuando hay excesos...».

EL RIESGO

No obstante, el merchandising del modelo tiene su tirón, y ya hay en el mercado cuatro libros de recetas y consejos explicados en el programa, aplicaciones para móviles, webs… Un riesgo cuando entre la audiencia hay personas con diabetes o colesterol alto que deberían adelgazar siempre bajo supervisión médica.

«Te lo puedes tomar como un reality o concurso, pero lo que hay detrás es que ayudamos a la gente a cambiar de vida», insiste el director. Y relata casos de concursantes incapaces de ponerse los calcetines sin ayuda, de usar el cinturón de seguridad del coche, o incluso con problemas de fertilidad que tras su paso por el programa han logrado ser padres.

LAS HERRAMIENTAS

Cuando la temporada termina, la mayoría de los participantes sigue con los nuevos hábitos adquiridos, aunque hay quien se deja ir y recupera un poco peso, no tanto como al principio. «Nos frustra un poco, pero les decimos que esto es como sacarse el carné del coche, nosotros les damos las herramientas para que aprendan a hacerlo, pero si luego no siguen esas pautas, no podemos hacer más», zanja Rodríguez.