COMERCIO DE PROXIMIDAD

Ludovic Nau, técnico de Barcelona Activa: "Detecto oportunidades y ofrezco recursos"

Ludovic Nau actúa como enlace entre la agencia de desarrollo económico Barcelona Activa y los barrios del Raval Sud y Sant Pere i Santa Caterina

Ludovic Nau, técnico de Barcelona Activa, en el Raval.

Ludovic Nau, técnico de Barcelona Activa, en el Raval. / periodico

Luis Benavides

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

«Soy algo así como la antena de Barcelona Activa en el Raval Sud y Sant Pere i Santa Caterina». Así resume su trabajo Ludovic Nau (Burdeos, 1980), técnico de acciones dirigidas a fomentar el comercio de proximidad en estos barrios de Ciutat Vella, el primero de los seis distritos en poner en marcha un Plan de Desarrollo Económico.

–¿Cuáles son sus funciones como técnico? 

–Mi día a día consiste en mantener el contacto con entidades del barrio, ya sean de comerciantes como de inclusión social o de otro tipo, y también con particulares, para detectar oportunidades de desarrollo económico territorial y poner a disposición los recursos municipales.

–¿Qué radiografía haría de sus dos barrios?

– A pesar de estar muy cerca geográficamente, los dos barrios son muy diferentes. En el Raval existe una red de entidades muy extensa y bastante profesionalizada. En Santa Caterina-Sant Pere, en cambio, se echa en falta algo más de trabajo en red. En este sentido, el año pasado encargamos un estudio sobre la intercooperación en Ciutat Vella y se detectaron posibles proyectos.

–¿Puede poner algún ejemplo?

– El programa llamado Neteja Mancomunada es un buen ejemplo. Esta iniciativa, ideada por la entidad Impulsem en el Raval y financiada por Barcelona Activa, está basada en una formación dirigida a la limpieza y a través de la cual se han contratado a unas siete personas para que puedan trabajar en diferentes establecimientos del Raval.

–Comparten trabajadores de la limpieza. 

–Sí, de otra manera tendrían muy complicado hacer contratos a personas para limpian sus locales unas cuatro o cinco horas a la semana. Así, el programa, además de emplear y cubrir las necesidades laborales de muchos vecinos y vecinas del barrio, permite ofrecer un servicio legal a precio competitivo.

–¿Existen otras medidas en marcha para fomentar la intercooperación?

–Sí, recogiendo la experiencia previa que había en el Raval de mancomunar unas carpas y otros materiales para eventos. Lo estamos pensando de acuerdo con la experiencia de Tot Raval, la entidad que gestionaba antes ese material, y con el actual trabajo de Ítaka, otra entidad que tiene el encargo de inventariar posible material a compartir, ya sea de la Administración como de las entidades, y pensar en el protocolo de cesión y en las posibilidades de generar ocupación de calidad en el Distrito. 

–A nivel comercial, ¿cuál es la situación en estos barrios?

–Como en toda la ciudad, el pequeño comercio de proximidad tiene dificultades para mantenerse, sea por nuevas tendencias en el consumo como por la reciente crisis económica. En Ciutat Vella se junta el gran problema de la presión inmobiliaria, con subidas espectaculares de alquiler o propuestas de compra difíciles de rechazar, así como el cambio de población debido al turismo y la gentrificación. Hemos detectado productos y servicios que faltan en algunas zonas. Así, por ejemplo, no hay pescaderías ni ferreterías en la Barceloneta Est, el Gòtic Sud, i a la Ribera del Casc Antic. Por eso el plan de desarrollo busca idear maneras para ceder locales municipales a actividades específicas o cómo conseguir incentivar que en locales privados se instale ese tipo de actividad. 

–El turismo debe influir en los precios…

–Sí, sobre precios también hemos hecho un análisis: el resultado ha sido que un litro de leche es de media un 15% más cara en Ciutat Vella que en el barrio de Camp de l’Arpa.