EMPRENDEDOR

Cómo vender tu 'start-up' a Google en 5 años

Eduardo Tinoco de Google, entre Xavi Beumala y Juan Margenat de Marfeel.

Eduardo Tinoco de Google, entre Xavi Beumala y Juan Margenat de Marfeel. / periodico

Guillem Tapia

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Eduardo Tinoco tiene que hacer un pequeño esfuerzo para aguantarse la risa cuando escucha los lamentos de algunos emprendedores por las dificultades que se encuentran a la hora de conseguir financiación. “¡Cojan un avión y busquen el dinero en otro lado!”, exclama categórico. Tinoco, un mexicano que emigró a Arizona (Estados Unidos) y que durante su camino hacia el éxito empresarial llegó incluso a perder su casa, no considera que el acceso al capital sea el principal escollo a la hora de levantar una start-up. Tras fundar “8 ó 9 empresas”, hace cuatro años consiguió el mayor hito de su carrera profesional: vender su compañía a Google.

Tinoco fundó y dirigió durante 5 años y medio Athena Wirless Communication. “Creé Athena con el objetivo de venderla en 5 años a Google, y así estaba recogido en el plan de negocio desde el primer minuto”, explica este ingeniero de formación durante un encuentro auspiciado por el propio Google en colaboración con la start-up catalana Marfeel. Athena Wireless diseñaba y comercializaba unas radios que la compañía con sede en Mountain View utilizaba en su proyecto Google Fiber. Sin embargo, los planes de Tinoco iban más allá de ser un proveedor de Google.

Tal y como explica el emprendedor, vender una empresa a Google es una tarea muy compleja. “Tienes que resolver un problema que ellos no puedan internamente y tienes que hacerlo rápido. Una vez les muestres tu tecnología estarás expuesto, y si no la desarrollas en poco tiempo los ingenieros de Google se encargarán de hacerlo y ya no te necesitarán”, explica Tinoco. Es por ese motivo que, en el caso de Athenea, era imprescindible que la operación se llevara a cabo en un máximo de cinco años.  

Otro factor importante para ostentar una posición de relativo poder a la hora de negociar es tener a otros potenciales compradores interesados en adquirir la compañía. En el caso de Athena, otro de sus clientes era Facebook, que utilizaba sus radios en el programa Aquila –un proyecto que pretendía llevar internet a todo el mundo a través de aviones solares–. “Siempre que tenía una reunión con alguien de Google dejaba algunas tarjetas de visita de responsables de Facebook esparcidas por la oficina”, bromea Tinoco.

El actual ingeniero de Google también destaca que es imprescindible tener un equipo unido y motivado y, a su parecer, eso solo se puede conseguir a través de las stock options (derechos para obtener acciones de la compañía). En el caso de Athena, esto era especialmente importante para los empleados con un perfil menos tecnológico, ya que, cuando se produjo la venta, no pudieron incorporarse a Google. Ahora Tinoco es un ingeniero más de la vasta plantilla de Google y, echando la vista 4 años atrás, hay algunas cosas que habría hecho de forma diferente. “Me hubiera gustado levantar más capital para retribuir mejor a mis empleados y también habría luchado más por mantener cierta autonomía y no tener que trasladarme a Mountain View”.