DERECHOS BÁSICOS

La pobreza energética no hace vacaciones

La imposibilidad para satisfacer los recibos de la luz, el agua y el gas convierte en extraordinarios gestos cotidianos durante todos los meses del año

La zona del Port Vell, a más de 31 grados de temperatura.

La zona del Port Vell, a más de 31 grados de temperatura. / periodico

LUIS BENAVIDES / BARCELONA

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La pobreza energética no solo es no poder enchufar la estufa en invierno, también es que los efectos del modelo energético no te permitan encender un ventilador en verano.Pobreza energética es tener la vivienda a una temperatura insoportable en julio y agosto porque el piso no reúne las condiciones necesarias y resulta imposible costear una reforma para impedir que se cuele el calor de la calle. Y pobreza energética es también que alguien no pueda permitirse algo tan simple como darse una ducha y refrescarse. En definitiva, pobreza energética es que un hogar esté en invierno por debajo de los 18 grados y en verano por encima de los 26.

La imposibilidad para satisfacer los recibos de la luz, el agua y el gas convierte en extraordinarios gestos básicos durante todos los meses del año. En otras palabras, esta emergencia social, que azota al 10% de la población española, no es estacional. Así, la pobreza energética no hace vacaciones.

CUESTIÓN DE SALUD

Tener una casa bien ventilada durante los meses de verano no es un lujo, es una cuestión de salud. Y es que las temperaturas elevadas tienen un impacto directo en la salud de las personas, y se agrava en los más vulnerables como son los ancianos, los bebés y las mujeres embarazadas. Para dar a conocer y salvaguardar los derechos energéticos de la población, el Ajuntament de Barcelona puso en marcha el pasado mes de febrero la campaña Para que no te corten la luz, el agua o el gas, ponemos toda la energía.

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Esta campaña puso en el mapa de Barcelona 10 puntos de asesoramiento energético (PAE) cuya principal función es informar de los derechos energéticos y asesorar personalmente para reducir el consumo de luz, agua y gas. Se trata de empoderar a la ciudadanía y evitar los sobrecostes injustificados. «La prevención es fundamental. En verano ofrecemos consejos para consumir menos electricidad como bajar las persianas en las horas de más sol y aprovechar las corrientes de aire durante la noche o madrugada», explica Genís Giner, coordinador de los puntos de asesoramiento energético del Eixample y de Ciutat Vella. «Barrios como el Raval concentran muchos casos de pobreza energética porque el parque de vivienda es muy antiguo», precisa el coordinador, quien atiende con su equipo los casos más delicados desde la Fundació Surt (Guàrdia, 14). «Al margen de la información y de los consejos, ofrecemos acompañamiento si detectamos que necesita ayuda para realizar alguna gestión con la suministradora o para acreditar una situación de vulnerabilidad», añade Giner.

Una de las consultas ‘estrella’ en los puntos de asesoramiento energético está relacionado con la potencia contratada. «Muchos hogares pagan potencias eléctricas desorbitadas. Pensemos en hogares con una persona mayor que vive sola, por ejemplo. La gestión para ajustar al máximo la potencia contratada con la necesaria es relativamente sencilla, y la factura se puede reducir prácticamente a la mitad», explica el coordinador.

Hasta la fecha, los técnicos de los puntos de asesoramiento energético repartidos por todos los distritos ya han atendido más de 4.600 hogares desde que empezaron a funcionar en enero. Si se incluye la atención ofrecida a través de servicios sociales, los hogares asesorados en materia energética han sido 7.500, la cual cosa equivale a dar respuesta a una población de unas 18.690 personas. De estos hogares, 658, los más vulnerables, contaron con una intervención directa y urgente, según los últimos datos del Ayuntamiento.

EMPODERAR A LA CIUDADANÍA

Los derechos energéticos están garantizados por la Llei 24/2015, que prohibe a las compañías suministradoras efectuar cortes de suministro si el impago se produce por una falta de recursos económicos y les obliga a mantener los servicios de luz, gas y agua mientras dure la situación de vulnerabilidad o dificultad económica.

El mero hecho de conocer  estos derechos empodera a la ciudadanía y evita abusos por parte de las compañías suministradoras. «Aprovecharemos el verano para tener más presencia en la calle, hacer campañas y salir de los lugares estáticos», explica la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz, en referencia a la colocación de 250 carteles y la distribución de 75.000 folletos informativos en diferentes equipamientos municipales.suministradoras efectuar cortes de suministro si el impago se produce por una falta de recursos económicos y les obliga a mantener los servicios de luz, gas y agua mientras dure la situación de vulnerabilidad o dificultad económica.

En la misma línea de la campaña ‘Ponemos toda la energía’, el Ayuntamiento ha impulsado este mes de julio dos nuevas medidas pensadas especialmente para los hogares con menos recursos. Por un lado, esos hogares no tendrán que asumir la tasa del pago del alcantarillado. Por otro, obtendrán de forma totalmente gratuita el Boletín de Reconocimiento de Instalaciones Eléctricas (BRIE), un documento obligatorio para dar de alta al servicio de luz –habitual después de un corte de suministro– y que acredita la seguridad de la instalación eléctrica de forma gratuita. Estas ayudas recién aprobadas por el consistorio se suman a las ya existentes, también dirigidas a mejorar todo lo posible la calidad de vida de las familias más vulnerables. 

Páginas de información de la ciudad realizadas con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona.