DE MODA

Barcelona, capital 'start-up'

En poco tiempo, se ha convertido en referente europeo en todo lo relativo a la economía digital. La ciudad y su entorno generan nuevas empresas, atraen talento y acogen divisiones de multinacionales

Dos trabajadoras de la start-up Byhours en el Pier 01.

Dos trabajadoras de la start-up Byhours en el Pier 01. / periodico

Guillem Tapia

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«Hace cinco años Catalunya no aparecía en ningún ranking y ahora tenemos uno de los ecosistemas de start-ups más dinámicos de Europa». La ‘consellera’ de Empresa i Coneixement, Àngels Chacón, pronunció recientemente estas palabras en un encuentro con empresarios y emprendedores para poner de relieve la rápida evolución que ha experimentado la comunidad –con una preponderancia enorme de Barcelona– hasta convertirse en una referencia para las empresas de base tecnológica de reciente creación. Actualmente, en Catalunya hay 1.300 start-ups que generan 13.800 puestos de trabajo, de los cuales el 26% los desempeñan profesionales extranjeros, según un estudio reciente de Barcelona & Catalonia Startup Hub

Las clasificaciones que sitúan a la capital catalana en el cuadro de honor europeo son numerosas. El Start Up Genome la considera el hub más importante de start-ups en el sur de Europa; el Start Up Heatmap afirma que es la tercera ciudad preferida por los emprendedores para iniciar un negocio; un índice elaborado por Atomico la sitúa como la cuarta urbe europea donde las compañías de nueva creación levantaron más capital en el 2017... Pero, más allá de los rankings, la percepción generalizada es que, efectivamente, Barcelona se ha hecho un hueco entre las ciudades europeas que están aprovechando las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y la digitalización de la economía.    

«Catalunya y Barcelona siempre han tenido vocación emprendedora. Sin embargo, lo que no teníamos era un tejido de pequeña empresa con capacidad de innovación disruptiva. Poder disponer de talento, la excelencia de los centros universitarios y de investigación e iniciativas como la Mobile World Capital y el Pier 01 han sido factores decisivos para que se haya producido este boom», explica Joan Romero, consejero delegado de Acció, la agencia de la Generalitat para la competitividad de la empresa. Romero considera que en el futuro la tendencia se mantendrá al alza, el número de start-ups aumentará y las rondas serán más elevadas. 

Reclutar mano de obra cualificada es, precisamente, uno de los grandes retos de las empresas, independientemente de su tamaño. Esta circunstancia propicia que los profesionales digitales sean un perfil muy cotizado con capacidad para elegir dónde quieren desarrollar su carrera y, en este sentido, la capital catalana tiene muchos puntos a favor. «Barcelona tiene una calidad de vida muy alta y cuenta con precedentes de éxito que animan a otros emprendedores a trasladarse a la ciudad», explica Jan Brinckmann, director del Máster en Ciencia, Innovación y Emprendimiento de Esade. «Creo que hay puntos que hay que mejorar, como la presión fiscal, que en mi opinión es muy elevada, pero en general el progreso en los últimos años ha sido enorme en todos los aspectos», añade. 

Termómetro

Uno de los termómetros del sector es el 4 Years From Now (4YFN), que es el encuentro anual por antonomasia de las start-ups. Su director, Pere Duran, considera que «la llegada del Mobile World Congress, la fundación de la Mobile World Capital y la creación del 4YFN han sido puntos de inflexión que han posicionado internacionalmente a la ciudad y han aportado gran valor al ecosistema start-up». Duran, que dirige en solitario el 4YFN desde que Esteban Redolfi se ha centrado en el proyecto Digital Future Society, considera que la consolidación del sector solo será posible si «todos los actores, tanto públicos como privados, unen fuerzas y trabajan por un proyecto conjunto de ciudad». 

Más allá de las start-ups, el 2018 ha sido un año muy prolífico en cuanto a la llegada de grandes corporaciones que han optado por instalar en Barcelona sus centros tecnológicos y de innovación. Acció ha identificado hasta 70 proyectos de esta índole en el 2018, entre los que destacan el hub tecnológico que ha establecido MediaMarkt en El Prat de Llobregat, la llegada de CCC –subcontratada por Facebook– a la Torre Glòries y el centro de excelencia en comercio electrónico de Lidl, entre otros.

Asics ha sido otra de las firmas que ha apostado por Barcelona para establecer un centro de desarrollo. «Las grandes empresas tenemos más dificultades para innovar que una start-up, y por eso apostamos por modelos de colaboración con nuevas compañías. Llegados a este punto, es más fácil convencer a un emprendedor de que se mude a Barcelona que a Londres», comenta Emilio Risques, vicepresidente de innovación de la multinacional nipona. La capacidad para captar talento, unos costes operativos asequibles en comparación con otras ciudades y el floreciente ecosistema emprendedor son factores que a menudo decantan la balanza a favor de Barcelona, apunta.