Juan José Brugera: "Estamos en contra de las decisiones unilaterales"

Recién elegido presidente del Cerle, Brugera prioriza las opiniones que contribuyan a potenciar un nuevo modelo económico o reparar la fracturas sociales provocadas por la crisis. Ante el clima político da un mensaje claro: No a las decisiones unilaterales que rompan el marco legal vigente .

El nuevo presidente del Cercle d'Economia prioriza en su mandato potenciar un nuevo modelo económico y reparar las fracturas sociales de la crisis

OLGA GRAU / SALVADOR SABRIÀ / ALBERT SÁEZ / AGUSTÍ SALA

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OLGA GRAU: ¿Cuáles serán sus prioridades al frente del Cercle?

JUAN JOSÉ BRUGERA: Una de ellas es opinar sobre cómo debería mejorar la productividad. Tras una crisis muy larga que ha destruido mucho tejido industrial han sobrevivido muchas empresas gracias a su innovación tecnológica y, aunque han sufrido falta de financiación, han emergido, exportado y canalizado muy bien el talento y la investigación. Y eso se tendría que fomentar.

O. G. : ¿Cómo?

J. J. B. : Fomentar las habilidades de las empresas que han aportado tecnología e innovación; mejorar su financiación y averiguar cuál ha de ser el nuevo modelo industrial e impulsarlo. Hoy nos basamos en el turismo, la construcción y sector industrial tradicional. Este esquema cambiará.

SALVADOR SABRIÀ: ¿Cúales son esos nuevos sectores?

J. J. B. : La biotecnología, que ya aporta dos dígitos al crecimiento del PIB español. Es importante que continúe y además está muy radicada en Catalunya, donde hemos sido pioneros. También el mundo de la tecnología digital.

AGUSTÍ SALA: ¿Más prioridades?

J. J. B. : El Cercle nació para hablar de democracia, economía social de mercado y Europa. Cuando se fundó en 1958, la preocupación era la llegada rápida de la democracia. Hoy son los episodios de baja calidad democrática, corrupción... Al Cercle, en tanto que entidad de opinión, le preocupa y quiere una renovación de la vida institucional.

A. S. : ¿Cómo habría que hacerlo?

J. J. B. :Es mucho lo que se ha conseguido, por tanto no tenemos que partir de cero como pretenden algunos, pero sí que sería bueno que se reformulase toda la vida institucional desde el punto de vista de calidad democrática, de atención de los problemas a medio plazo. Y también que se pacten a largo plazo los temas fundamentales, como las pensiones, cómo hacer frente al paro juvenil y el talento que se desperdicia que se va fuera tras gastar mucho recursos en su formación.

O. G. : ¿Se han propuesto atraer nuevos socios?

J. J. B. : El Cercle tiene unos 1.300 socios. Aumenta entre 80 y 90 cada año y se hiciéramos un análisis de la composición, en el sector terciario, de servicios y nuevas tecnologías ya empieza a haber muchos, pero tenemos mucho empeño en que esto continúe, es decir, en que el Cercle sea atractivo para las personas que trabajan en economías emergentes. Aquí sí que haremos todo el proselitismo que haga falta para ir renovando la entidad.

S. S. : ¿Con qué temas empezarán?

J. J. B. : El Cercle debe opinar sobre la revolución digital. Precisamente la primera reunión que haremos tras las fiestas será con Aleix Valls, consejero delegado de Barcelona Mobile World Capital a hablar de todo esto. También hay cuestiones relacionadas con la educación.

A. S.: El mandato de su predecesor, Antón Costas, estuvo marcado por la política, ¿lo estará también el suyo?

J. J. B. : El Cercle debe opinar sobre los temas que más preocupan a los ciudadanos aunque no todos sean en clave económica. El mandato de Antón Costas estuvo marcado por acontecimientos políticos y el que empezamos ahora también promete. El Cercle es un lugar de encuentro y para promover el diálogo. Siempre se ha debatido con mucho respeto, con gran capacidad de diálogo y, desde un punto de vista pluridisciplinar, se han articulado opiniones interesantes y de provecho para el interés general. Seguiremos esta línea si la demanda social lo requiere.

O. G. : ¿Qué posición mantendrán con respecto al referéndum?

J. J. B. : No corresponde al Cercle sustituir el debate de los partidos. Sí que hacemos una apuesta clara por el diálogo. El Cercle aceptará, como corresponde a una sociedad democrática, los acuerdos a los que lleguen quienes representan a los ciudadanos. Nosotros no estamos por las decisiones unilaterales que rompan con el marco legal vigente. Sí entendemos que, fruto del diálogo, este puede cambiar. Tenemos una sociedad que opina seguramente fraccionada y de forma diferente de los temas que están sobre la mesa y conducirlos a una respuesta de sí o no... creo que ha de haber mucho más camino en medio.

O. G. :¿Habrá menos enfoque político en las jornadas del Cercle en Sitges?

J. J. B. : Los políticos han sido protagonistas y si lo siguen siendo habrá una parte más o menos sustancial donde se les tiene que dejar que se expliquen. Sí que intentaremos ofrecerles nuestra plataforma, que es una reunión anual e importante, pero embridarlos en los temas que nos preocupan. Aquí seremos más exigentes.

ALBERT SÁEZ: Uno delos ejes fundacionales del Cercle era Europa, ¿no falta un poco de debate sobre ello?

Sí. Se está cuestionando el proyecto europeo. Hay cuestiones de política exterior en las que Europa no se ha puesto de acuerdo, como los refugiados. El proyecto se tiene que redefinir de alguna manera. Hay otras entidades como la nuestra en otros países comunitarios con las que empezamos a estar en contacto para ver si somos capaces de articular un estado de opinión que reconduzca el proyecto euroepo.

A. S. : ¿Ha perdido peso España?

J. J. B. : España ha salido del núcleo de poder y relevancia europeo por la crisis que pasó. Es cierto que se está saliendo de esta desde un punto de vista de parámetros económicos, con un crecimiento por encima de la media; pero está claro que España tiene un fractura social como en otros países del sur de Europa. Pero España se ha visto con una cierta admiración, más de la que vemos desde aquí, por cómo se ha podido salir de la crisis y probablemente lleguen a cumplir los objetivos de déficit.

O. G. : ¿Es esencial cumplir el déficit?

J. J. B. : Quizás habrá que tomar un poco más de pausa dado que somos cumplidores y así dedicar parte de los recursos a restaurar el estado del bienestar y ayudar a las personas que se han visto desplazadas de la clase media.

O. G.: ¿Cuál será es su postura con los salarios?

J. J. B. : No lo hemos debatido aún, pero estamos a favor de que mejore la capacidad adquisitiva. Es necesario que las empresas hagan esuerzos de productividad para compensarlo.

O. G. : ¿Y sobre las propuestas de reforma horaria?

J. J. B. : Estamos a favor del bienestar familiar y de la conciliación. Algunos usos horarios que hacemos son bastante salvajes y dificultan la conciliación, la formación, el ocio...

O. G. : Favorecería la incorporación laboral de las mujeres ¿no?

J. J. B. : Sí. Estoy totalmente a favor de que no haya ningún tipo de discriminación por sexo. Pero no nos pasemos con los cupos. En las empresas tienen que haber ejecutivos y ejecutivas competentes.

O. G. : Sin cupos, ¿cómo se puede incorporar ala mujer?

J. J. B. : Lo que no debe haber es discriminación. Hay que promover que los tabús sobre la desigualdad desaparezcan. Que delante veas una persona responsable y cualificada, es igual el sexo.

O. G. : ¿Y en cuanto a la renovación cerl Cercle?

J. J. B. : No pongamos en un altar ni a los jóvenes ni a la mujeres. Lo que hemos de tener son socios comprometidos y con capacidad de aportar al Cercle.

S. S. : ¿Se están poniendo las bases para otra burbuja inmobiliaria?

J. J. B. : Creo que será difícil. El atractivo que tiene hoy el sector en España es la recuperación del precio en la vivienda y en los alquileres, los inversores han visto que estaban en la parte más baja del ciclo de rentas y que el valor puede seguir subiendo. La otra vez la burbuja se produjo porque la banca financió sin límites un sector que hizo una explosión de precios. La banca ha pasado por el sanatorio y aún tiene muchos activos y además el supervisor sabe que no se puede financiar la vivienda como antes. En el sector residencial además hay mucha gente que demanda alquiler, que es algo que antes no pasaba.

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