Isabel Pantoja vuelve a lucir dentadura
Tres años hemos estado sin escuchar su voz, dos de los cuales los ha pasado entre rejas por blanqueo de dinero. Esta semana ha regresado a la palestra y lo ha hecho por todo lo alto, pulverizando audiencias y tráfico en las redes sociales.
Con una sonrisa de oreja a oreja, fiel a su ya célebre mantra «dientes, dientes». Así ha reaparecido esta semana Isabel Pantoja en televisión tras casi tres años de retiro mediático. Mucho más comedida que cuando espetó la famosa frase seguida de aquel «eso es lo que les jode», la cantante reapareció en 'El hormiguero' por iniciativa propia -«nosotros no la llamamos», ha confesado el director del programa- y con un objetivo claro: lavar su imagen.
El suyo ha sido un regreso medido al dedillo en un programa pre-grabado en el que todo estaba bajo -su- control. «Su equipo vino una semana y media antes a ver el plató. Pidieron que si poníamos flores, fuesen todas blancas», cuentan fuentes cercanas al espacio de Antena 3. «Cuando tocó grabar la actuación, no le salió la voz», explican miembros del equipo técnico. «Hizo un gesto folclórico con la mano y ordenó parar a la orquesta. Tuvimos que repetir cada canción dos veces». Por suerte, eso no se vio en televisión. Como tampoco se vieron esas esperadas primeras declaraciones de la diva sobre el blanqueo de capitales que la ha llevado a pasar dos años entre rejas. No las hubo. Ni una palabra.
La tonadillera sí habló, de forma indirecta, de su paso por la cárcel de Alcalá de Guadaira, a la que la ex de Paquirri prefirió referirse como «ese lugar de cuyo nombre no quiero acordarme». Pero del que al final se acordó, aunque solo fuera para que el público no olvidase lo mal que lo había pasado. «Han sido dos años difíciles, intensos y dolorosos de los cuales estoy tratando de salir psíquicamente a través de mi trabajo, de mis canciones, de gente como tú», dijo refiriéndose a un exaltado Pablo Motos, que estaba tan emocionado que llegó a plantarle varios besos en los morros a su entrevistada. No es para menos.
EL MORBO
El episodio apuntaba a récord de audiencia. Y lo batió, tanto en número de espectadores (4.783.000) como en cuota de pantalla (23,8%), convirtiendo a su protagonista en la invitada más rentable del programa por encima de otro tótem ibérico, Bertín Osborne.
El morbo que despertaba la sola presencia de la también ex de Julián Muñoz -a la que él ha tildado estos días de «falsa»- en un plató y lo bien empaquetado que estaba el 'show' estuvieron a punto de conseguir que, por unos minutos, el escandaloso pasado de la artista se difuminase hasta casi desaparecer. Pero hay cosas que nunca cambian. Detrás de los destellos que reflejaba su blusa de lentejuelas, de su renovada tez y de la sonrisa forzada, estaba la Pantoja que todos recordamos. La que sus fans vitorean a cambio de solo una mirada. La Pantoja del «¡Cómprate una vida!».
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Lejos de pedir perdón -por ejemplo- a la reportera a la que en 2013 respondió con un «¿Tú tienes vida?» y lo que sigue, la que un día fue la viuda de España, preguntada por el encontronazo callejero, se siguió jactando de sus desprecios a la prensa del corazón: «Yo ya no tengo miedo a mis respuestas, hay que tener miedo a lo que preguntan». Quizá precisamente por eso, todas las preguntas de la entrevista de Motos estaban pactadas. «Hay que tener miedo a lo que preguntan… ellos», se encargó de apuntillar la cantante.
De esta forma tan sutil, la tonadillera lanzó un dardo apuntando a todos los que hemos hablado de su vida privada sin que ella -o su familia- hayan obtenido un beneficio económico directo. Las reacciones no se han hecho esperar. «Si algo me ha hecho grande es hacer calle, Isabel Pantoja. Una profesión sin aprovecharse de nadie», dejó escrito en Twitter esa misma noche María Patiño. «Gracias Pablo Motos e Isabel Pantoja por tirar por los suelos a los que trabajamos en la prensa rosa a la que ella vende», añadió el reportero de 'Sálvame' José Antonio León.
LA RÉPLICA MÁS CRUDA
Pero sin duda la réplica más cruda se la dio Jorge Javier Vázquez en la sobremesa de Tele 5. Lo hizo en directo, sin 'teleprompter', leyendo sus propios apuntes de una colorida libreta de Agatha Ruiz de la Prada. «¿Cree que hacía falta actuar con semejante desprecio hacia alguien? ¿Necesitaba humillar a alguien así?», le preguntó el presentador a su examiga Maribel después de que ésta se refiriese a él de forma despectiva en su regreso televisivo. «¿Le gusta tratar así a la gente que la ha apoyado en alguna ocasión? Probablemente sí, por eso se encuentra tan sola», sentenciaba el que en 2011 compartió con la diva el balcón de Mediaset en la Puerta del Sol para dar las Campanadas. «Una vez que no le sirvo me da una patada y me envía a la mierda. Pues prefiero estar en la mierda que a su lado», sentenciaba Vázquez. Unas duras declaraciones a las que la cantante ha contestado. De momento. Quizá lo haga, a través de sus canciones, en uno de los próximos conciertos de su escueta gira. Por Barcelona pasará el 18 de febrero. Eso sí, el precio a pagar por ver la vuelta a los escenarios de la ex de Julián Muñoz -esta vez sí, en directo y sin cortes- asciende hasta los 1.057 euros por una entrada vip. Ahí es nada.
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