EL TRAUMA DE LAS PATERAS

"A las madres con bebés las ponen en medio"

La ONG Proactiva Open Arms denuncia las condiciones deporables en las que viajan los ocupantes de las pateras

Chalecos salvavidas de refugiados que han podido llegar a Lesbos.

Chalecos salvavidas de refugiados que han podido llegar a Lesbos.

JAVIER TRIANA

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El sirio Ahmed viste ropa limpia y seca. Camina solo por los alrededores del puerto de Mitilene, en la isla griega de Lesbos. No carga una pesada mochila, como tantos otros, porque no tiene equipaje: se lo quedó el mar Egeo. Pero ha podido conseguir prendas nuevas. «Se hundió la barca», cuenta de forma escueta. ¿Y sabes nadar? No, no sabe. ¿Qué pasó? Gesticula como tratando de mantenerse a flote. «Nos rescataron los guardacostas griegos», dice al fin. Y da gracias al cielo.

El arriesgado trayecto en sobrecargadas embarcaciones hinchables desde las costas turcas hasta las islas griegas supone un antes y un después para los refugiados, muchos de los cuales no saben nadar. Algunos ni siquiera han visto nunca el mar. La traumática experiencia empieza con un desorbitado desembolso. En las tiendas donde se venden chalecos salvavidas, los mismos empleados se ofrecen a ponerte en contacto con mafias que te cruzan a Europa por entre 800 y 1.300 euros.

Luego, los traficantes conducen a los refugiados hasta calas remotas para embarcarles. Les amenazan, les gritan. A veces, les golpean. Les montan en las lanchas de malas maneras. «A las madres con bebés las ponen en el centro. Hace poco, murió un bebé porque la madre estaba aprisionada en medio de toda la gente», relatan desde la oenegé de socorristas Proactiva Open Arms. «Llenan las barcas con mucho peso y el nivel de flotación es bajo. Entonces, con las olas, entra agua, y a la madre se le ahogó el bebé porque el niño tuvo sumergida la cabeza durante mucho tiempo».

Si el mar está en calma, el trayecto puede durar poco más de una hora. Si el viaje se complica, puede que lo lleves dentro para siempre. «Vemos cuestiones que aparecen de manera recurrente», indica Constance Theisen, del equipo de Médicos Sin Fronteras en Atenas. «El viaje en la lancha a través del Egeo es un tema que se repite constantemente. Los niños dibujan sobre esto cuando están en las islas, pero también en Serbia. Es una experiencia que les ha marcado».