CUESTIÓN DE DERECHOS Y LIBERTADES

Maria Assumpció Vilà: "Nuestro objetivo es que el Ayuntamiento funcione mejor"

La síndica de greuges adquirió el compromiso de defender a todos los vecinos de Barcelona en el 2010

Maria Assumpció Vilà, síndica de greuges de Barcelona

Maria Assumpció Vilà, síndica de greuges de Barcelona / periodico

Luis Benavides

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La actual defensora de los barceloneses, Maria Assumpció Vilà (Barcelona, 1944), tiene una larga experiencia en el llamado Tercer Sector, que aglutina entidades sociales sin ánimo de lucro. En 1978 entró en la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) como secretaria ejecutiva  en 1978 y acabó siendo su directora durante unos 24 años. En el 2002 cofundó la Fundació Lliga Catalana d’Ajuda Oncològica, la Oncolliga. Paralelamente a su trabajo profesional, desde muy joven, se dedicó al voluntariado, sobre todo visitando a enfermos.

–¿Cómo llegó la oportunidad de ser síndica?

–En marzo del 2010 acababa mi segundo mandato al frente de la Federació Catalana de Voluntariat Social y tenía varios proyectos en mente, aunque me pensaba jubilar laboralmente. Justo entonces también acababa el mandato de la primera síndica, Pilar Malla, y varias entidades como Oncolliga presentaron mi candidatura. En aquel momento supongo que valoraron mi perfil social, en la línea de la síndica saliente. 

–Suponía un gran reto.

–Sí, y lo tomé con mucha ilusión, con ganas de continuar el gran trabajo de la primera síndica, Pilar Malla. Se trataba de una institución nueva, y ella consiguió organizarla y ponerla en marcha, impulsarla. Síndics locals ya había unos cuantos, y podían servir de referentes, pero el reto era aplicarlo en un Ayuntamiento del tamaño de Barcelona.

–¿Le dio algún consejo la anterior síndica?

–Muchos, y todavía me los sigue dando. Ya nos conocíamos de antes y respeto muchísimo su trayectoria. La primera vez que nos vimos, una vez ya me habían nombrado síndica, me transmitió que era un trabajo muy bonito, que podría seguir trabajando con las personas, que es lo que me gusta.

–Aunque es una institución unipersonal,  porque usted es la cara visible, necesita asesores.

–En mi equipo tengo una jefa de gabinete, un adjunto que me puede sustituir, dos administrativas y siete asesores con perfiles muy diversos, sobre todo juristas, trabajadores sociales e ingenieros. Nos llegan quejas y consultas de temas muy diversos, desde movilidad a licencias, servicios sociales... Conviene tener personas especializadas en cada campo.

–¿Cuál era el principal objetivo de su mandato?

–Dar a conocer la institución. La Sindicatura es un recurso que la ciudadanía debe conocer para poder utilizarlo. Defendemos los derechos y las libertades de la ciudadanía, de los vecinos pero también de los que están de paso, si entran en conflicto con algún servicio municipal.

–Pero el número de quejas ha ido aumentando.

–Sí, poco a poco es más conocido, pero falta hacer más campaña en los barrios. Por suerte, contamos con la ayuda de las entidades, que nos permiten llegar a colectivos vulnerables  que quizá nunca no sabrían de nuestra existencia y pueden hacernos llegar sus problemas a través de estas entidades. Merece la pena recordar que el servicio es gratuito y confidencial.

–Con las asociaciones de vecinos tenéis una relación muy especial.

–Sí, son nuestros radares en el terreno. Siempre que nos lo piden organizamos unos paseos llamados ‘A peu pels barris’. Durante tres o cuatro horas recorremos el barrio con miembros de la asociación para ver sobre el terreno sus problemáticas  y tomar  buena nota. 

–¿Cuáles son las quejas más frecuentes?

–Cada barrio tiene sus particularidades. En general, hace cuatro años trabajamos mucho con problemáticas relacionadas con la vivienda y, sobre todo, desahucios en distritos como Nou Barris. Una de las recomendaciones que hicimos entonces al Ayuntamiento en caso de desahucio por impago del alquiler es que se hiciera cargo de pagar este alquiler momentáneamente. Sale mucho más barato que un hostal y, sobre todo, es mucho más humano.

–Aceptaron el consejo.

–Sí. En líneas generales, hacemos recomendaciones, sugerencias y advertencias. No son vinculantes pero muchas veces tienen en cuenta estos consejos. Saben que nuestro único objetivo es que la administración funcione mejor. Son críticas constructivas.