Editorial

Conectados con inteligencia

Todo lo ligado al 'smart home' es un negocio con mucho recorrido si se preservan la protección de datos y la privacidad

Instalación domótica en una feria de hostelería.

Instalación domótica en una feria de hostelería. / periodico

Agustí Sala

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Conectados y enchufados a la nube. Ese parece que es el futuro, incluso ya el presente, de nuestros hogares gracias al internet de las cosas, el 'big data' y toda la tecnología que se destinará a mejorar la comodidad y, por qué no, la eficiencia de las casas.

Cada vez son más las empresas que optan por diseñar o equipar el hogar inteligente o 'smart home'. El año pasado, este tipo de negocio movió más de 400 millones de euros en España y se prevé un crecimiento del 14% anual hasta el 2022, según la consultora Oliver Wyman.

Como se recoge en estas páginas, el estudio Statista Smart Home Report 2017, último disponible, estima probable que el mercado doméstico conectado en España crezca a una tasa promedio anual del 60% del 2016 al 2019 y calcula que para el 2022 el 39% de la población querrá residir en una vivienda inteligente.

Pero aún está lejos de los vecinos europeos, ya que solo un 6,7% de hogares están equipados con aparatos y aplicaciones 'smart home'. El podio es para Noruega (31,6%), Estonia (26,8%) y Dinamarca (22,5%).

Que estamos ante un negocio lo prueba la última compra de Amazon, que apostó desde un principio por el asistente virtual a través de Alexa. La compañía ha adquirido la 'start-up' productora de routers wi-fi Eero. Es una prueba más de que el gigante del comercio electrónico trata de integrar sus productos y servicios en los hogares.

Y es que los particulares están cada vez más interesados en hacerse con paquetes de 'smart home' lo más completos poisible, que permitan desde vigilar el hogar a distancia hasta controlar o programar los electrodomésticos o regular el aire acondicionado o la calefacción, por poner solo unos ejemplos.

Todo ello empuja también al mercado inmobliario, formado por los constructores y promotres, que se ven obligados a adaptarse a lo que los potenciales compradores demandan. Hay mucho camino que recorrer y potencial, siempre que se cumplan, a la vez, todos los requisitos en materia de protección de datos y de la privacidad. Una combinación de mayor comodidad y eficiencia es compatible con el cumplimiento de la protección de datos o, como mínimo, debería serlo.

No debemos olvidar que Google, Amazon y otros gigantes tecnológicos acumulan datos e información nuestra procedente de nuestros PC, portátiles y móviles. Ahora se la proporcionaremos, además, sobre nuestros hábitos en el hogar, los más íntimos. Es un aviso. Hay que estar conectados, pero con inteligencia. Y no artificial.