ENTREVISTA

"Hay que lograr que quien tenga viña tenga un tesoro"

Entrevista con Xavier GRAMONA y Ton MATA, impulsores de Corpinnat

Los promotores de Corpinnat: Pere Llopart (Llopart), Marcel Sabaté (Sabaté i Coca), Xavier Gramona (Gramona), Paco de la Rosa (Torelló), Ton Mata (Recaredo) y Xavier Nadal (Nadal).

Los promotores de Corpinnat: Pere Llopart (Llopart), Marcel Sabaté (Sabaté i Coca), Xavier Gramona (Gramona), Paco de la Rosa (Torelló), Ton Mata (Recaredo) y Xavier Nadal (Nadal).

AGUSTÍ SALA / JOSEP M. BERENGUERAS

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Las bodegas catalanas Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca y Torelló se han unido para crear Corpinnat, una marca colectiva de la Unión Europea que pretende poner en valor el cava de calidad y que prepara su lanzamiento de cara a la campaña de Navidad.

AGUSTÍ SALA: ¿Cómo surgió la idea de crear Corpinnat?

TON MATA: Estamos en un sector que tiene una estructura donde las empresas no se diferencian precisamente por la integración vertical, es decir, las empresas que vinificamos no tenemos manera de diferenciarnos de las que no vinifican. En todas las zonas de prestigio del mundo hay una estructura diferenciada, comenzando por Francia, que es un referente. En nuestro sector esto parece algo complicado, era como un tema tabú. En el 2012, coincidiendo con la salida de Raventós i Blanc de la DO Cava, algunas empresas comenzamos a conversar para ver qué hacíamos, porque estábamos perdiendo una oportunidad muy buena en los mercados internacionales, de entrar en los mejores restaurantes, de estar en las mejores tiendas, aunque hacíamos vinos muy originales y de mucho nivel. Fruto de esas conversaciones trabajamos de forma discreta. Finalmente, seis empresas nos hemos puesto de acuerdo. Las cosas no nos van mal, hemos superado la crisis, pero detectamos una gran oportunidad internacional y queremos hacer territorio. La ilusión que tenemos es que Corpinnat se convierta en un topónimo del territorio.

A. S.: ¿Por qué era necesaria una marca propia?

XAVIER GRAMONA: El del vino es el sector con más marcas en oferta en el mundo del consumo, hay más de 300.000 etiquetas en el mercado. El consumidor para elegir necesita guías, prescriptores, culturizarse... La gente quiere saber qué está comprando, por qué paga 10 o 40 euros. Nosotros nos hemos preocupado por esa casuística, porque nos parecía que el cava, muy preocupado por guerras de precios condicionado por la estructura del sector (un número muy pequeño de empresas representa 70%-80% del sector), debía pensar en otros valores. Corpinnat es una forma de explicar al mundo que en nuestro territorio se pueden hacer grandes vinos espumosos, y que nuestra marca representa un paisaje, un territorio, hechos con una exigencia determinada.

JOSEP M. BERENGUERAS: ¿Hasta qué punto ha hecho daño la política de precios bajos en el cava?

X. G.: Esa política nunca ha dado dividendos a los sectores que quieren potenciar una imagen de calidad. Siempre encontrarás a alguien que pueda vender más barato. El sector siempre ha sido muy lento con los cambios, y una de las cosas que puede resultar de nuestra iniciativa es que haya una reacción.

A. S.: ¿Y por qué no una DO?

T. M.: La figura jurídica no es importante para nosotros. Hemos optado por la figura de la marca colectiva de la Unión Europea, que posiblemente es una de las máximas figuras jurídicas privadas que se pueden hacer. Y hemos querido ir mucho más allá de una asociación y una marca comercial. Implica un nombre, un reglamento, un régimen disciplinario, unas auditorías...

J. M. B.: ¿Cuáles son los requisitos mínimos para entrar en Corpinnat?

T. M.: Debe ser uva cogida a mano, 100% ecológica, de variedades autóctonas, 18 meses de crianza mínima y tiene que haber vinificación en la propiedad. Son los valores que tendrá la gente al comprar Corpinnat.

J. M. B.: ¿Hay un precio mínimo de la botella?

T. M.: No podemos ponerlo. Pero sí que como figura jurídica podemos poner un requisito en el reglamento de que las empresas que compren uva tengan que pagar un precio mínimo. Deben ser contratos a largo plazo, porque queremos integrar al payés en la cadena de valor, y a un precio digno: comenzará con 0,62 euros por kilo y nos hemos comprometido a pagar 0,70 euros en cuatro años. El objetivo es que de una forma natural ese precio llegue a un euro.

A.S .: El agricultor es una parte importante del proyecto.

X. G.: Trabajamos en ser integradores. Nuestra propuesta quiere tirar adelante a todo el sector. Es una propuesta generacional: queremos que el agricultor que hoy no se plantea comprar una prensa para hacer vino pueda considerarlo al pensar en que hay un proyecto. Estamos hablando con muchos pequeños productores, y estamos dispuestos a sentarlos con nosotros porque podrían entrar con pocas botellas, pero cumpliendo las exigencias de calidad

T. M.: En Champagne hay 4.000 empresas que hacen champán de sus propias viñas. Aquí hay poquísimas, ¿una treintena de empresas? No pretendemos dar lecciones, pero creemos que sería bueno que ese porcentaje subiese.

A. S.: Ha habido ya algún rechazo a Corpinnat.

T. M.: La de Raventós i Blanc fue una crítica dura que no entendimos. Creemos que la nuestra es una propuesta noble, honesta, que tiene finalidad brutal a nivel ético, de compromiso y de territorio, más allá del retorno económico. El concepto territorio es muy importante. Estamos en una zona muy vulnerable a muchos niveles, empezando por el urbanístico. Estamos muy cerca de Barcelona, y hay una amenaza industrial de que no quede una sola viña. Nuestra propuesta es a favor de que los 5.000 agricultores se autogestionen y cobren un precio digno. Y que si además vinifican y hacen Corpinnat, mejor. Aquí aún no hemos entendido que el paisaje de calidad implica desarrollo económico. Tenemos que conseguir que quien tenga una viña tenga un tesoro.

A. S.: ¿Cuántas empresas quieren incorporar a Corpinnat?

T. M.: Es difícil hacer previsiones. Los números son que de las 252 millones de botellas que se producen ahora, nueve millones son de empresas que vinifican el 100% su producción. Es decir: mayoritariamente, cada botella que compras no está vinificada en la propiedad. En las zonas de prestigio o eso no pasa o el consumidor está informado. Muchas empresas se han interesado en Corpinnat. Esperamos que haya un degoteo de incorporaciones; hay varias interesadas, pero no diremos nombres hasta que no estén auditadas.

X. G.: Además, es un momento de cambios en el Consell Regulador del Cava. Está saliendo un pleno y entrando otro, no se sabe quién aún. Es momento de incerteza del sector, y aún tenemos que hablar con ellos, porque están estudiando los requisitos. Nosotros estamos hablando con todos por separado. Queremos que nos vean como una idea positiva, que suma, y además reproducible en otras zonas. Las primeras reacciones que ha habido en los prescriptores, los canales de distribución y el consumidor son muy positivas.

J. M. : ¿Corpinnat ayudará a exportar más?

T.M.: Pienso que aumentarán, pero no lo planteo a corto plazo. Es una marca de prestigio, eso es lo importante, el resto ya llegará.

X. G.: Corpinnat es un cambio de posicionamiento a un nicho más concreto. En general hay un sector en que se lucha por el precio. Nosotros tenemos que ir a luchar por otra cosa: el champán, el franciacorta, dos o tres denominaciones muy ligadas al territorio y a unos requisitos de calidad que los hace diferentes. Ponerse a luchar con ellos y no contra nuestros colegas del cava puede parecer una odisea, pero crear este nicho nos permitirá, con tranquilidad, poder sentarnos en las mesas de los grandes espumosos para discutir con ellos cara a cara.

A. S.: ¿Esta iniciativa supone dejar atrás la fase de las DO en el sentido genérico?

X. G.: Casi todas las DO tienen una definición de territorio mucho menos abierta que la que tiene la DO Cava, y algunas DO además han trabajado muy bien un decálogo de formas y características que están bien reflejadas en las botellas. Cava tiene unos deberes a hacer. Nosotros hemos hecho lo que humildemente creíamos que teníamos que hacer: no queremos confundir al consumidor, sino decirle que hacemos las cosas de una forma, y que somos de un territorio. Las DO tienen que evolucionar para representar el mundo cambiante del vino, que evoluciona más rápido que las instituciones.

A. S.: ¿Cuándo estarán las primeras botellas en las tiendas?

T. M.: Está previsto que salgan las primeras botellas con la etiqueta Corpinnat en el último trimestre. Pero queremos ser cautos y prudentes: el cambio de presidencia en el Consell Regulador debe ser tenido en cuenta, pues queremos hablar con el saliente y con el entrante. Si el lanzamiento es un mes antes o después, no es importante.