NUEVOS PLANES

Winona Ryder: sobrevivir a (casi) todo

La actriz protagoniza la imagen de belleza de Marc Jacobs, suma elogios con 'Experimenter' y anuncia que 'Bitelchús 2' está en camino

Ryder, imagen de belleza de Marc Jacobs, inspirada en la película 'El año pasado en Marienbad'.

Ryder, imagen de belleza de Marc Jacobs, inspirada en la película 'El año pasado en Marienbad'.

Núria Marrón

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Cuando, a finales de los 80, el glamur hiperproducido y las modelos aeróbicas marcaban el paso del mundo, llegó Winona Ryder y encarnó como nadie esa grieta de insatisfacción que siempre arrastró la apesadumbrada generación X. Mientras la prensa sometía a un marcaje casi psicoanalítico a su homólogo masculino -Kurt Cobain-, a ella se la perseguía por las alfombras rojas alabando sus ojos negros y su presunta fragilidad, y tomando nota de sus estilismo y sus novios del momento. Johnny Depp. Matt Damon. Dave Pirner. Jay Kay.

Ya sabemos cómo acabó el cuento: Depp se retatuó el 'Winona forever' en 'Wino forever' (borracho para siempre) y las imágenes del circuito de seguridad de los almacenes Saks de Los Ángeles la mostraron arramblando con un fardo de ropa, entre el que había un jersey de Marc Jacobs, cosméticos y artículos para el cabello por 4.700 dólares. Quince años más tarde, la misma industria que la envió al desván de los estrellas descarriladas la recupera como icono de supervivencia. Y, claro, es Marc Jacobs, que ya la contrató para la campaña de moda de esta temporada, quien la ha elegido como imagen de su línea de belleza.

En la campaña cuesta reconocer a la actriz, que aparece transmutada en la enigmática Delphine Seyrig de la película de 1961 El año pasado en Marienbad, una de las preferidas del diseñador neoyorquino. Si en la cinta francesa, la protagonista no se acuerda del amor que presuntamente vivió el verano anterior -por mucha insistencia que le ponga su supuesto amante-, el destino al que no escapa la actriz es que se le acabe recordando una y otra vez por esa travesía que empezó cuando fue condenada a tres años de libertad condicional, 480 horas de servicio comunitario, una multa de 11.000 dólares y seguir obligatoriamente terapia psicológica.

DE VUELTA

«Si hubiese hecho daño físico a alguien habría sido totalmente diferente -dejó dicho años atrás-. La atención mediática me avergonzó muchísimo. Yo preferí no decir ni una palabra. No publiqué un comunicado. No hice absolutamente nada. Simplemente esperé a que la gente lo olvidase».

El mundo la medio olvidó, y ella se curó en San Francisco del bajón laboral y de la sala de despiece mediática en la que se habían convertido su vida y sus problemas psicológicos. Ahora, con 44 años, acaba de estrenar 'Experimenter' en EEUU, con buenas críticas en el Festival de Sundance, y ha anunciado que 'Bitelchús 2' está en camino. Winona, sí, sobrevive.