MEDIDA ESTRELLA CONTRA LA CONTAMINACIÓN

Zona de bajas emisiones permanente: mejorar la salud y el aire de la ciudad

Según el informe de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, en el 2018 la contaminación del aire provocó 351 muertes prematuras en la ciudad

Una ciudadana de Barcelona equipada con una mascarilla anticontaminación.

Una ciudadana de Barcelona equipada con una mascarilla anticontaminación.

El Periódico

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La contaminación atmosférica en Barcelona afecta diariamente a la salud de toda la población, aunque no de la misma manera. Los niños, las personas mayores, las mujeres embarazadas y las personas con problemas crónicos de salud —como asma o enfermedades del corazón o de los pulmones— son los colectivos más vulnerables a los efectos nocivos de los contaminantes.

El impacto en la salud de una exposición prolongada a la contaminación es superior al impacto que puede provocar un episodio de contaminación por NO2 o PM10. Para reducir los contaminantes, además del protocolo de emergencia por contaminación que se activa cuando los niveles de NO2 o PM10 superan el valor límite estipulado, a partir de enero del 2020 una ordenanza municipal regulará la zona de bajas emisiones permanente.

Según el informe de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, en el 2018 la contaminación del aire provocó 351 muertes prematuras. Los vehículos motorizados generan el contaminante principal de la ciudad, el dióxido de nitrógeno (NO2), y el 48 % de la población de la ciudad está expuesta habitualmente a unos valores superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se calcula que en Barcelona la contaminación atmosférica causa el 33 % de los nuevos casos de asma infantil, el 10 % de los cánceres de pulmón y el 30 % de los ictus.

¿Cuáles son los colectivos de riesgo?

Hay grupos de población especialmente vulnerables a los efectos de la contaminación: niños menores de seis años, personas mayores, adultos con problemas cardiacos o respiratorios o mujeres embarazadas. Estos colectivos son los principales usuarios del transporte público y, por lo tanto, son los que menos contaminan, pero son los que más sufren los efectos de la polución de los vehículos privados más contaminantes. En el caso de las mujeres embarazadas, la contaminación también afecta a la gestación y el desarrollo del feto.

¿Cómo son las partículas que respiramos?

El tráfico emite hasta el 60 % de los gases de dióxido de nitrógeno (NO2) que inhalamos al respirar. Según su tamaño, se adentran más o menos en el sistema respiratorio. Las partículas más finas son las más peligrosas para la salud, porque penetran hasta el interior del sistema circulatorio, llegan al torrente sanguíneo y pueden cruzar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro.

¿Qué tamaño tienen?

Las más pequeñas, las ultrafinas, tienen el tamaño de un virus.

Las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5) tienen el tamaño de una bacteria.

Las partículas en suspensión de menos de 10 micras (PM10) tienen el tamaño de una célula.

¿Qué enfermedades puede provocar o agravar la contaminación?

El aire contaminado puede provocar cáncer de pulmón, tiene claros efectos en enfermedades cardiovasculares y respiratorias, contribuye a la aparición de asma y de diabetes, restringe el crecimiento fetal, modera el desarrollo del cerebro y de la función pulmonar de los niños y, en definitiva, reduce la esperanza de vida.