Pla Viure

Barcelona licita la construcción y gestión de 350 viviendas de alquiler social

El Ajuntament impulsa la colaboración con operadores privados para construir vivienda protegida en tres solares municipales bajo criterios de sostenibilidad e inclusión

Promoción destinada al alquiler público situada en la calle de Pallars, en Poblenou.

Promoción destinada al alquiler público situada en la calle de Pallars, en Poblenou.

Claudia Pizcueta

Barcelona
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El acceso a la vivienda se ha convertido en una de las mayores preocupaciones en la ciudad de Barcelona. Ante este reto, el Ajuntament ha puesto en marcha el Pla Viure, una estrategia para garantizar el acceso a una vivienda digna y asequible para toda la ciudadanía. Este plan sitúa la vivienda en el centro de la agenda municipal, apostando por una visión integral y a largo plazo.

El Pla Viure establece la hoja de ruta para coordinar y hacer más efectivas las políticas de vivienda en la ciudad. Con el objetivo de mejorar la dotación de vivienda asequible, el plan incluye medidas que apuestan por la diversificación de los agentes implicados. Tras años de colaboración de administraciones públicas y entidades del tercer sector, el Ajuntament impulsa también la participación de la iniciativa privada, con el objetivo de facilitar la colaboración público-privada para incorporar así más operadores a la solución de la vivienda. La meta del Pla Viure es clara: generar suelo suficiente para iniciar la construcción de 10.000 viviendas antes de 2027. Estos nuevos hogares se desarrollarán bajo principios de sostenibilidad y accesibilidad, con especial atención a la población más vulnerable. 

El Pla Viure fomenta la colaboración entre el sector público y la iniciativa privada para mejorar la eficiencia y la agilidad en la construcción.

Así, el Pla Viure, cuyo lema es 'Prioritzem l’habitatge', aspira a consolidar el derecho al acceso a un hogar digno. Para ello, propone avanzar en la creación de un parque de vivienda social que sintonice con las mejores prácticas internacionales, y cumpla a su vez con la ley de la vivienda.

Soluciones inmediatas

El déficit de viviendas sociales es importante en una ciudad donde los precios del alquiler y la compra se encuentran fuera del alcance de buena parte de la población. El Ajuntament aprovó un decreto, en mayo de 2023, que declara Barcelona como zona de mercado tensionado, cosa que ha permitido desplegar varias medidas de contención, como el control de precios. Algo que subraya la necesidad de soluciones inmediatas que aborden el acceso limitado a la vivienda y la crisis habitacional.

Uno de los espacios comunes de la promoción de alquiler para jóvenes ubicada en la calle de Fernando Pessoa, en el distrito de Sant Andreu.

Uno de los espacios comunes de la promoción de alquiler para jóvenes ubicada en la calle de Fernando Pessoa, en el distrito de Sant Andreu. / Ajuntament de Barcelona

Para actuar frente a esta crisis de vivienda, el Ajuntament de Barcelona apuesta por un enfoque dual, tanto desde la acción directa en la promoción de viviendas sociales por parte de la Administración, como en el impulso de la colaboración público-privada como eje estratégico para aumentar la oferta de vivienda asequible. En este sentido, destaca la próxima licitación abierta a operadores privados que comenzará este mes de diciembre, mediante la cual se transferirá el derecho de superficie sobre suelo municipal para la construcción y gestión de vivienda en régimen de alquiler social.

Propiedad temporal

El derecho de superficie es un derecho limitado de propiedad del inmueble, independiente de la propiedad del suelo (que seguirá siendo pública), mediante el cual una persona física o jurídica mantiene la propiedad limitada sobre el inmueble construido durante un período determinado. Transcurrido este plazo, la propiedad del inmueble revierte a la persona o entidad titular del suelo donde se construyó. Este régimen de propiedad y gestión es el modelo que plantea el Ajuntament en la convocatoria de esta licitación pública.

Interior de una de las viviendas de la promoción de derecho a superficie de la calle de Marroc.

Interior de una de las viviendas de la promoción de derecho a superficie de la calle de Marroc. / Ajuntament de Barcelona

Alianza público-privada

La licitación pública para la cesión del derecho de superficie impulsada por el Ajuntament tiene el objetivo de construir 350 viviendas de protección oficial (VPO) en régimen de alquiler social. Esta medida, que busca dar respuesta a la creciente demanda de vivienda, abre la posibilidad que los operadores privados puedan construir, y gestionar las viviendas durante los 75 años, prorrogables a 90, en los que estará vigente el derecho de superficie. Al finalizar este plazo, las propiedades revertirán al patrimonio municipal, garantizando su uso social a largo plazo. Las viviendas se levantarán en tres solares municipales: uno en el barrio de Sant Martí y dos en el distrito Sants-Montjuïc, bajo criterios de sostenibilidad, eficiencia e inclusión que incluyen la reducción de la huella de carbono y el uso de sistemas de construcción industrializada. En ningún caso, el precio a pagar por los inquilinos superará los 10,36 euros/m² fijados por el régimen general de viviendas de protección oficial.

Las viviendas en régimen de alquiler social se construirán en Sant Martí y en Sants-Montjuïc

Podrán participar en la licitación tanto empresas como entidades, siempre que cuenten con experiencia en la promoción, gestión y explotación de viviendas protegidas en alquiler. Las adjudicatarias asumirán la construcción, gestión y mantenimiento integral de los inmuebles, incluyendo las inversiones de capital, lo que implica su responsabilidad en la conservación de los edificios durante el tiempo que dure la concesión. Con esta fórmula de colaboración público-privada, el Ajuntament busca movilizar la inversión privada para incrementar el parque de vivienda social manteniendo el control sobre el suelo.

Vista exterior de la promoción pública en derecho de superficie en la calle de Marroc, en Poblenou.

Vista exterior de la promoción de la calle de Marroc, en Poblenou. / Ajuntament de Barcelona

Impacto para la ciudadanía

Para la ciudadanía, los beneficios son claros. Este impulso garantiza el acceso a viviendas asequibles en zonas donde la oferta es insuficiente. Además, la licitación promueve la construcción de viviendas sostenibles que responden a criterios de eficiencia energética y reducción de la huella de carbono, y se asegura que, al finalizar el periodo de concesión, las viviendas retornen al patrimonio público, asegurando su uso social. Con esta estrategia, el Ajuntament busca una solución a la situación habitacional de la ciudad, a la vez que fomenta la sostenibilidad y la inclusión en el sector de la vivienda.

Con la colaboración de todos los operadores, el Ajuntament de Barcelona reafirma de esta forma su compromiso de construir una ciudad donde el acceso a la vivienda sea un derecho real y efectivo, alineado con las mejores prácticas europeas. Este esfuerzo no solo aborda la situación habitacional, sino que también aspira a garantizar una Barcelona más habitable para el futuro. 

Compromiso con las entidades sociales

La apuesta del Ajuntament por el Convenio ESAL, dirigido a entidades sin ánimo de lucro, permite la construcción y rehabilitación de al menos 1.000 viviendas asequibles en solares y edificios de titularidad municipal. El 60% de estas viviendas se destinarán al alquiler asequible, gestionado por fundaciones y cooperativas, mientras que el 40% restante se ofrecerá en régimen de cesión de uso, promovido por cooperativas de vivienda. Esta fórmula garantiza la estabilidad residencial para los inquilinos y evita la especulación inmobiliaria, ya que la propiedad de los inmuebles se mantiene en manos de la cooperativa o de la administración. Además, esta iniciativa permite ofrecer una respuesta a la emergencia habitacional de forma más ágil, gracias a la implicación de las entidades sociales con experiencia en la gestión de vivienda protegida.

En este sentido, el Ajuntament de Barcelona ha decidido reforzar su apuesta por la colaboración público-privada para hacer frente a la situación habitacional de la ciudad. Este enfoque busca dar una respuesta más eficaz a la demanda de viviendas asequibles mediante la implicación tanto de entidades del tercer sector como de operadores privados. 

La estrategia municipal se articula tanto en el Convenio ESAL como en una licitación pública que permitirá a las empresas privadas participar en la construcción y gestión de vivienda protegida en régimen de alquiler. 

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