El hormigón que se alía con la luz

Con más de 130 años de historia, la empresa barcelonesa Escofet es una referencia internacional en la arquitectura del paisaje gracias a su compromiso con la innovación y a su dominio sobre el hormigón. En colaboración con Eurecat ha desarrollado un innovador hormigón blanco translúcido que puede ser usado en paneles de fachada, interiorismo o mobiliario urbano y que ofrece unas amplias aplicaciones de futuro en la construcción y en la rehabilitación. El proyecto, afirman desde la empresa, está ya en fase de prefabricación.

Uno de los objetivos más ambiciosos es realizar fachadas de hormigón arquitectónico translúcidas, que de día podrían iluminar el interior de los edificios, aprovechando la luz natural, y de noche aprovechar la luz artificial interior de la vivienda para iluminar la fachada, explica Escofet. Estos paneles de hormigón translúcido también se podrían usar arquitectónicamente como elementos divisorios; dejarían pasar la luz, pero al mismo tiempo mantendrían propiedades de aislamiento acústico o térmico propias del hormigón.

Mobiliario urbano y decoración

A nivel de mobiliario urbano, interiorismo y decoración, y conjuntamente con la iluminación, este material abre también un mundo de posibilidades. Permite, por ejemplo, realizar elementos retroiluminados de elevada resistencia y durabilidad y difícilmente vandalizables.

Este hormigón “se realiza mediante un proceso que permite optimizar los tiempos y costes de fabricación”, a la vez que “ofrece una gran libertad creativa para el diseñador o el arquitecto”, argumenta la directora de desarrollo de producto de Eurecat, Irene Rafols.

El nuevo material se presentó el año pasado en Rebuild Expo, donde se mostró la instalación ‘Tycho; Test One’, de Paul Friedlander. El artista, que trabajó en primicia con este hormigón, lleva más de dos décadas investigando para hacer de la luz una materia maleable y flexible que pueda adquirir cualquier forma y volumen.