TELESERIE

Daft Punk en el Vaticano

Jude Law se convierte en un Papa con maneras de 'rockstar' en la serie 'The Young Pope' que HBO estrena hoy. No es apta para ortodoxos.

POR nando salvà

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El británico Jude Law protagoniza 'The Young Pope', la magnífica teleserie sobre un revolucionario Pontífice que esta noche estrena en España el nuevo canal HBO. Es la antítesis del papa Francisco: un Pontífice distante, cabreado y autoritario, que vive obsesionado por pillar a contrapié a quien lo rodea y que llega a confesar que no cree en Dios; que se ve a sí mismo como una estrella de rock y que –sí, inspirándose en Daft Punk– oculta su rostro a sus millones de seguidores.

"Un Pontífice es un 'showman'", opina Law, que da vida a tan desconcertante líder espiritual en la nueva teleserie 'The Young Pope'. "El Vaticano es el lugar donde nació el teatro, con todo ese vestuario y esos decorados –valora–; y un Papa es alguien que manufactura una imagen y la controla para complacer a su público".

LOS PASILLOS DEL PODER

Resulta chocante ver a alguien como Law en la piel de Pío XIII; un hombre que, diga lo que diga el título de la ficción, no tiene nada de joven en sus creencias. Es un ultraconservador que odia a los gais, es contrario al divorcio y blande la autoridad divina como un hacha. "Habrá quienes se sientan ofendidos por la serie, pero nuestro objetivo no ha sido escandalizar", explica Law, que a las órdenes del director Paolo Sorrentino –'Il Divo' (2008), 'La gran belleza' (2013)– ha convertido el retrato de este Papa ficticio en una fascinante sátira no tanto de la Iglesia como de lo que se conspira en los pasillos del poder.

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En efecto, habrá quienes quizá no sepan cómo reaccionar ante un Pontífice que pronuncia frases como "¿habéis olvidado cómo masturbaros?", dirigiéndose a las masas, o "he rezado con tanta fuerza que casi me he cagado encima". Según Law, en todo caso, "más que sobre el catolicismo, es la historia de un hombre que trata de entender sus propias flaquezas, ambiciones y crisis de fe".

PÍO XIII, TRUMP, 'BREXIT'

Nadie, añade el actor, es inmune a las crisis de fe. "Yo mismo he tenido crisis de casi todo". Y reconoce no ser un hombre religioso. "El catolicismo me provoca reacciones contradictorias; hay momentos en los que lo considero inspirador, pero tiene cosas que me hacen sentir frustración y rabia". Algunas se pueden detectar en el Pontífice que encarna en 'The Young Pope'. "Desconfío de la fe más conservadora. En realidad, de todo aquello que fomenta la división entre las personas, llámese Pío XIII, Donald Trump o 'brexit', me da pavor".

Pese a ello, admite, entiende a su personaje. Hasta cierto punto se identifica con él. También Law ha alimentado el misterio alrededor de sí mismo –"cuando un intérprete se abre demasiado al público deja de ser creíble"–, y se ha negado a vivir ajustado a la norma. Y ha pagado por ello: en ocasiones ha dado menos que hablar por su condición de actor camaleónico –en títulos como 'El talento de Mr. Ripley' (1999), 'Inteligencia Artificial' (2001), 'Alfie' (2004), 'Contagio' (2011), 'Hugo' (2011) o 'El Gran Hotel Budapest' (2014)– que por su fama de fiestero y sus cinco hijos de tres madres distintas. "Aun así, espero que en el futuro, cuando la gente se acuerde de mí, no lo hagan por los cotilleos. Y si es así tampoco pasa nada. Pienso en mi vida y siento que no tengo derecho a quejarme".