Sector emergente

El 'blockchain' despega y Barcelona toma posiciones

Aún faltan años para que la tecnología libere su máximo potencial, pero algunas `start-ups¿ ya comienzan a darle usos prácticos a la cadena de bloques.

Interior del nuevo Pier 03 de Barcelona Tech City.

Interior del nuevo Pier 03 de Barcelona Tech City. / periodico

Guillem Tapia

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Una tecnología compleja para todo aquel que no sea ducho en la materia y que todavía tardará algunos años en estar completamente madura. La mayoría de los expertos consultados coinciden en esta afirmación acerca del 'blockchain' a la vez que destacan su gran potencial. El 'blockchain' (cadena de bloques en inglés) comenzó a popularizarse a raíz del lanzamiento del bitcóin en 2009. Es precisamente la tecnología de registro distribuido la que permite que la criptomoneda que ideó Satoshi Nakamoto -pseudónimo del inventor o inventores del bitcóin- tenga valor a pesar de no estar respaldada por ningún estado, banco central o entidad financiera.

La disrupción del 'blockchain' reside en que, a través de un registro encriptado de acontecimientos digitales que se comparte en miles de nodos (ordenadores), garantiza la veracidad de las operaciones por internet de forma segura. Las cadenas de bloques se almacenan en multitud de dispositivos simultáneamente y cualquier modificación debe ser verificada por todos ellos. Esta circunstancia supone, en teoría, que los registros no pueden ser manipulados.

Tecnología “inmutable”

“Si nuestro día a día se rigiera por el 'blockchain', cuando tuviéramos que acudir a un juicio no tendría sentido contratar a un abogado porque todos los acontecimientos de nuestra vida estarían registrados y no serían interpretables”, comenta Suny Lu para ilustrar de forma sencilla el funcionamiento y la “inmutabilidad” de la cadena de bloques. Lu es fundador y director general de Vechain, una consultora china especialista en esta tecnología con delegaciones en 6 países que ha realizado proyectos para clientes tan relevantes y diversos como Walmart, Renault y H&M. No obstante, Lu también apunta que habrá que esperar al menos otros 3 años hasta que el 'blockchain' tenga un impacto realmente significativo en la economía y los negocios.

“Nos encontramos ante un cambio de la arquitectura digital y de la transmisión de información en internet, pero el fenómeno del 'blockchain' todavía va más allá”, valora la directora general de Alastria, Montse Guardia. La asociación que dirige Guardia -que cuenta con alrededor de 500 afiliados- pretende potenciar el desarrollo de la economía digital a través tecnologías de registro descentralizadas y, para ello, se organiza en ecosistemas regionales y en verticales sectoriales. Otro de sus objetivos principales es ser un punto de reflexión acerca del 'blockchain', también en lo que a aspectos legales se refiere. “18 de los socios de Alastria son bufetes de abogados y todos apuestan por una regulación europea. Usar normativas nacionales para este tipo de tecnología -que se desarrolla en un contexto global- sería poco eficaz”, apunta Guardia.

“Aunque se le presumen muchas posibilidades, lo cierto es que, hasta el momento, a través de Ethereum -una de las principales plataformas de 'blockchain'- el 80% de los proyectos han sido para financiar compañías con criptomonedas”, señala Josep Pegueroles, director de la UPC-ETSETB y experto en la materia. Sin embargo, Pegueroles apunta que las aplicaciones prácticas del 'blockchain' irán apareciendo con el paso del tiempo y destaca el potencial que la tecnología de registros distribuidos puede tener en la Administración y en la relación de los ciudadanos con la misma.

Emergen las ‘start-ups’

Las grandes compañías cada vez se muestran más interesadas en el impacto que puede tener el 'blockchain' es sus organizaciones y sus modelos de negocio. No obstante, en muchos casos esta novedosa tecnología supone un cambio de paradigma demasiado grande como para que una corporación pueda implementarlo a gran escala. Por el contrario, sí han emergido firmas tecnológicas y de tamaño más modesto que tienen el 'blockchain' como la base de su modelo de negocio.

En Barcelona el principal polo de este tipo de empresas se encuentra en el Pier 03 de Barcelona Tech City. En este emplazamiento se concentran 8 empresas y organizaciones especializadas en 'blockchain'. Una de ellas es Flexidao. “Certificamos y garantizamos la trazabilidad de la energía que se ha generado a partir de recursos renovables para que las compañías comercializadoras puedan probar que su electricidad es realmente ‘verde’”, expone Simone Accornero, director general de la empresa que nació en Barcelona en 2017. Esta start-up acaba de levantar 1,4 millones de euros, tiene 10 trabajadores y, aunque mantendrá una delegación en la capital catalana, tras la ronda de financiación ha mudado sus oficinas centrales a Amsterdam. Flexidao -que cuenta entre sus clientes a compañías como Acciona o Iberdrola- es una buena muestra de que en muchos casos las start-ups desarrollan la solución tecnológica y las grandes empresas la implementan

Otra empresa situada en Pier 03, que también utiliza la tecnología de cadena de bloques pero en un sector completamente distinto, es Unison. “Somos un gestor independiente de derechos de la propiedad intelectual de la música. 'Blockchain' nos ofrece la seguridad necesaria para realizar el registro de la propiedad musical”, explica Jordi Puy, fundador y consejero delegado de la firma. “Además -prosigue Puy- ha sido gracias a esta tecnología que hemos podido entrar en el mercado y competir con operadores tradicionales como SGAE, que hasta hace poco mantenía un monopolio de facto en el sector”, sentencia el emprendedor.

Formación más allá de las aulas

El camino a seguir para formarse como dermatólogo, abogado o arquitecto está bastante definido. Sin embargo, no es tan sencillo conseguir por los cauces habituales los conocimientos necesarios para profesionalizarse en una tecnología que apenas tiene 10 años como el 'blockchain'. “Hay que tener un perfil multidisciplinar y disponer de nociones de criptografía, ciberseguridad, teoría de juegos, programación…”, asegura Jose Luis Muñoz Tapia, Doctor ingeniero de telecomunicaciones y director académico del máster de la UPC School en Tecnologías del blockchain.

Los profesionales que más habitualmente optan por cursar estos estudios -no reglados- son ingenieros de telecomunicaciones e informáticos, matemáticos y físicos, aunque “si un economista o un abogado tiene mucha motivación y unos conocimientos técnicos suficientes no lo vetamos”, aclara Muñoz. No obstante, del mencionado máster de la UPC tan solo se ha celebrado una edición y los cursos acerca de esta materia, aunque van en aumento, existen desde hace muy poco tiempo.

“Empecé a estudiar el fenómeno del bitcóin cuando era directora de innovación y transformación digital en el Banco Sabadell. Entonces me di cuenta del potencial que tenía la tecnología”, relata Montserrat Guardia de Alastria. “Anteriormente había trabajado en un proyecto de ingeniería e Internet de las cosas -continúa Guardia- y vi que el 'blockchain' habría sido la solución perfecta para resolver las cuestiones de seguridad que implica utilizar sensores”.

En el caso de Grzegorz Bytniweski, responsable de tecnología de Flexidao, comenzó a formarse de manera autodidacta atraído por las posibilidades del bitcóin. Pocos años después coincidió con Simmone Accornero en un máster en Leuven (Bélgica) sobre energía y Smart Cities y decidieron fundar una start-up que certifica a través de 'blockchain' el origen ‘verde’ de la electricidad producida por las compañías energéticas.

Muñoz Tapia, por su parte, se inició 'blockchain' a raíz de sus contactos en el mundo académico. “Empecé a tratar la tecnología en 2010 de la mano de un compañero que hacía investigación acerca del bitcóin, pero no me metí de lleno en 'blockchain' hasta 2015, cuando se lanzó la plataforma Ethereum”, relata el profesor.