¿Miedo al recibo de la luz? Pagar menos es posible

El recibo de la luz de septiembre, tras encadenar la sexta subida consecutiva, se ha convertido en el tercero más caro de la historia. En un mercado abierto y en efervescencia, el consumidor concienciado puede conseguir ahorros significativos

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MONTSERRAT BALDOMÀ

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La factura de la luz del mes de septiembre dejará tiritando más de un bolsillo. Y no es para menos. El recibo de un usuario medio ha encadenado ese mes la sexta subida consecutiva al incrementarse un 3,5% y se convierte en el tercero más cara de la historia, según un estudio de Facua-Consumidores en Acción, organización que también afirma que el aumento en los últimos 15 años es de un 85,7%. ¿Se puede hacer algo para recortar la factura?

El Gobierno ha aprobado un paquete de medidas de choque. Entre ellas, suspender el impuesto a la generación eléctrica, lo que supone una rebaja de entre el 2,5% y el 4% en el recibo de los consumidores domésticos. Pero más allá de los planes gubernamentales, el consumidor puede -y debe- tomar las riendas de su factura eléctrica. Y todo empieza por la concienciación. "Debemos ser conscientes de que el coste energético es alto y lo seguirá siendo", sostiene José Antonio Morán Moreno, director del máster universitario de Ingeniería de Telecomunicación de la UOC y experto en ahorro energético. "Aunque sea a la fuerza, hay que cambiar de mentalidad", apostilla.

Lo primero que debe hacer el usuario es comprobar si la potencia contratada se ajusta a sus necesidades. Un elevado porcentaje de viviendas, asegura Morán, tiene una potencia superior a la que realmente necesita. Y lo que es peor, el 24% no sabe qué potencia tiene contratada, según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

Adiós al 'stand by'

La segunda medida es acabar con el consumo fantasma, el derivado del 'stand by' de los aparatos, ya sea la tele, el equipo de música o la impresora. "Entre el 10 y el 12% de la factura anual corresponde a electrodomésticos que no usamos, pero que están enchufados a la corriente de forma permanente", asegura el experto de la UOC. El mercado ofrece diferentes dispositivos para acabar con este derroche, ya sean enchufes inteligentes o regletas con interruptor, algunos incluso con mando a distancia, que permiten desconectarlo todo con un solo clic cuando no se usa. "Tendrían que quedar pocas lucecitas de esas, las menos posibles, cuando nos vamos a  dormir", destaca Morán, quien también pide acabar con las cosas que hacemos por inercia"como dejar el móvil cargando toda la noche". Moran aconseja comprobar la eficiencia energética de la vivienda y ajustar los termostatos de la calefacción a una temperatura de entre 19 y 20º.

Otra guerra a declarar es a las bombillas. Entre un 8 y un 10% de la factura corresponde a la iluminación. Descatalogadas las incandescentes y prohibidas las halógenas, Morán no recomienda cambiar todas las luces de la casa por bombillas de bajo consumo o leds. Volvemos, de nuevo, a la necesidad de tomar conciencia de cuánto consumimos y la función de cada bombilla. En una estancia en la que pasamos mucho rato, por ejemplo, interesará optar por leds, una alternativa que sí deberían plantearse los negocios, puesto que "la inversión en la nueva iluminación se amortiza rápido".

Sector en movimiento

El negocio de comercialización eléctrica para clientes domésticos fue liberalizado en el 2003, aunque hasta el 2014 casi no se registraron movimientos destacables. Hoy, hay más de 200 empresas comercializadoras, tanto privadas como cooperativas, la mayoría en el mercado de la energía verde. En el primer trimestre del año, las comercializadoras independientes captaron a uno de cada cinco clientes que cambiaron de compañía. Los cinco grandes grupos tradicionales (Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP España y Viesgo) siguen copando casi el 95% del mercado, pero compañías como HolaLuz, Fenie, Podo y Aldro empiezan a hincar el diente.

La 'guerra' comercial en el sector energético está servida y más desde que  HolaLuz empezó hace unos días a ofrecer una cuota plana personalizada a sus clientes, la primera del sector de la luz en España.

Las tarifas de las compañías independientes pueden suponer al cliente un ahorro de entre el 20 y el 30% del recibo anual. Pero ante tantea oferta, expertos como Juan Antonio Morán aconsejan sopesar los pros y los contras y aclarar qué pasa superado el primer año de contrato. Lo mismo que recomiendan a la hora de pasar a una tarifa con discriminación horaria: no a todos los consumidores, dependiendo de sus hábitos y estilo de vida, les convendrá.

Para saber cuánto se pagaría contratando la luz con una empresa u otra se puede recurrir a los comparadores 'on line' de precios, como Rastreator o Watiofy, o bien el simulador de factura de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

El reto del coche eléctrico

El parque de automóviles eléctricos alcanzará en España las 115.000 unidades en el 2020, según las previsiones de DBK. La incursión de este tipo de vehículos en el total de matriculaciones es aún discreto, un 0,6% en el 2017, pero es evidente que el coche eléctrico está ya en la pista de despegue. El despliegue de las infraestructuras para la carga del coche eléctrico y la extensión de la autonomía de los vehículos deberían propulsar su crecimiento.

Dos de las muchas preguntas que se plantean los potenciales compradores de un coche eléctrico son: ¿dónde y cuándo recargamos el vehículo?

La mayoría de comercializadoras eléctricas, por no decir todas, ya están ofreciendo tarifas especiales para la recarga del coche eléctrico. Son las tarifas con discriminación horaria, ya sea la DHA (dos franjas horarias) o DHS (tres franjas). El periodo supervalle de esta última (de 1 a 7 horas de la mañana) es el que tiene el precio del kWh más barato y, por tanto, es el momento más adecuado para cargar el coche eléctrico.