La Biennal Ciutat i Ciència reivindica el patrimonio científico del Raval

Barcelona vuelve a reivindicarse como una capital cultural y científica. Del 21 al 26 de febrero, el Raval se transforma en un polo científico gracias a la Biennal Ciutat i Ciència, un espacio de encuentro de la ciudadanía con el ámbito científico, impulsado por el Ajuntament de Barcelona a través de Barcelona Ciència i Universitats. Tras el éxito de programación y convocatoria de las dos ediciones anteriores, la propuesta de este año está centrada en la vida en la ciudad y opta por centralizarse en el Raval.

Para ello, se ha considerado la gran cantidad de instituciones culturales y académicas ubicadas en este barrio. Por un lado, se han organizado actividades en equipamientos que históricamente han contribuido a situar Barcelona en la vanguardia de la investigación y la ciencia, como son el Institut de Estudis Catalans (IEC) o la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona (RACAB).

La Bienal de Ciencia ofrece 120 actividades entre Barcelona y Madrid

Teresa Cabré, presidenta del IEC, valora: “Que nos incluyan en la Biennal es un gran reconocimiento como espacio de ciencia. Somos la academia nacional de lengua y humanidades, además de un centro de investigación en diferentes materias del saber”. A su vez, en la RACAB, la Biennal inaugura la celebración del centenario de la visita del Albert Einstein a esta institución. “Desde la época del físico alemán, en Catalunya hemos pasado de ser espectadores de la física a tener un papel activo en la materia”, destaca Jordi Isern, presidente de la RACAB, resaltando el peso histórico de esta institución que fecha del 1764.

Las actividades en estos organismos convivirán con otras que se desarrollarán en instituciones que actualmente protagonizan la agenda cultural barcelonesa y que están comprometidas con la ciencia y la investigación. Destaca el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA), donde se proponen performance y conciertos en el edificio de la Capella. Las artes permitirán descubrir la ciencia de una forma innovadora. La Biennal también aterriza en la Residencia de Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), un espacio que ha preparado atardeceres de investigación para mostrar proyectos llevados a cabo por jóvenes investigadores locales. Por último, el evento pone el foco en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB). El Edifici Teatre alojará cuatro instalaciones artísticas permanentes de la Biennal y hasta 16 actividades de la Biennal. Judit Carrera, directora de este centro, destaca: “la Biennal aborda algunas de las cuestiones clave que hemos estado trabajando en los últimos años, de manera que, para el CCCB, acoger este evento es un hecho natural, como lo es, a nuestro entender, integrar la ciencia y la tecnología en los procesos de trabajo artístico y de programación cultural”. 

El sábado 25 de febrero, a raíz de la Nit de la Ciència, la Biennal también se desplegará en otras localizaciones del antiguo recinto del Hospital de Santa Creu, también en el Raval, como la Biblioteca de Catalunya, el Teatre La Biblioteca, la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya, los Jardins de Rubió i Lluch o la Capella. Junto con las instituciones históricas que alberga, la Biennal Ciutat y Ciència ha escogido ubicarse en el Raval para abordar el debate científico desde el territorio y de las vivencias de la ciudadanía. El Raval es uno de los territorios barceloneses con mayor complejidad, si tenemos en cuenta sus características socio-demográficas.

Desafíos del siglo XXI

Partiendo de la realidad de la vida en este enclave del casco antiguo y su contexto social, las charlas, mesas redondas, exposiciones, obras de teatro, conciertos, proyecciones cinematográficas y paseos guiados de la Biennal proponen una observación científica de la vida y de la relación de nuestra especie con el entorno natural, humano y digital. Un propósito que cobra especial relevancia tras los efectos de la pandemia. La ciudad, el escenario principal donde ocurren estas relaciones, será una temática central del evento. ¿Qué representa vivir en la ciudad? ¿Cómo puede mejorar la convivencia entre especies, y hasta con la tecnología?

La cita responde a la intención de reforzar las políticas científicas de la capital catalana

El programa del evento acerca una semana con más de 70 de propuestas que abordarán las dificultades que supone la necesidad de compartir un único espacio y recursos limitados con una gran cantidad de personas desconocidas. Ante ello, se pondrá en valor la necesidad de tejer redes y fortalecer los valores democráticos, también focos del debate científico. Todo ello con el objetivo de impactar positivamente en la realidad de las vecinas y vecinos del Raval y del conjunto de la población barcelonesa.

La Biennal contempla la ciencia de forma muy amplia: “es una manera de responder a los retos que tenemos en las ciudades”, explica Helen Cole, investigadora principal del ICTA-UAB, doctora en Salut Pública y una de las comisarias del evento.

Cole pone en valor la conexión entre ámbitos del conocimiento que promueve la Biennal. “No podemos abordar el cambio climático sin tener en cuenta cuestiones de ámbito social, como detectar a quién afecta especialmente este fenómeno. Debe abordarse desde la perspectiva de la biología o la tecnología, pero también tenemos que pensar en el impacto que tiene en la sociedad”, ejemplifica, destacando el papel de las ciencias sociales y de la aproximación interdisciplinar que requieren las problemáticas de hoy en día.

Unas conexiones que la Biennal se esfuerza en fomentar. “Además del conocimiento científico, también son necesarios el conocimiento humanístico, estético y artístico para afrontar estas problemáticas”, añade Lluís Nacenta, también miembro del comisariado del evento y músico, escritor e investigador de la relación entre la música, el arte, la tecnología y la ciencia.

Ciencia ciudadana

Sin embargo, los nexos que promueve la Biennal irán más allá. En el marco del evento, se desarrollarán actividades para poner en valor no solo lo que la ciencia aporta a la sociedad, sino también todo lo que la ciudadanía aporta a la ciencia. En este sentido, se reivindicará el papel de la ciencia ciudadana como una forma de generar conocimiento de forma colectiva. “El ciudadano vive en la ciudad, la vive y conoce de cerca las complejidades del día a día”, desarrolla Nacenta.

La vida en la ciudad es uno de los ejes centrales de la Biennal, que dará visibilidad a los espacios históricos de la Barcelona científica

A través de este fenómeno, se promueve la participación y el debate del vecindario del Raval, además del conjunto de la ciudadanía barcelonesa, en la actividad investigadora. “Cualquier persona puede formar parte del diálogo para poder mejorar nuestra relación con el entorno a través del conocimiento”, explica Josep Perelló, comisario de la cita y catedrático en el Departamento de Física de Materia Condensada de la Universitat de Barcelona.

En el conjunto de la ciencia ciudadana también se trabaja para la divulgación, con el objetivo de que todo el mundo conozca las investigaciones científicas más relevantes y entienda el porqué de las inversiones públicas. “Las investigaciones, muchas de ellas especialmente caras y sofisticadas, son de primera necesidad para nuestro día a día”, resalta Nacenta.

Las actividades de la Biennal se han dividido en cuatro ejes: vivir en la ciudad, vivir en equidad, vivir con la ciencia y vivir la creatividad. El acto de apertura será 'Viure i conviure, una mirada desde la cuina', una conversación entre la cocinera Ada Parellada y Josep Perelló, moderada por la periodista Mariola Dinarès. Tendrá lugar el martes 21 de febrero, a las 19:00 h en el CCCB.

Esta edición de la Biennal se celebrará de forma simultánea en Madrid en colaboración con el Círculo de Bellas Artes. Con 47 actividades, contribuirá a reforzar los puentes entre ambas ciudades.