Perfil

Emili Rousaud, 20 años de crecimiento y con energía para el Barça

El fundador de Factorenergía apuesta por el autoconsumo y quién sabe, si para presidir el Barça

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Agustí Sala

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Siente cierta admiración por la velocidad con las que crecen ciertas start-ups. «Reconozco que he hecho cosas, pero he necesitado 20 años», afirma, modesto, Emili Rousaud Parés (Barcelona, 1966) al repasar la historia de la comercialzadora de energía Factornergía, que fundó hace dos décadas. En ese periodo ha pasado de cuatro a 400 empleados y 16 oficinas y una facturación cercana a 400 millones y más de 70.000 empresas y hogares como clientes. Hoy, además de ser uno de los vicepresidentes de la patronal Pimec no hace ascos a ser un futuro candidato a la presidencia del Barça. «Me consideran desconocido en el mundo del fútbol, pese a estar en la directiva del club, pero no lo soy en el mundo empresarial», destaca. Y sigue flirteando con la idea.  

En 1999, con 33 años, apenas cuatro años después de empezar y haber llegado ya a director financiero de una compañía del sector de la comunicación, a Rousaud le entró el miedo a haber tocado techo tan temprano. Junto con su hermano apostaron por entrar en el mercado eléctrico, que había empezado a liberalizarse. Y tras estudiar y apoyarse en una pequeña distribuidora para tener ayuda técnica, obtuvo la licencia para operar en una actividad dominada por gigantes. Fue la primera comercializadora independiente nacida en el mercado liberalizado en España.

Al comenzar fue cuando empezó a buscar capital y fue capaz de atraer la atención de la belga Electrabel y del construcor catalán Benet Carbonell, presidente de la egarense Copcisa. «Ofrecí ilusión y me comprometí a aportar mi declaración de la renta y cobrar la mitad del sueldo hasta obtener beneficios», recuerda. Copcisa se mantuvo como accionista hasta la crisis inmobiliaria en el 2009, cunado entró en el capital el fondo JZ International hasta que vendió una parte al fondo canadiense de pensiones del estado de Ontario, que en la actualidad tiene el 25%. JZ tiene el 25% y Rousaud, otro 25%. «No he controlado nunca el 100% del capital, pero sí la gestión», afirma.

Uno de los mayores saltos para la empresa se produjo en el 2008 con la obligación de todos los usuarios con más de 10 kilovatios (10 kW) de contratar la electricidad en el mercado. «Eso nos abrió un paraíso» para entrar en un mercado «que no es tan sensible al precio», pero sí al servicio. Y se expandieron por toda España porque ya se podía obtener un margen con el negocio que durante unos cuantos años era imposible de alcanzar y que le llevó a centrarse más en la auditoría energética

El otro gran impulso fue en el 2013 con la tarifa vinculada al precio de mercado. Gracias a ello, muchos de sus clientes ya no son solo empresas sino familias a los que ofrecen energía 100% verde y soluciones de eficiencia y ahorro. Sus próximos retos son apostar por el autoconsumo con proyectos llave en mano y quién sabe, si presidir el palto del Camp Nou.