LA OTRA CARA DE HOLLYWOOD

Charlie Sheen: la juerga eterna

El actor admite que es portador del VIH, último punto de inflexión de una vida de éxitos, miserias y excesos

precocidad y adicciones Sheen apareció en su primera película a los 9 años  y a los 11 se fumó el primer porro.

precocidad y adicciones Sheen apareció en su primera película a los 9 años y a los 11 se fumó el primer porro.

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Poco antes de que le despidieran de 'Dos hombres y medio' por rajar del productor de la serie y de los estudios que le daban de comer, Charlie Sheen invitó a un equipo de ABC News a su mansión de Hollywood. Con un cigarrillo en la boca, se sentó a responder las preguntas moralistas de la entrevistadora, a la que presentó a sus «diosas»la modelo Natalie Kenley y la actriz porno Bree Olson, con las que vivía entonces en una relación triangular. No tuvo demasiados reparos en hablar de nada. Ni de sus cinco hijos, ni de su perdición por las putas, ni de sus idas y venidas con las drogas. Era Charlie Sheen, el eslabón perdido entre Hugh Hefner y Hunter S. Thomson, y había invitado a las cámaras para enseñarles su «descenso diario hacia la muerte».

Antes de convertirse en una doble ración de chile con carne para el canibalismo de tabloide, el tercero de los cuatro hijos del actor Martin Sheen y la artista Janet Templeton, bautizado como Carlos Irwin Estévez por su abuelo gallego, había sido una de las grandes promesas del cine de los 80. Fue entonces cuando hizo sus dos películas más notables, 'Platoon' (1986) y 'Wall Street' (1987), ambas a las órdenes de Oliver Stone. Poco después, el director le prometió el papel protagonista de 'Nacido el 4 de julio', pero se lo acabó dando a Tom Cruise sin llamarlo antes si quiera. Ya nunca volverían a trabajar juntos.

«Pasé de tener contratos multimillonarios en el cine y de follarme a playmates a estar en el paro y tirarme a una zorra mexicana embarazada de cinco meses en un bar de Nogales (México)», le contaría años después a la revista 'Playboy'Pero la primera mitad de los 90 no fue del todo mala. Trabajó con Michael Madsen y con Clint Eastwood en 'El novato' y su nombre quedó inmoratalizado en el Paseo de las Estrellas de Hollywood antes de cumplir los 30 años.

Esa precocidad ha sido junto a las adicciones o la predilección por el sexo de pago, una de las constantes de su vida. A los 9 años apareció en su primera película, 'La ejecución del soldado Slovik' (1974), a las órdenes de su padre. A los 11 se fumó el primer porro; a los 15 se acostó con la primera prostituta, y a los 17 lo expulsaron del instituto, donde había hecho piña con Sean Penn, Rob Lowe y su hermano Emilio Estévez, los pósteres de toda una generación de adolescentes. A los 25 entró por primera vez en una clínica de desintoxicación, según 'Vanity Fair'.

La prensa ha dado en varias ocasiones su carrera por muerta, como cuando en 1998 ingresó en el hospital tras inyectarse cocaína en vena, supuestamente porque su tabique ya no daba a basto. Pero Sheen, que se casó y se divorció tres veces, unos matrimonios que duraron un máximo de cuatro año, siempre ha resucitado. La penúltima vez fue a principios del milenio, ahora reencarnado en actor de televisión y en papeles de tipos como él, crápulas, caóticos y disolutos. Primero fue la serie 'Spin City: loca alcaldía', en la que sustituyó a Michael J. Fox y por la que ganó un Globo de Oro. Y luego, 'Dos hombres y medio', que le convirtió en el actor mejor pagado de la caja tonta, con casi 2 millones de dólares por episodio.

36 HORAS DE VODKA, COCA Y SEXO

En el 2011, tras ocho temporadas de éxito en la comedia de la CBS, fue despedido fulminantemente por por atacar públicamente al creador de la serie, Chuck Lorre, con una retahíla de insultos, lindezas como «pequeño gusano contaminado». Lo cierto es que no estaba en su mejor forma. Poco antes había vuelto a pasar por el hospital tras «un maratón de 36 horas de vodka, cocaína y actrices porno», según 'Variety'. Lejos de ser el final, retomó su carrera con otra serie hecha a medida, 'Anger Managment', aunque su vida siguió siendo una continua bacanal. Solo en el 2013, dos años después de saber que era portador del virus del sida, se gastó 1,6 millones de dólares en prostitutas.

Lo ha contado estos días al 'Daily Mail' una 'madame'según la cual Sheen pagaba sumas adicionales por hacerlo sin condón. Esta semana anunció publicamente que tiene el VIH y que desde que lo supo hace cuatro años ha tenido que pagar más de 10 millones de dólares para mantener el secreto a gentes que lo extorsionaron. «Hoy me libero a mí mismo de mi cárcel»dijo al programa 'Today'. Lo que está por ver es si esta vez podrá resurgir de las cenizas. Él sostiene que solo se acostó con dos mujeres sin condón, aunque con previa supervisión médica, pero todo hace indicar que le van a llover las demandas.