IDEAS DE NEGOCIO

Puentes de urgencia

PSTECH-PneumaticStructures Technologies prevé empezar en septiembre a vender sus puentes hinchables para emergencias, alcanzar este año ventas de 200.000 euros y tener beneficios en el 2019

EXPECTATIVAS. Marcipar, izquierda, bajo una de las estructuras hinchables con Carles Estruch, director técnico de la empresa.

EXPECTATIVAS. Marcipar, izquierda, bajo una de las estructuras hinchables con Carles Estruch, director técnico de la empresa.

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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En una catástrofe natural lo primero que se destruye son las infraestructuras. Caminos, carreteras... Las comunicaciones se complican, cuando no se convierten en algo imposible.

La ayuda humanitaria tiene dificultades para llevar a cabo las operaciones de salvamento y, en muchos casos, ni siquiera puede llegar a los lugares en los que es necesaria. Problemas de este tipo hay uno al día en todo el planeta y de mayores proporciones, unos seis o siete al año.

Javier Marcipar, director del Centre Internacional de Mètodes Numèrics en Enginyeria (CIMNE)-consorcio formado por la Generalitat y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) dedicado a la transferencia de tecnología entre la academia y la empresa -, vio en esa carencia una oportunidad. Y así nació PSTECH-PneumaticStructures Technologies, dedicada a la producción de puentes ultraligeros para recuperar las comunicaciones en casos de emergencia.

La compañía surgió del CIMNE  y espera empezar a comercializar el producto a partir de septiembre, afirma Marcipar. Por ello están contactando con potenciales inversores privados, que van de constructoras a compañías de logística militar. «Para salir al mercado necesitamos unos 300.000 euros que saldrán de la inversión privada», afirma. La compañía participó en la sexta edición del Investors Day conproyectos surgidos de la UPC. El objetivo de esta jornada es, precisamente, captar la atención de los inversores para conseguir capital con el que crecer.

Hasta llegar a su prototipo actual, han movilizado 1,2 millones de euros, que surgieron de ayudas a la investigación y el desarrollo (I+D) de instituciones tanto europeas como españolas y catalanas, además de recursos aportados por las tres f a los que recurren los emprendedores en sus inicios (family, friends and fools) ofamilia, amigos y locos.

La compañía, que el año pasado facturó unos 120.000 euros, antes de lanzar su producto al mercado; y en el ejercicio actual prevén llegar a los 200.000, ya con algunas unidades vendidas. En su plan de negocio esperan alcanzar los tres millones de euros en el 2020, explica Marcipar. Los primeros beneficios, por unos 79.000 euros, está previsto que lleguen en el 2019, según las estimaciones de este empresario.

Antes de emprender su aventura, Marcipar vio que lo habitual tras las catástrofes naturales era emplear «los mismos puentes de hierro que se usaron durante la Segunda Guerra Mundial». El problema es que  un puente temporal de 16 metros de estas características pesa unas 50 toneladas, requiere unos 10 camiones para transportarlo y moviliza unas 450 personas para instalarlo. No permiten dar una respuesta rápida en casos de emergencia.

El mismo puente de PSTECH-PneumaticStructures Technologies «es mucho más ligero que los otros», asegura. Se puede trasladar con un solo camión, lo pueden instalar entre 15 personas en unas tres horas y pesa de 7 a 10 veces menos y emplea 20 veces menos recursos.

Gracias al ahorro de tiempo y esfuerzos, se pueden destinar los recursos realmente a la atención de las emergencias, explica. Uno de estos puentes de unos 16 metros cuesta entre 80.000 y 100.000 euros.

Estas estructuras se componen de una parte rígida, de aluminio, en la parte superior, que soporta el paso de camiones de hasta 20 toneladas; y una estructura neumática inflable y tirantes que absorben la tracción. Para diseñarlo han empleado unas patentes suizas ya existente para estructuras hinchables con el nombre de tensairity, pero aspiran a registrar la propia para puentes.

Este proyecto de Marcipar no surgió por generación espontánea. Tras llegar de Argentina montó en el 2001 su primera empresa. La compañía Buildair, empresa especializada en hangares hinchables. A partir del 2011 optó por situar al frente de esta empresa una gestión más profesionalizada y él pasó a dedicarse al I+D. «Esa es la parte que más me gusta», sentencia. De esa firma surgió PSTECH-PneumaticStructures Technologies. Ingeniero civil, Marcipar cursó el máster en Métodos Numéricos y en Business and Technology.

Además de director general de Buildair también lo fue de Quantech. Tiene una amplia experiencia en la creación de empresas de base tecnológica, procesos de innovación orientados a la industria y financiación de nuevas empresas.