LOS USUARIOS LLEGARÁN A TRAVÉS DE SERVICIOS SOCIALES

Abre las puertas un nuevo alojamiento municipal para personas sin hogar en Barcelona

El equipamiento está ubicado en la esquina de las calles de Tànger y de Àlaba, en el Parc i la Llacuna del Poblenou; dispone de 20 habitaciones y un comedor social con capacidad para atender a 80 personas al día, todos los días del año

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Un nuevo alojamiento municipal para personas sin hogar ha abierto sus puertas en Barcelona. El equipamiento está ubicado en la esquina de las calles de Tànger y de Àlaba, en el Parc i la Llacuna del Poblenou; dispone de 20 habitaciones y un comedor social con capacidad para atender a 80 personas al día, todos los días del año.

Los 20 alojamientos, 17 individuales y cuatro dobles, se distribuyen entre las seis plantas del edificio, dos están adaptados para personas con movilidad reducida y todos disponen del mobiliario necesario para vivir; también tienen una pequeña cocina con microondas y nevera y un lavabo con lavamanos y ducha. Además, en el edificio hay varias zonas comunes como la recepción, una sala polivalente, un espacio de lavabos, una zona de lavandería y un almacén.

Se acogerá a mujeres y hombres o parejas sin menores que estén en situación de exclusión social y no tengan hogar. Las personas usuarias llegarán derivadas por los servicios sociales de la ciudad.

El nuevo servicio nace con la voluntad de trabajar para que los usuarios se vinculen a los recursos comunitarios del entorno, como bibliotecas y centros cívicos y deportivos, y puedan crear vínculos con la comunidad. El centro tiene un presupuesto de 505.419 euros.

Comedor social abierto todo el año

El nuevo equipamiento dispondrá de un servicio de comedor social con capacidad para atender a 80 personas al día, todos los días del año, en la sala polivalente. En este mismo espacio también se programarán actividades durante todo el día, tanto para personas residentes como para aquellas derivadas del servicio de comedor.

El centro ha abierto con todas las plazas ya ocupadas. El 63,3% de las personas usuarias son de nacionalidad española, la mayoría tienen entre 51 y 65 años y disponen de unos ingresos mínimos por prestaciones que no superan los 700 euros mensuales.

Este nuevo centro tiene como objetivo conseguir la inserción social de las personas en situación de sinhogarismo y consolidar su autonomía personal proporcionándoles un alojamiento de larga estancia que facilite la transición hacia una vivienda más estable.